domingo, mayo 07, 2017

LV999 Villager - Volumen 1 - Capítulo 4 - Parte 1




LV999 Villager
Volumen 1 - Capítulo 4 - Parte 1

Kagami no podía recordar la última vez que había luchado una batalla tan inútil. Tampoco podía recordar si había considerado una batalla inútil antes.

Hablando de desenvolver una batalla de más alta “dificultad”… Kagami, que conocía el verdadero valor de obtener experiencia, había considerado esto como una oportunidad de descubrir nuevas posibilidades. Por eso había seguido luchando, aunque fuera desagradable. Creía que no sería capaz de cambiar, sin importar cuánto tiempo pasara, si no chocaba con ello aquí y ahora.


Incluso sin el miedo a la muerte, podía reconocer la inutilidad de aquella batalla. De cualquier forma, dado que ya había pesado enfrentarse contra los monstruos cara a cara, este era un muro que inevitablemente debía superar antes de proclamarse vencedor de este dudoso desafío a tres bandas. Por eso Kagami peleaba. Su carencia de miedo a la muerte le permitió luchar esta vana batalla sin vacilar.

Antes de que alguien pudiera superar este obstáculo, incluso si asumieran que eran dioses, tendrían que ser capaces de cambierse a si mismos.Eso era lo correcto; hasta que saliera victorioso, sería una batalla peligrosa y emocionante.

“Esta vez… podría ser un poco estúpido… y peligroso.”

A pesar de todo, Kagami murmuró esto mientras enviaba al Monstruo giganta que había atrapado a avolar algunos metros hacia atrás. En el proceso recibió algunas heridas de los Monstruos cicundantes, que habían usado esa oportunidad para atacar.

“Aunque todavía me queda algo de estamina… sin duda, es imposible. Es demasiado problematico, y todavía quedan unos cuantos miles de ellos… creo que se me acabó el tiempo.”

Aunque a Kagami todavía le quedaba algo de resistencia, concluyó inmediatamente que esto era lo más lejos que podía llegar.

Kagami sólo lucharía si pudiera proclamarse a sí mismo como vencedor. Sin embargo, era un asunto completamente diferente cuando no podía.

Incluso hasta ahora, él había sido optimista.”¿Me pregunto si voy a ganar?”se preguntaba, y sólo decidiría huir si se veía atrapado en una situación que tuviera un 100% de probabilidades de convertirse en “inútil”. Por otro lado, si hubiera incluso una leve posibilidad de ganar, Kagami no dejaría de pelear. Al fin y al cabo, ese tipo peleas no eran “inútiles” del todo.

Hasta ahora, Kagami había elegido sus batallas decidiendo cuáles eran “Inútiles” o “Improbables”.

“Aah … ¿Qué he estado haciendo?”

Sin embargo, esta vez no había duda alguna de que era una batalla donde perdería el 100% del tiempo. Perdería y moriría, sin huir. Todo lo que había acumulado hasta ahora sería destruido. Aunque lo había entendido, Kagami no había pensado en huir.

¿Por qué?

Era por que no pensaba en aquella batalla como “inútil”.

“Bien, entonces. Me pregunto cuántos de ellos han desaparecido.”

Si monstruos suficientes fueran derrotados, era posible que los Aventureros de Salumeria recuperaran la moral. Incluso si el camino a la convivencia con los Demonios estaba muy lejos, Alice y Takako, así como aquellos con mentalidades similares, seguramente serían capaces de llegar ahí de algún modo, algún día.

La ciudad definitivamente sería rescatada si eso sucedía. Serían capaces de evitar que una larga guerra se alzara en el horizonte ocupando este lugar. Kagami pensó que el mejor método para hacerlo era no difundir ese odio. Sólo con esa posibilidad le bastaba.

Kagami no había apostado ganar la pelea, sino en colaborar con el “Camino a la Coexistencia”.

“¿Por qué estoy … sonriendo así?”

Como él pensaba, era emocionante. Antes de lanzarse a la batalla se había imaginado su propia utopía, una oportunidad para avanzar en su propio camino, uno que él había fijado de antemano. Aunque podría no ser capaz de verlo ni al final de su vida, Kagami imaginó una escena en la que se oponía a la forma de vida de este mundo, y su fuerza comenzó a desbordarse en su interior.

Ya había recuperado su determinación. Lucharía hasta que alcanzara su límite absoluto. Él huiría si necesitara huir. Si era imposible, moriría y nunca se arrepentiría de ello.

“¡Yosha! ¡Todos ustedes, vengan a mí! Mientras esté vivo, no te dejaré entrar en Salumeria. ¡Incluso si pierdo mi vida, no te dejaré arrebatarme la única posibilidad de que mi sueño se haga realidad!”

Justo al declarar esto, Kagami cargó hacia delante, atravesando el cuerpo del monstruo gigante con todas sus fuerzas, haciéndolo volar en línea recta. El monstruo se convirtió en una bala que Kagami disparó hacia el grupo de monstruos detrás de él, dispersándolos y convirtiéndolos a todos en polvo, como si Kagami hubiera utilizado Wide Area Annihilation Magic (NT: Magia de aniquilación en área).

Inmediatamente después, los Monstruos circundantes vinieron volando hacia él al unísono. Pateó a uno de ellos con un Reverse Kick (NT: Algo como Golpe en retroceso, supongo), agarró al Monstruo que estaba ahora inclinado y lo lanzó hacia los Monstruos que lo habían seguido. Cuando hizo impacto, el grupo de monstruos fueron arrancados de la tierra a la velocidad del rayo y fueron pulverizados.

