Capítulo 15: La Bella y la Bestia
El viento de la noche acarició sus mejillas.
Con su pelo siendo agitado por el viento, Riku miro hacia arriba. La bandera ondeaba en el nocturno cielo, no era la bandera de un unicornio ni la de un grifo. Era la bandera del Señor Demonio.
Riku quería poner la bandera del Batallón del Dragón Demonio, pero en ese momento, ella no era parte de ellos.
Dicho esto, tampoco sentía ganas de poner la bandera del Teniente General Gortoberuk, entonces, con el fin de tener a todos satisfechos, se puso la bandera del Ejercito de Señor Demonio. El emblema bordado con un hilo dorado, incluso en la oscuridad destacaba.
Si esto era mucho, incluso desde el Castillo Myuuz deberían ser capaz de notarlo.
Con la sensación de que más o menos había terminado su trabajo, Riku simplemente se retiró. Con solo unos 50 soldados fueron capaces de tomar de regreso la fortaleza. Con eso, los espiritistas que estaban en las llanuras rodeando las montañas, se les había negado exitosamente un camino de retirada. Ahora, todo lo que era necesario hacer, era coordinar la jugada de Gortoberuk para que todo vaya bien y de esa manera derrotar a los espiritistas.
Con todo esto dicho, ella sin duda conseguiría ser promovida de nuevo.
—¡¡T-teniente!!
Si ella fuera a ser promovida, entonces Leivein la alabaría. Con solo pensar en eso, su corazón se calentaba. Incluso estando bajo este frío clima, ella sentía como si estuviera frente a una fogata durmiendo cómodamente.
—¡¡Es un asunto serio, Primer Teniente Barusak!!
Pero debido a esa entrometida voz, los cálidos sentimientos que tenia, se habían ido volado a alguna parte. Sintió el impulso de cortar al dueño de esa voz con su alabarda, pero al ver su cara de preocupación, se dio por vencida en eso.
Por alguna razón, una mal presentimiento atravesó su corazón.
—¿Qué pasó?
—¡¡Esto es serio!!. ¡El ejercito del Teniente General Gortoberuk y el de los espiritistas, comenzaron a moverse!
—… ¿Ellos comenzaron a moverse?
Sin darse cuenta, ella terminó repitiendo lo que dijo el soldado.
Con Riku recuperando la fortaleza, la situación para el lado de los espiritista y el de los demonios, deberían haber cambiado. Tomando esto en consideración, incluso aunque ellos deberían estar revisando sus estrategias, ni siquiera se molestaron en hacer eso y ambos lados van a atacarse.
Hacía que uno se preguntar en qué demonios estaban pensando.
—No sé realmente los detalles, pero…
—¿Qué está pensando ese bigotón?
Se movió rápidamente al puesto de observación.
***
El puesto de observación estaba dentro de una especie de compartimiento metálico con una antorcha que vagamente iluminaba el lugar.
Bajo el puesto de observación, estaban reunidos unos cuantos demonios, quienes lucían un poco ansiosos. Algunos se inclinaban hacia adelante y apuntaban al Castillo Myuuz.
—Hey, esto es realmente malo, ¿verdad?
—No, tal vez es algo que está incluido en su plan.
—¿Cómo está la situación?
A medida que Riku se acercaba, el grupo de demonios se alejó, para hacerle un camino por donde pasar.
Después de responder a los saludos de ellos con la mano, se inclinó hacia delante para ver la situación.
Haciendo eso, ella forzó su vista. En medio de la oscuridad de la noche, fue capaz de ver muchas antorchas moviéndose.
—Ellos definitivamente va a hacer un ataque, pero… ¿Cuál de ellos es?
Era posible saber que habían muchas antorchas moviendo alrededor. Pero no se sabía si eran los espiritistas o los demonios. Pensó en ir a conseguir unos binoculares, pero por desgracia, parece que no tenían el tiempo suficiente para hacer eso. Riku chasqueó con su lengua.
—¿Hay alguien que tenga la confianza para ver por la noche?
—S-sí. Yo.
—Puedes ver, ¿verdad?. Descríbeme la situación con todos los detalles posibles.
