domingo, abril 30, 2017

Katahane no Riku - Volumen 2 - Capitulo 59


Capítulo 59: La danza entre padre e hija


Riku atacó sin vacilaciones.

Cortando terreno a través del roto muro de espiritistas, Riku pateó el pavimento y dio un salto. En ese instante, Riku entró en el rango de ataque de Raimon. La punta de la espada plateada se dirigía al corazón de Raimon.

Pero, las cosas no serían tan fáciles. Como si fuera lo que obviamente sucedería, Raimon detuvo la espada de plata. Aún así, Riku no se perdió su expresión algo molesta cuando se defendió del golpe.

—¿Qué problema hay? ¿Te ha dolido?

Raimon no respondió.

El ataque de Riku fue más pesado que el de la mayoría de los demonios. Solo recibiendo un golpe, el impacto se hizo notar directamente en sus brazos. Si hubiera sido un espiritista más débil, sus huesos se habrían roto.

—Si te duele solo defenderte de mis ataques.

Riku rápidamente reposicionó su espada que había sido apartada y dobló su cuerpo, intentando alcanzar las piernas de Raimon.

—Entonces obedientemente déjame matarte.

Para romper la guardia de Raimon, apuntó a sus piernas. Saltando ligeramente, Raimon se defendió de la espada plateada. Apuntando al cuello de Riku que había quedado expuesto, Raimon blandió su espada. Pero, no alcanzaría tan fácilmente el cuello de Riku. Moviendo su cuerpo hacia el lado contrario para pillar impulso, apartó la espada de Raimon.

—Ya veo… Te has vuelto fuerte, Riku. No estoy nada contento con ello.

Raimon se acercó a Riku una vez más. Mientras movía su espada parecía pensar en algo. No hay manera de que Riku dejará a Raimon tiempo para pensar. Por reflejo, Riku atacó la cabeza de Raimon.

—Debería agradecerte tus palabras de felicitación.

Raimon se defendió de la espada de Riku de nuevo. Pero Raimon no recibió simplemente el ataque. Paró la espada de plata y fintó de tal manera que parecía que alcanzaría a Riku. Bañada por la luz de la luna la espada desprendía un brillo azul, mientras segaba el pavimento, la espada de Raimon se acerca a Riku. Obviamente, recibir un ataque de esa espada azul con el cuerpo no sería nada bueno.

Sin ningún cambio en su expresión, detuvo la espada de Raimon con su espada plateada.

—Como agradecimiento, te pagaré con la muerte padre.

—Hahaha, eso sería problemático. Si Riku realmente quiere ser una buena chica, entonces ¿qué tal callarte y agachar la cabeza?

Mientras ambos Riku y Raimon mostraban sonrisas, se mantenían intercambiando golpes de espada.

Mientras la hija blandía su espada de plata con una sonrisa satisfecha que se acercaba a lo insano, el padre recibiría sus golpes con una gentil sonrisa y haciendo un contraataque cargando su espada con puro odio. Entonces, la hija detenía su golpe y comenzaría a atacar de nuevo.

No había espacio para los “espectadores” para proveer asistencia.

Había espiritistas que tenían sus flechas preparadas para disparar, pero era demasiado difícil alcanzarlos. Las posiciones de Raimon y Riku cambiaban continuamente como si bailaran. Cuando tenían un buen blanco de la espalda de Riku, Raimon cambiaba lugar con ella. Debido a la intensidad de sus movimientos, si no tenían cuidado, terminarían por alcanzar a Raimon.

Pero aún así, había espiritistas estúpidos. Alzando sus espadas, pretendían unirse a la lucha entre Riku y Raimon en el momento que les diera la espalda.

—¡¡Prepárate!!

—Obstáculo.

La respuesta de Riku sobre su apoyo fue solo eso. Con una simple palabra, no miro ni siquiera al espiritista. Haciendo un corte horizontal, Riku realizó un corte recto en el vientre del espiritista. Lidiando indiferentemente con el insecto, Riku acabó con la vida del temerario espiritista que intentó atacar la. Y entonces, volvió a concentrarse con Raimon.

Los espiritistas no eran capaces de intervenir. Los que quedaban solo podían mantenerse en guardia para que nadie interfiriera.

—Ya te estás cansando, ¿verdad?

Ya habian chocado sus espadas más de veinte veces. Ambas espadas chocaban la una contra la otra mientras hacían un violento sonido. Chocaban una y otra vez.

—Esa es mi línea… Riku.

El físico de Raimon era mejor que el de Riku.

Era también más alto que Riku por más de una cabeza y tenía bastantes músculos.

Pero Raimon estaba siendo presionado.