Sin siquiera darles tiempo para respirar, Kagami inmediatamente golpeó con su próximo ataque, continuando dando palizas a los Monstruos. Mientras tanto, otros Monstruos voladores ascendieron al cielo mientras disparaban Heat Beams (NT: Haces de calor). Puesto los Monstruos voladores se encontraban en su ángulo muerto, Kagami no los notó hasta que sus Heat Beams atravesaron  los cuerpos de los Monstruos alrededor de él y se acercaron peligrosamente.

“Tu sueño no es sólo una posibilidad. ¡No dejaré… que te quiten la vida!”

Kagami había creído sinceramente que sería golpeado por los Heat Beams que habían aparecido repentinamente. Sin embargo, desaparecieron en el aire sin tocar el cuerpo de Kagami, como si una fuerza misteriosa lo rodeara.

“Holy Thunder – Furious Beheading Wave!”

En el momento siguiente, el nombre de una habilidad fue rugido, aunque no hacía falta gritar, y varios monstruos detrás de Kagami fueron eliminados por un haz de luz y rayos que surgió de la nada.

“Soy el Héroe… ¡es imposible para mí no luchar y dejar que tú, un aldeano, sí lo haga!”

Kagami se dio la vuelta y miró hacia la dirección de la voz. Lo que inmediatamente entró en su punto de vista fue Krul, que estaba liberando poder mágico con la palma de su mano y apuntando como si estuviera lanzando magia sobre Kagami; también vio a Rex, que estaba empuñando su espada.

“Oh-oh, el Héroe y el Sabio vinieron aquí a morir”.

Dijo Kagami con una mirada preocupada, sin comprender muy bien por qué habían acudido en su ayuda.

“¡No hay duda de que vinimos aquí para salvarte… Kagami-chan!”

Antes de que Kagami tuviera tiempo suficiente para pensar en ello, Takako, que se acercaba a él a una gran velocidad, pasó inmediatamente a su lado. Mientras Kagami mostraba una expresión de sorpresa, Takako se acercó a los Shelled Monsters (NT: Monstruos con cáscara, como las nueces; o monstruos acorazados) que se acercaban a él y utilizó su fuerza para enviarlos volando con una patada. Aunque no se dejaron llevar por el viento, sus conchas se abrieron como un huevo y se convirtieron en oro, solo eso.

“Incluso Takako-chan … ¿Qué estáis haciendo?”

“Vinimos a salvarte, así que no dejaremos que mueras.”

“Bueno… no puedo volver, ¿sabeis? Correría rápidamente si pudiera.”

“Lo sé. Es por eso que vamos a derrotarlos a todos.”

Un signo de interrogación apareció sobre la cabeza de Kagami cuando vio a Takako asumiendo una postura que la hacía parecer un oso a punto de entrar en una carrera. No entendía el significado de esto. El resultado no cambiaría simplemente agregando tres personas a la party. Sin embargo, seguramente este sacrificio era bueno para él.

“No hagas nada inútil. ¡Tu vida es importante! ¡Me molestaría si dejo que mueras! ¡No hay necesidad de que el Héroe y la Princesa-sama pierdan su vida tampoco! Seré el único que desaparezca.”

“Si ese es el caso, entonces seré responsable de ello. Soy igual que tú, importo lo mismo, así que está bien que no corras el riesgo de morir en vano, ¿sabes?”

Varios Monstruos detrás de Kagami desaparecieron cuando un rayo surcó el cielo. Menou, que parecía ser el causante, se acercó lentamente por detrás de Rex.

“¡No, no deberías estar aquí! ¡Es muy tarde ahora!”

Dijo Kagami.

“Soy lo mismo que Kagami-dono. En este y el cualquier momento una vida tiene el mismo valor que otra“.

Kagami estaba asombrado por la declaración de Menou. Sin embargo, se le escapó una sonrisa de curiosidad.

“¡Aah! ¡Como pensé, está harapiento! ¡Se está convirtiendo en un trapo gastado! “

Entonces se dio cuenta de que las heridas de su cuerpo habían sido sanadas. Incluso si tuviera su habilidad, no había manera de que se curaran tan rápido. Tina salió corriendo con pánico mientras hablaba sorprendida.

Palna la seguía muy de cerca, murmurando: “Sería molesto si murieses con nosotros cerca.”

“… ¿Es verdad que estáis bien? Moriréis, ¿sabéis?”

“Kagami-chan no morirá. ¡No lo dejaré morir!”

Cuando Kagami vio que Krul decía esto, abrió la boca y se quedó boquiabierto por un momento.

Sin embargo, rápidamente cerró la boca.

Su corazón se calentó. Las sensaciones aburridas que siempre le habían permitido luchar por sí mismo poco a poco comenzaron a regresar a él. Se dio cuenta de que el grupo de Takako no había pensado en proteger Salumeria, sino que habían ido a proteger a Kagami.

Kagami estaba honestamente feliz. Hasta ahora, no había habido idiotas que aceptaran su yo irracionable. No había ningún compañero que se hubiera preocupado seriamente por su vida.

El poder que se había desbordado desde su interior comenzó a desbordarse de nuevo, y su cuerpo palpitó de dolor.

“Yosh … ¡cambio de planes! Vamos a ir a vencer a tantos como podamos y huir como gallinas! ¡Nuestras vidas son importantes!”
 


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