Cambio su lugar con otro demonio que estaba antes. El soldado demonio tenia ojos de pájaro, entrecerrando sus agudos ojos, comenzó a observar la situación. Haciendo su trabajo tan bien como pudo, explico con detalle lo que veía. Con cada palabra que decía, Riku y los otros soldados gradualmente se volvieron cada vez más y más sombríos.
La misma persona que les estaba explicando, como si tuviera miedo de la realidad de lo que decía, su voz había comenzado a temblar cada vez más con cada palabra. Riku agarro fuertemente su alabarda.
—Gracias, con eso es suficiente. Continúe viéndolos.
Golpeando suavemente su hombro, Riku dirigió su mirada a lo lejos, en el campo de batalla.
—La mitad se ustedes se van a quedar aquí. ¡El resto tiene que empezar a hacer los preparativos para la batalla! ¡¡Rápido!!
—Pero ¿qué pasa con los caballos?. Si vamos hasta el pie de la montaña, no vamos a llegar a tiempo.
—¿No estaría bien si solo utilizamos las cosas de los espiritistas?. ¿Habían alrededor de 20 de ellos, verdad? ¿No es suficiente?. ¿¡Tienes piernas, no es cierto!?. Los lentos deben montar a caballos y los rápidos ir a pie.
A partir de ahora, todo era una cuestión de tiempo.
Si no fueran a hacer algo, los demonios recibirían un golpe del que no serían capaces de recuperarse.
Como si estuviera regañándose a sí misma por disfrutar la victoria, se golpeo sus mejillas y comenzó los preparativos para la batalla.
***
Inesperadamente mientras las personas de la fortaleza estaban inquietas, Gortoberuk y sus soldados estaban en calma.
En silencio avanzaban con la moral alta. Los caballos iban rápido y los soldados de infantería los acompañaban a su ritmo. En conjunto sumaban cuatro mil, todos desaparecían en medio de la oscuridad de la noche.
La estrategia que utilizaban fue propuesta por el Mayor Oficial; un ataque de pinzas utilizando un cebo y era el ataque sorpresa que iban a hacer ahora. Desde el punto de vista de Gortoberuk, realmente no se necesitaba darles más vueltas al plan. Pero su Mayor Oficial lo empujaba a hacerlo, diciéndole que era necesario como precaución.
—¿Qué piensas acerca de la estrategia, Asistente?
En la vanguardia, montando su caballo, le hizo una pregunta a su Asistente, quien viajaba a su lado. Entonces, su Asistente le mostró una gratificante sonrisa.
—Esta noche, ellos definitivamente están agotados. Llegar desde su Capital hasta aquí, no importa lo rápido que obligaran a los caballos a ir, se necesitarían por lo menos 5 días. Con ellos moviéndose sin parar por 5 días, sin descansar e incluso sin tomarse un tiempo después de capturar la fortaleza, ellos apenas deben haber terminado la construcción de su campamento y hoy, ellos definitivamente tienen la guardia baja.
—Así es.
Gortoberuk quedo satisfecho con su respuesta mientras tocaba su orgulloso bigote, lo que dijo solo confirmaba la victoria.
—Asistente, eres realmente un preocupón. De hecho, su líder tiene que estar participando en esta guerra, pero en lo que a mí respecta, debe ser solo una niña de 14 años. Ya se mostrara la diferencia de experiencia entre nosotros.
—Como era de esperar del Teniente General Gortoberuk. Si usted es capaz de acabar con esa chica, podrá ser promovido a General.
Al principio el Asistente se sentía muy preocupado por la batalla, pero su ansiedad ya se había desvanecido. Ahora mismo, todo lo que había en su mente estaba solo relacionado con las cosas que harían después de ganar la batalla.
Cuando llegue el amanecer, será aproximadamente el tiempo en que deberían ganar la batalla, Gortoberuk sin duda ser promovido a General es ese momento. Si eso sucede, el Asistente inevitablemente seria promovido a una posición más alta. Y si Gotoberuk le “daba una mano”, entonces, posiblemente podría ser promovido a una posición aún más alta.
Normalmente, habría sido una promoción que no sería capaz de conseguir incluso si hubiesen pasado 20 años y aun así, puede ser que lo consiga en una sola noche. Al pensar en todo eso, no podía calmarse.
