sábado, abril 29, 2017

Katahane no Riku - Volumen 1 - Capitulo 16


Capítulo 16: Demonio de Cabello Rojo


—Qu- tu… ¿Por qué estás aquí?

Gotoberuk estaba muy sorprendido.

Sus desconcertados ojos la estaban mirando, alternado entre mirar a Riku y su alabarda. Por su aspecto, parecía que todavía no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

Mientras que todavía le daba un ligero saludo, ella le entrego el informe con indiferencia.

—El trasporte de los materiales se ha completado correctamente. En el camino estaban esas desagradables banderas espiritistas en lo alto de la fortaleza, así que las rompí en dos antes de venir.

—¿Rompiste en dos?… ¿Quieres decir que recuperaste la fortaleza?

—¡Eso es imposible!

Selestinna alzo la voz.

Dejando a un lado la mano con la que estaba saludando a Gortoberuk, ella miro en la dirección de Selestinna.

Debido a este desarrollo de los acontecimientos, todos estaban confundidos, la mano que Selestinna utilizaba para sostener su ballesta estaba templando un poco. Con eso, era imposible que ella apuntara correctamente.

—Pero, me fui de allí dejando al As de la Familia Bistolru, ¿sabes?. ¡¡No hay manera de que lo mataran los demonios!!

—Pero es la realidad.

Riku giro ligeramente su alabarda. La sangre que estaba pegada en la hoja, goteo cuando lo hizo. Un poco de esa sangre voló al bigote de Gortoberuk. Pero él no estaba enojado. Solo se había quedado sin habla, mientras mantenía oprimiendo lo que le quedaba de brazo.

—Buenas tardes, Selestinna Bistolru. ¿Estas lista para morir?

—Ggh, si eres demasiado engreída, sufrirás por ello.

Selestinna entrecerró sus ojos

Volvió a cargar la ballesta con una flecha y la dirigió hacia Riku. En cuanto a una actuación como esa, Riku no podía evitar hacer una amarga sonrisa.

—Que estúpida.

Como si ella hubiera olvidado que antes Riku había defendió a Gortoberuk de su tan orgulloso tiro con la ballesta, disparo una flecha tras otra. Todo lo que Riku hizo, fue desviarlas hábilmente.

Curiosamente, todas las fechas caían al suelo sin sufrir daños. Si fuera por la calidad de las flechas o por el poder de Selestinna, no era posible saberlo. Pero a Riku, tal cosa no le importaba en lo absoluto.

Más que eso, al ver que Gortoberuk no mostraba ninguna reacción, hizo que Riku tuviera una mala imagen de él.

Después de no saber cuántas flechas habían sido, Riku decidió dejar de esperar y le pregunto directamente.

—Teniente General Gortoberuk, por favor, deme la orden. Ya se trate de aniquilar a toda esta basura que se atrevió a atacar el Castillo Myuuz o sea volver a la fortaleza. Deme la orden.

Con esas palabras, Gortoberuk finalmente volvió en sí.

Gortoberuk comenzó a comprobar lentamente la situación de la batalla. Desde el castillo las llamas estaban surgiendo y la bandera ya era historia. Su Asistente, el Mayor Oficial y el resto de las tropas de élite que dirigía personalmente, ya estaban muertos.

Los demonios que Riku había traído ya estaban dando su mejor esfuerzo, pero todavía no tenían los números suficientes.

Justo cuando estaba pensando en esto, intento tocar su bigote cubierto de sangre, pero recordó que uno de sus brazos había sido arrancado. Mientras que con una amarga sonrisa, le dio a Riku la orden.

—… Solía no confiar en ti.

—…

—Por eso, Primer Teniente, si eres realmente leal al Ejercito del Señor Demonio, entonces toma la cabeza de la chica que tomo mi brazo… Una vez que la consigas, puedes regresar a la fortaleza.

Solo con eso, él tomó las riendas del caballo con la única mano que tenía y luego, grito con una voz que perforaba en los oídos.

—¡Todas las tropas, retírense a la fortaleza! ¡Es una orden de máxima prioridad!

La voz enfadada de Gortoberuk resonó a través de todo el campo de batalla.

Dándole la espalda de Selestinna, se retiró en dirección a la fortaleza. Si fueran a seguir luchando, la completa aniquilación seria inevitable. Y si fueran a ser aniquilados, entonces una retirada era prioridad.

—¡Es-espera allí!

Selestinna no podía dejar que huyera, En ese instante, cambio su objetivo y comenzó a seguir a Gortoberuk. Pero Riku no la dejo salir con la suya.

Balanceando su alabarda con una gran fuerza, ella derribo la flecha que Selestinna había disparado en su contra. Con el fin de obstaculizarla, Riku se puso en su camino con su caballo. Entonces Selestinna le dio a Riku una mirada molesta.