Su hija pequeña estaba presionándole. Quizá por la diferencia de edad, o simplemente porque Riku era extremadamente fuerte, o quizá por otra razón… En ese rato que se defendía de los golpes de Riku cargados de locura, Raimon definitivamente se estaba quedando exhausto. Su respiración iba cada vez más deprisa y estaba sudando un poco.

Pero, Raimon no tenía tiempo de secarse el sudor. Si hiciera algo como eso, Riku saltaría a esa apertura con felicidad.

—Padre, estás lleno de aperturas.

—Estoy enseñándolas a propósito, quiero ver tus mejores ataques, ya sabes.

—Ya veo. Entonces tendré que mostrártelo.

Con sus ojos brillando, Riku sostuvo su espada con fuerza. Mientras resonaba un sonido relampagueante, la espada se llenó de energía desde un ángulo bajo. Independientemente de quien lo viera, era posible saber que ese ataque no era normal comparado con los anteriores de hace un momento. Raimon debió pensar que sería difícil defenderse de él. Así que inmediatamente movió su cuerpo hacia un lado. Pero, ya que tenía que evadir el efecto del ataque tan rápido, su guardia quedó rota.

—¡Mierda!

—Adiós, padre.

La sangre se le subió a la cabeza a Riku.

Mientras era guiada por el odio, fijó su objetivo. Y justo en el momento que estaba a punto de alcanzar el cuello, eso ocurrió.

—…Era broma. Eres demasiado ingenua, Riku.

En vez de tener un rostro cercano a la muerte, Raimon mostró una sonrisa calmada de victoria.

Justo en el momento que Riku estaba a punto de detener sus pasos por precaución, la espada de Raimon se retorció. La espada no hizo un solo sonido de rotura, en su lugar se volvió flexible. Como si fuera una serpiente abalanzándose a su presa, la espada fue directa hacia el brazo de Riku.

—¡!

Justo como un poco antes, Riku intentó detener la espada de Raimon con su espada de plata. Pero no fue capaz de detener la fuerza de la espada. En vez de repelerla, la espada no simplemente se detuvo y así se envolvió en el brazo dominante de Riku. Riku intentó con todas sus fuerzas apartarla, pero el filo de la espada ya se había clavado en la carne. En reacción, Riku torció su rostro por el dolor.

—¿Esto es?

—Riku no lo sabía, ¿verdad? Mi atributo.

Raimon se acercó a Riku con un rostro gentil.

—Los espiritistas pueden infundir su propio poder a su equipamiento. Mi atributo es tierra. Puedo cambiar por completo la forma de algunas cosas. Y por supuesto… También puedo usar mi espada para atrapar a Riku de esta manera.

Y así, Raimon cambió la forma de su espada.

Ahora mismo, la espada de Raimon se envolvió en su brazo como unas esposas. Si devolviera la forma original a la espada en este momento, su mano dominante sería cortada. Sin mencionar el blandir una espada, sería imposible que portara su alabarda.

Riku chasqueó su lengua.

Había sido capaz de ganar tiempo. Sus subordinados probablemente ya se habrían reagrupado con Leivein. Ahora, a pesar de haberse quedado con ese propósito, había sido completamente descuidada por dejar que algo así ocurra.

—No tienes donde escapar. …Ahora, Riku. Tengo algo para ti.

Calmadamente Raimon se acercó a ella.

Se sintió como si le estuviera tomando su tiempo dar esos pocos pasos de distancia por algo.

—Habría estado bien si te hubiera matado con mis propias manos, pero… Riku se ha hecho tan fuerte. Ya que tengo esta oportunidad, haré que te suicides después de usarte.

Con esas palabras, Riku fue capaz de saber a que se refería Raimon.

Raimon debería saber que Riku jamás se suicidaría. Si tenía tiempo para suicidarse, antes cortaría la cabeza de los espiritistas, aunque fuera uno solo.

Pero… Había un método de forzar a una persona cualquier tipo de órdenes aunque no quisiera.

—No puede ser.

Raimon se acercó a ella calmadamente.

El auténtico nombre. Si le dice su auténtico nombre, su alma sería robada. No importa lo mucho que se resista de hacer una orden por más que lo odie, frente a el auténtico nombre, estaba indefensa. Estaría forzada a seguir órdenes.

—Es exactamente lo que estás pensando, Riku… No.

Raimon sonrió ampliamente.

Los músculos de Riku se tensaron. Si tan solo pudiera cubrir sus oídos, no tendría que escucharlo. Pero, aunque se cubriera su oído izquierdo, su brazo derecho estaba restringido. Riku trataba desesperadamente de pensar en algo para salir de esta.

Y mientras pensaba, la distancia entre ella y Raimon se estrechaba.

Y finalmente, Raimon lo dijo susurrando a sus oídos como si dijera palabras de amor.

—Rinkus Barusak… te lo ordeno.




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