—Ahora, concéntrense en la batalla delante de sus ojos. Si comienzan a sentirse presumidos y reciben un agujero en la garganta, no me culpen.
Gortoberuk lo dijo medio en broma. El Asistente, sin decir nada, sonrió
Los soldados que los seguían detrás, también sonreían felices. Una batalla donde la victoria era visible, era algo que no sucedía con frecuencia. Todos ellos creían en su victoria mientras iban avanzaban en la oscuridad.
—¡Miren!. Son las hogueras de los espiritistas. Chicos prepárense.
Las hogueras que eran visibles desde la distancia, se estaban haciendo gradualmente más cercanas.
Junto a las palabras de Gortoberuk, el estado de animo de todos se puso tenso de una sola vez. Sus caras eran de seriedad, como si sus relajados rostros nunca hubieran estado. Sacando su espada, Gortoberuk levanto la voz.
—¡Eleven sus gritos de batalla! ¡Enciendan sus antorchas! ¡¡Vamos a aniquilar al enemigo mientras duermen!!
Los gritos de batalla hacían temblar el suelo, las antorchas iluminaron su entorno y aclararon todo. Pero…
—¿¿¡Qué!??
Aunque todavía montaba en su caballo, Gortoberuk quedo sin habla. Las tropas de Bistolru y Barusak, las cuales deberían haber estado durmiendo alrededor de la hoguera, no estaban allí. A excepción de la hoguera encendida que estaba allí, ellos habían abandonado por completo el lugar
—¿Qué significa esto? Los soldados enemigos… ¡No hay nadie aquí!
—¡No bajen la guardia!. ¡Deben estar escondidos en algún lugar!
Justo en el momento que su Asistente dijo eso, sucedió.
Voces llenas de burla procedían de todos los lados rodeando al grupo de Gortoberuk y muchas sombras negras se pusieron de pie.
—¡¡Demonios, nos tienen!!
Las voz del Asistente resonó entre todos. Como si su grito fuera una señal, todo el ejército espiritista ataco en ese momento.
Elevando sus gritos de batalla, sus voces hicieron vibras las montañas. Sus plateadas espadas cargaban en contra de los demonios.
Los demonios fueron tomados por sorpresa y comenzaron a desmoronarse.
Si recibieran un golpe con sus lanzas, caerían del caballo y serian cortado por los espiritistas. Incluso si ellos fueran a saltar hacia atrás lejos de allí, habrían espiritistas listos para atacar por donde aterrizaran. Incluso si fueran a retirarse de nuevo, simplemente morirían.
Incluso si fueran a planificar una manera de atrevesarlos, los únicos que serían atravesados y cortados serian ellos mismos. Si lucharan de frente, todos resultarían muertos. Para los demonios, ese lugar ya se había convertido en el mismísimo infierno.
Pero los demonios no solo se podían mantener en silencio mientras eran asesinados. Cortando a un espiritista, Gortoberuk levanto la voz.
—¡No se pongan nerviosos! ¡¡Sigan adelante!!
—¡Debemos resistir! ¡Hay que seguir!
El Asistente también grito todas las palabras que se le ocurrieron.
Ahora mismo, todo lo que ellos podían hacer era, solamente depender de su plan. Tenían que esperar al ejército guiado por el Mayor Oficial, para que él atacara a los espiritistas que los rodeaban.
Pero incluso este último rayo de esperanza se extinguió brutalmente.
El Asistente termino viendo la escena. Mientras estaba haciendo todo lo posible para aumentar la moral de los soldados, el giro en dirección al castillo y entonces vio una increíble escena.
—El castillo… ¿Está ardiendo?
El castillo que estaba de pie hace tan solo no mucho tiempo… El Castillo Myuuz estaba ardiendo.
Mientras gradualmente se desmoronaba poco a poco, el castillo estaba siendo envuelto por el rojo fuego. El emblema de la bandera que era de la Familia Gortoberuk y la que representaba al Tercer Ejercito, estaba siendo quemada.
—Im-imposible. El castillo Myuuz… ¿ya ha caído?
