Capítulo 70: Nueva Pieza de Ajedrez
―¡Qué calor!
Justo tras entrar a la habitación que se le había asignado, se quitó la máscara sonriente que había estado mostrando durante todo el día.
Despojándose del broche de la Primera División, e incluso el del Segundo Ejército, cayó sobre la cama tal como estaba. Su uniforme militar se arrugó, pero a ella no le importaba nada algo tan trivial.
Ya habían pasado dos días desde que había partido de Myuuz.
Desde que había llegado a Taitas, había pasado más o menos todo el día montada a caballo sin descansar, y ya que estaba en la Capital de los Demonios, fue saludada por renombradas familias y arrastrada a fiestas de bienvenida, por eso, estaba completamente exhausta.
Por supuesto, en respuesta, ella había recibido todo con una actitud tan abierta como le fuera posible; era buena con cambiar su ambiente solo un poquito amenazante. Aunque, había estado comportándose de una manera diferente a la usual hasta ahora, no era particularmente buena con lo formal.
En todo caso, era una completa molestia.
―…Es mucho más fácil blandir mi alabarda en el campo de batalla. No puedo entender a la gente que le gusta este tipo de cosas.
Suspirando, Riku hundió su rostro en la almohada.
Parece que el cansancio estaba ganando peso en el cuerpo de Riku. Entendió que la conexión con la fama adquirida en esas fiestas era necesaria para realizar su siguiente movimiento. Eso era importante; relajarse no estaba permitido ahora. Aunque estuviera cansada, solo podía aguantarse.
―Haa, que estás haciendo, ojou-chan.
Mientras Riku estaba disfrutando la suavidad de la almohada, escuchó la voz de Vrusto dando un gran suspiro tras ella, levantando su cabeza lentamente, recordó que estaba a punto de echar a Vrusto de la habitación.
―…Ojou-chan, trata tu uniforme con más cuidado. Ese uniforme esta recién hecho, ¿no lo está?
Vrusto dejó salir todas sus quejas.
Mientras abrazaba la almohada con su único brazo, Riku miró a Vrusto.
―Todavía tengo otro uniforme nuevo en mi bolsa, así que no es tan problemático arrugarlo un poco. Además, ahora mismo, descansar tiene la prioridad.
―Bueno, puede que ese sea el caso… pero dicho eso, realmente tengo que darte mi informe primero.
Riku recibió un documento de Vrusto. El pergamino que estaba elegantemente estampado con un sello de cera que no tenía el nombre del remitente escrito en él. En lugar de eso, tenía una pluma de un cuervo negro sobre ella. Tomándolo, Riku en silencio entrecerró los ojos.
―Las alas de un cuervo… puede ser una carta de Karula Fezah de la Cuarta División.
Riku pensó sobre ese demonio pájaro mensajero que vino a la isla de Sherr. Era una de los subordinados de Leivein, y por eso, era un soldado tan cercano a Riku como a Charlotte. Ahora mismo, Riku estaba haciéndola demostrar su capacidad de mensajera en lugar de Roppu, que se quedó en Myuzz en caso de emergencia.
―Si, llegó cuando ojou-chan estaba hablando con los nobles.
―Deberías haberme dicho antes.
―Idiota, no he tenido oportunidad.
Tras mirar a Vrusto otro poco más, puso la almohada a un lado y rompió el sello de la carta. Y entonces, miró el contenido de esta que estaba ordenadamente organizado. Cuando Riku más leía, más se fruncía su ceño. Justo en el momento que las arrugas se agravaron hasta el punto de que se sentía como si no volviera a la normalidad no importa cuánto estirara su frente, Riku finalmente levantó su rostro.
―…Aparentemente, han percibido nuestros movimientos.
Abatida, Riku dejó caer los hombros.
Riku y Gortoberuk no creían que el lado de Charlotte fuera a ser capaz de descubrir sus movimientos antes de tiempo. Pero, incluso si eran descubiertos, debería haber sido sobre mañana por la noche cuando comenzaran a fluir sospechas. Si Riku hiciera un movimiento erróneo ahora, tendría que cambiar de planes. Con eso dicho, era difícil para Riku hablar directamente con Gortoberuk. Ambos ahora tenían horarios apretados. Necesitaban encontrarse cuando ambos estuvieran libres y además estuvieran solos.
Justo cuando ambos encontraron un momento que tenían libre los dos, Charlotte acabó percibiendo que planeaban hacer algo, no sería una exageración decir que Charlotte estaba ahora mirando las acciones de Riku y Gortoberuk.
Desde que había terminado así, necesitaban adaptarse, poco a poco, por su propia cuenta para poder ejecutar el plan original.
Mientras dejaba escapar otro suspiro, Riku miro la lista de “demonios que necesitan especial atención” que incluía la carta de Karula.
―Keity Fostar… ah, esa marimacho. Mientras sea cuidadosa de su fuera, estaré bien. Ahora entonces, el auténtico problema es… Fiore Panther, pero… ¿Vrusto, la conoces?
Justo tras sacar el tema, los ojos de Vrusto se abrieron sorprendidos.
―¿Haaa? ¡¿No la conoces, ojou-chan?!
―No la conozco. Solo me he centrado en mis batallas después de todo.
Con Riku respondiendo con esas palabras, exhausto, Vrusto puso su mano en la frente. Mientras murmuraba algo como “no debería haberla enseñado solo sobre luchar sino también sentido común de los demonios”, Vrusto sacudió su cabeza frustrado.