—¡Fuera de mi camino, vulgar cabeza roja!

—¿Quién de nosotros es realmente vulgar, cerda Bistolru?

Para sacar otra flecha, extendió su mano hacia su carcaj. Por desgracia, para ella no habían flechas que quedaran. Las uso todas.

Su espada se había ido volando muy lejos y aunque todavía tenía la ballesta no tenía flechas. La jefa de la Familia Bistolru, Selestinna Bilstolru, no tenía ninguna otra manera de luchar.

—T-tal cosa.

—No estabas lo suficientemente preparada para la batalla, ¿verdad?. Entonces, adiós.

Riku balanceo su alabarda. Pero esta no alcanzo el cuello de Selestinna. Con el fin de detener a Riku, una gran cantidad de flechas llegaban desde un lado. Riku no tuvo más remedio que cambiar la dirección de su alabarda y desviar las flechas que le llovían encima. Mientras que ella todavía estaba defendiendo de las flechas, Selestinna dio la vuelta y se comenzó a retirar en otra dirección.

—¡Espera cerda!

—¡No te vamos a dejar! ¡Protejan a Selestinna-sama!

Quienes les disparaban las flechas eran los espiritistas de Bistolru. No había manera de que dejaran que la Jefa de la familia muriera. Tenían expresiones que decían que estaban dispuestos a morir si era necesario.

Se mantuvieron disparando las flechas en contra de ella. Incluso si intentaba ir tras Selestinna, con esos ataques, era imposible que ella fuera capaz de seguirla.

Riku chasqueó la lengua.

—Que molestia.

Riku dejo de defenderse de las flechas. Tirando las riendas del caballo con todas sus fuerzas, cargo en contra del grupo de espiritistas que le estaban disparando. Pasando a través de la lluvia de flechas, Riku preparo su alabarda.

—¡Disparen, disparen! ¡Disparen hasta que muera!

—No voy a morir tan fácilmente.

Muy diferente a las flechas que disparo Selestinna, estas eran ordinarias flechas con el poder de prohibición demoníaca. Defendiéndose de las flechas que parecía que le llegarían en un punto vital, ignoro el resto de flechas. Algunas flechas habían alcanzado su pelo, pero no tenía el tiempo para preocuparse de eso.

Todo lo que hizo fue mantener la carga a toda potencia. La distancia entre ella y el grupo de arqueros se estaba cerrando rápidamente. Riku sintió que la cantidad de flechas estaba aumentado, pero no era nada que estuviera fuera de sus expectativas.

—¡P-paren los disparos! ¡Cambien por las espadas!

Pensando que Riku ya estaba lo suficientemente cerca, el espiritista les ordeno. Si la distancia hubiese ido más que eso, ellos empezarían a tener problemas con el fuego-amigo¹.

Pero para cuando ese espiritista dio la orden, ya era demasiado tarde. En el momento que pronuncio la última palabra, Riku ya había llegado justo en frente de sus caras.

Tarareando a través del viento, la albarda corto en pedazos a los arqueros. Una vez llego, su destino ya se había decidido. Riku fue asesinándolos uno tras otro, llevándolos a su completa aniquilación.

Habían algunos espiritistas que apenas consiguieron deshacer sus arcos y usar sus espadas. Pero aun así, el resultado no cambio. Su alabarda los masacraría a todos sin piedad. Algunos le apuntaban a su caballo en lugar de a ella, pero antes de que las flechas pudieran acercarse lo suficiente, ya había sido cortadas en dos.

El territorio Myuuz estaba ahogándose en una lluvia de sangre. Apuntando al último espiritistas restante, justo cuando estaba a punto de alzar su alabarda…

—¡Detente, demonio de pelo rojo!

Una voz venía desde atrás de Riku. Después matar al último espiritista, ella regreso lentamente en dirección de esa voz.

Allí mismo estaba la figura de Selestinna, quien ya debería haber huido y junto a ella, había un viejo soldado que sentía familiar a Riku.

—Realmente viniste para que te maten, Selestinna Bistolru.

—¿Vine para que me mates?, estas equivocada. He venido para tomar venganza por mis compañeros caídos.

Selestinna preparo su espada. Tal vez debido a que había recuperado su espada, cualquier signo de malestar que tenía, se había desvanecido. Sorprendida, Riku se encogió de hombros.

—¿Puede ser que pensaste que solo porque tienes un arma, me podrías ganar?

—¡¡Haaaaa!!

Levantando su voz, cargo en contra de Riku.

Ya sea la rabia por sus compañeros muertos, la ira por dejar huir a Gortoberuk o la furia por ser subestimada o incluso todo junto, su razón era desconocida.

La plateada espada descendió con violencia sobre Riku.

—Tal débil golpe.