Sin luchar, perplejo solo contemplo el castillo.
Y como si con hacer esto los espiritistas no fueran lo suficientemente amables, desde atrás, el Asistente fue atravesado en el corazón.
Lo último que vio antes de morir, fue la escena de un desconocido espiritista mostrando alrededor la cabeza del Mayor Oficial.
—Mierda, no puede retroceder más.
La cabeza de Gortoberuk ahora estaba hirviendo de rabia.
Había perdido a un excelente Mayor Oficial y a su Asistente, era como si hubiera perdido ambos brazos.
Pero como una destacada figura del Tercer Ejercito del Señor Demonio, una parte de él, todavía estaba serena.
Mientras se bañaba en la sangre de los espiritista, él estaba pensando en una manera de romper la situación actual. Entonces, comenzó a tratar de animar a los demonios que parecían tener su moral decayendo.
—¡No se dispersen! ¡Agrúpense tanto como sea posible! ¡¡La verdadera batalla comienza ahora!!
Con su única voz, todo el campo tembló. Su voz tenía el peso de un líder, aunque solo era un poco, todavía tenía espíritu. Balanceando su espada, el no dejaba de gritar.
—¡¡Vamos a cortar las cabezas de estos cobardes como sacrificio a nuestros antepasados!!
—¡Los cobardes son ustedes, sucios demonios!
Una refinada voz que no parecía apta para el campo de batalla, siguió las palabras de Gortoberuk.
Montada en un caballo, la única que se puso delante de Gortoberuk no era otra que Selestinna Bistolru. Dejando su ballesta a un lado en su cintura, ella sostuvo una delgada espada. Miro a Gotoberuk de tal manera que la gente pensaría que ella le tenía rencor. Agarro con fuerza su delgada espada.
—Para que puedas hacer tal cosa como un ataque nocturno en una justa y directa batalla, ¡es indignante!. ¡Debieras recordar lo que he dicho!
—Hmph, tú estabas a punto de hacer exactamente lo mismo, ¡no tienes derecho a decir esas palabras!
Levantando su espada, él siguió cabalgando a toda velocidad.
Gortoberuk tenía sus ojos inyectados de sangre tomando como objetivo a Selestinna sin lugar a dudas.
Para romper esta desesperada situación, por todos los medios era necesario que él acabara con el general enemigo, de manera que los espiritistas recibieran una duro golpe en su moral. No importa qué, Gortoberuk quería poner sus manos sobre la cabeza de Selestinna.
Por otro lado, Selestinna también deseaba la cabeza de Gortoberuk. Para dirigir a la Familia Bistolru hacia adelante, eso era un prestigio necesario y además, también era por el bien de su amado.
—¡Morirás de inmediato!
—¡Regresaras a la tierra, viejo tonto!
Ambas espadas chocaron entre sí.
La delgada espada y la espada de hierro intercambiaron golpes con violencia. Gortoberuk se estaba enojando por la plateada espada que parecía tan frágil, pero simplemente no se rompía, aunque Selestinna también estaba irritada por la espada de hierro a la que ni siquiera podía hacerle ni una sola grieta con sus golpes. Empezaron a atacarse con más fuerza.
Y así, el duelo siguió. Hasta que ninguno de los dos se descuide, la lucha de espadas continuara. Tal cosa, ambos lo entendían bien.
—Pequeña chica… Esto es un crimen. ¿Qué haces con esa espada?
Gortoberuk provocó Selestinna.
De hecho, Selestinna estaba usando el poder de prohibición demoníaca en su espada. El poder que estaba usando era una técnica de endurecimiento. Su delgada espada, ahora tenía la dureza de un diamante. Al no ver ningún problema con eso, ella respondió como si hubiera hecho una pregunta estúpida.
—¿Hay problemas en que un espiritista use las artes de prohibición demoniaca?. En lugar de eso, es tu espada la que tiene algo raro. Si vas a quejarte de mí técnica, entonces, ¿Qué tal si uso otra arma?
Justo como lo había dicho Selestinna, en la espada de Gortoberuk hay algunos mithril mezclados. Era un metal súper duro que solo podía ser obtenido de un determinado material. Incluso para Selestinna quien como la jefa de su familia, podía usar una gran cantidad de dinero hasta cierto punto, ese material era algo que rara vez se veía.