―Ya ves, la familia Panther es una familia noble que tiene gran autoridad incluso en el parlamento. En particular, Fiore es conocida por controlar el parlamento como la mano derecha de Charlotte. Ella puede ser una persona confiable si es tu aliada, pero si es enemiga, es una chica tan terrorífica que no podrías mirarla a los ojos.
Vrusto repentinamente tuvo un leve temblor. Parecía como si su piel peluda se erizaba un poco.
Mientras bufaba, Riku comenzó a pensar. Por lo que había visto de la reacción de Vrusto, parece que había hecho un enemigo poderoso.
…Si se rindiera ahora, ya que aún no había hecho nada, quizá pudiera escapar sin castigo. Pero, no había error en que todo lo que había estado preparando hasta ahora se derrumbaría en ese instante. Pero eso era solo el mejor final posible, y no había dudas de que sus movimientos serían restringidos y vigilados como la persona tras un intento de revolución. Las probabilidades de ser capaz de volver a luchar junto a Leivein una vez despertará decrecerían considerablemente. Necesitaba evitar eso.
―No se que está planeando ojou-chan ahora, pero parece que estás en la palma de su mano. Deberías parar de hacer este tipo de cosas y rendirte ahora.
Vrusto aún no había reconocido a Charlotte como un enemigo, Riku confiaba en Vrusto, pero había algunas excepciones. Riku había decidido ir hasta el final, así que no podría confiar por ahora.
―Realmente nada. No planeo nada ahora mismo.
Mientras agarraba el sello con su mano izquierda, Riku comenzó a pensar contramedidas.
Pero sin importar como lo viese, sin ser capaz de pensar ninguna buena idea, el tiempo simplemente pasó. Ahora que había acabado de esta forma, no podía hacer más que pensar en que debería haber intentado asesinarla, que era su plan B. Si ocultara su cuerpo en la oscuridad de la noche tan negra como las alas de Karula, sería capaz de eliminar silenciosamente a Charlotte.
Cuando comenzó a pensar sobre ello, de repente… Riku recordó cierto incidente.
―Ahora que lo pienso… Charlotte tenía su propia tropa de mensajeros, ¿no?
Con una voz calmada, Riku decidió preguntar a Vrusto. Cuando lo hizo, Vrusto mostró una cara amarga.
―Si, la tiene.
―Había una persona de ese grupo en la fiesta de aquella vez, ¿cierto? Si recuerdo correctamente, su nombre debería ser “Mei Asuteroid”
Riku hizo un intento.
Si las memorias de Riku son correctas, la mensajera que recibió la información sobre la Corona del Rey Demonio tenía ese nombre. Aunque era imposible olvidar a Charlotte enviándola a esa isla sin siquiera confirmación de si la información era verdadera o no, Mei Asuteroid, quien comenzó con todo al traer información falsa, también era sujeto de odio. Si no estuviera convencida de si la información falsa, debería haber intentado corroborar la credibilidad de un rumor de tal nivel.
Pero, la realidad era que no había sido capaz de confirmar nada y había sido engañada por los espiritistas.
Algo como ser manipulada por los espiritistas no es algo que se pueda perdonar. Solo pensarlo enfadaba a Riku.
―Si, Mei Asuteroid. Esa persona que añadía “nya” al final de cada frase, ¿verdad?
―Si, ¿es conocida tuya?
Si Riku no recordaba mal, el rostro era claramente el de un lobo. Y además, su apellido era “Asuteroid”. Con eso, era imposible para Vrusto decir que no tenía relación con ella. Es más, no tener relación sería más raro.
Al ser preguntado por Riku, Vrusto asintió sinceramente.
―Sí, más que conocidos o familia lejana, realmente es mi hermana pequeña.
―¿Hermana pequeña? ¿Vrusto tenía una hermana pequeña?
―Algo como una hermana pequeña, por supuesto que tengo una. Bueno, ¿Qué pasa con ella? Tampoco se mucho de ella.
Vrusto declaró en una inusual casual forma. Era la primera vez que la palabra “hermana” salía de la boca de Vrusto en diez años que había pasado junto a ella. Quizá no tenía buena relación con su hermana. Pero en todo caso, no importa como se mire, Vrusto es distante a ella.
Mientras asumía tal cosa, Riku mostró una sonrisa complacida. Fuera que los músculos de su rostro se habían endurecido debido a cómo había estado mostrando una sonrisa durante todo el día o por alguna otra razón, Riku no sabía, pero fue capaz de mostrar fácilmente una sonrisa.
―Ya veo, entonces tienes una hermana.
Por cómo sirvió a Charlotte en su escuadrón de mensajeros, Riku no quería creer que un demonio que sería engañado por una información falsa era la hermana menor de Vrusto, y ella no querría usar tal chica que no tenía nada en la cabeza, pero estaba fuera de las expectativas de Riku de que la situación acabaría así.
―¿Podrías presentarme a tu hermana? Ya que hemos venido a la Capital, creo que sería correcto conocerla.
Riku usaría a cualquiera que pudiera utilizar.
Incluso si Riku estaba trabajando con Gortoberuk, él tenía menos gente capaz y menos dinero que Charlotte. En ese caso, usaría todo a su alcance. Incluso si era un claro enemigo, la usaría como pieza de ajedrez.
El corazón de Riku estaba (secretamente) dando saltos de alegría.
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