Con su alabarda, siguió defendiéndose del aparente rugido de su espada. A veces paraba y otras las esquivaba. Cada vez que ella hacía eso, poco a poco Selestinna se empezaba a enfurecer aún más.

—¡Tu!, ¿¡cómo te atreves!?

Siendo controlada por la ira, sus golpes se hacían más poderosos. Pero, por el contrario, comenzó a hacer movimientos más amplios. Riku no pasó por alto eso. Además, las fallas en su manejo de la espada estaban empezando a ser obvias, Riku ya había visto a través de ella.

—Sí, y con eso, se acabó.

En el momento en que Selestinna perdió el aliento, usando todo su poder, Riku roso la espada de Selestinna y la envió lejos.

Con el mismo nivel que Gortoberuk había utilizado para lanzar lejos su espada antes, no había manera de que ella resistiera el golpe. Con un tenue sonido, su espada se fue volando por los aires.

—¿Eh…?

—No tienes suficiente ira. Para ser exactos, no hay ira en tu espada.

Riku con calma atrapo su espada que iba cayendo. La espada estaba igual que antes y ella no tenía ninguna flecha en su carcaj.

No había ningún aliado para salvarla. Incluso el viejo soldado que había estado allí, en ningún momento mostro alguna señal para ayudarla.

—Adiós, Selestinna Bistolru.

—N-no… Ayuden…

A quien le estaba dirigiendo esas palabras, de hecho, nadie lo sabía. Después de lo que iba a suceder, ella no sería capaz de terminar sus palabras.

—Desafortunadamente, la ayuda no está llegando.

Con la espada de ella, Riku corto su cabeza. Debido al miedo a la muerte, Selestinna Bistolru murió con los ojos muy abiertos. Apuñalando la cabeza que había caído al suelo con la espada, ella estaba a punto de abandonar el lugar.

No le quedaba ningún negocio en ese lugar después de todo. Todo lo que tenía que hacer, era simplemente completar la tarea de Gortoberuk y volver a la fortaleza.

Pero…

—¡Espera!

Una voz algo familiar vino desde atrás. Era el viejo soldado que vino junto a Selestinna. Empuñando su lanza, el viejo estaba mirando a Riku como si quisiera confirmar algo.

Excepto por él, no había ningún espiritistas alrededor. Antes, Riku se había preguntado si él era su Asistente o algo parecido, pero al pensar en que no la salvo de morir, parece que al final había algo más.

Mientras ella estaba pensado sobre quien era este viejo soldado, el calmadamente se quitó el casco.

—Ha sido un largo tiempo, Riku Barusak Ojou… O mejor dicho, la traidora Riku.

Riku se dio cuenta de la verdadera identidad del viejo soldado. Y entonces, recordo. Los únicos que atacaron el Castillo Myuuz no eran solo los espiritistas de la Familia Bistolru.

—Toudou Barusak. Pensar que estarías acá.

El viejo soldado era un espiritista que servía a la Familia Barusak durante muchos años. Los recuerdos olvidados desde hace 10 años, estaban rápidamente regresando. Toudo estaba acostumbrado a entrar a la residencia Barusak muchas veces. Pero antes de eso, no recordaba nada más que sea digno de mencionar. A lo sumo, lo único que sabía de él, era que se había dado a conocer por haber participado en muchas guerras.

—La Jefa Bistolru había hablado acerca de un demonio de pelo rojo apareciendo antes. Pensando sobre esta coincidente, he venido a confirmarlo, pero… ¿Realmente estas planeando pagar la benevolencia de tu padre con esto?

—¿Benevolencia?. No hubo tal cosa.

Mientras apoyaba la alabarda en su hombro, ella comenzó a pensar. Ella era capaz de manejar fácilmente la alabarda con una sola mano, pero tenía la sensación de que si luchaba contra Toudo, hacerlo con una sola mano seria difícil. Si ella fuera a luchar contra él, ella preferiría usar las dos manos, pero no podía simplemente tirar la cabeza de Selestinna.

—La benevolencia de como él te crio durante 7 años y el agradecimiento por haberte salvado . Es muy lamentable..

—¿Lamentable?

Ella no podía huir. Con este viejo senil Barusak escupiendo tonterías, ella necesitaba ponerle fin a su vida ahora.

—¿Incluso aunque tiro a su propia hija desde el acantilado?

—Ah, no se podía evitar en aquel entonces. Pero parece que terminamos creando un perro rabioso en su lugar. Muy bien, yo Toudo, voy a deshacerme de esta desgracia de los Barusuk.

Toudo la observaba. Con su cara llena de arrugas que se retorcían.

Señalo con su lanza directamente en dirección de Riku y ella también señaló con su alabarda a Toudou.

—Esto es simplemente perfecto. Voy a hacer que termines igual que ella.

En la cara de Riku, su expresión se estaba volviendo naturalmente uno con el éxtasis.




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