Incluso entre los demonios, quienes confiaban en su fuerza física, para ellos era difícil manejar la larga espada que Gortoberuk estaba usando. Para que el fácilmente la manejara, solo demostraba cuan excelente era.
—Puedo esperar para que cambies tu arma.
—¡Hmph, absurdo!.
No era posible saber, cuando terminaría esta lucha de espadas. Pero ambos confiaban en su resistencia y sabían que sin duda escaparían.
El instante en que la respiración de Selestinna se volvió más áspera, Gortoberuk no dejo escapar esa oportunidad. Protegerse de esa delgada espada ya se estaba volviendo aburrido, entonces, la espada de Selestinna voló por los aíres y con eso, ella chillo.
—¡Ah, tal cosa!
—Cómo eres tan débil, debiste haberte centrado en no dejar escapar tu espada.
La espada de Selestinna desapareció en algún lugar muy lejos detrás de ella. No tenía el suficiente tiempo como para ir a recuperarlo. Con eso, Gortoberuk felizmente sonrió. Si él fuera capaz de matarla ahora, la moral de los enemigos bajaría y la de sus soldados subiría. La situación podría relajarse un poco con eso. Con todas su fuerzas, Gortoberuk alzo su espada con el fin de darle el golpe final.
—¡Este es tu final!
—¡Te regreso esas palabras!
Selestinna tomo la ballesta que estaba en su cintura. Ya la había cargado con anticipación y le había infundido el poder de prohibición demoníaca. Como él ahora tenía su brazo levantado, eso también significa que ahora su pecho estaba completamente indefenso.
—¡Maldición!
En el apuro, con el fin de evadir la flecha, trato retroceder con su caballo. Pero era un disparo casi a quemarropa, el cual se dirigía al brazo derecho de Gortoberuk. Con un débil sonido, su brazo, sin soltar la espada cayó al suelo. Justo en ese instante, su brazo fue pisado por el caballo, convirtiéndose en algo atroz.
Mientras cubría la hemorragia con el brazo que le quedaba, gimió en voz baja.
—Bastarda… Para que hayas usado una ballesta.
—¿Se le olvido que lo espiritistas de Bistolru nos especializamos en la arquería?. Y también, ¿hay alguna regla que diga que no se puede utilizar una ballesta en la guerra?
Al decir eso, ella cargo otra flecha. Sin ser afectada por el movimiento de su caballo, apunto rápidamente la ballesta hacia él.
—Este es tu final, Rudogar Gortoberuk.
Y con eso, apretó el gatillo.
Moviéndose a través del aire, la flecha se dirigía directamente a la frente de Gortoberuk.
Teniendo ahora una sola mano, le era imposible manejar adecuadamente su caballo y no tenía una espada para bloquear la flecha. Todo lo que Gotoberuk podía hacer era mirar cómo se aproximaba la flecha que ya estaba justo delante de sus ojos
—¡Detestable mocosa!
Cuando dio su último grito de resentimiento y al mismo tiempo que había aceptado su propia muerte…
—Por lo que está esta situación seria algo como… ¿llegar por un pelo?
Justo en frente de los ojos de Gortoberuk, algo fue cortado. El sonido de la flecha al ser repelida, alcanzo sus oídos. De alguna manera parece que la “cosa rojiza” lo protegió.
—Esto es… ¿Una alabarda?
Era una alabarda cubierta de sangre y después de bloquear el impacto de la flecha, lentamente se distanciaba.
Selestinna estaba apuntando su ballesta hacia la otra persona en lugar de Gortoberuk. Siguiendo la alabarda con su mirada, ella termino dejando escapar una voz de sorpresa.
—¡T-tú!
La persona apoyo la alabarda sobre sus hombros. Tenía su armadura cubierta de sangre y mostraba una audaz sonrisa. El soldado empuñando su alabarda miro a Gortoberuk y ligeramente lo saludo.
—Del Tercer Ejercito, la Primer Teniente Riku se presenta… Ha sido un poco tarde, pero he terminado mi tarea y vine a informarle.
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