Capítulo 12: Reunión de Estrategia
El Castillo Myuuz era una fortaleza natural.
Esta cerca del territorio de donde viven los humanos y los espiritistas estaban al tanto de su existencia.
Pero incluso en estos doscientos años, ellos no hicieron ningún movimiento. Una de las razones era debido a que estaba rodeado por altas montañas. Pero no era sólo eso.
La fortaleza del castillo Myuus estaba en el exterior de la cordillera y alrededor de las montañas, había un muy profundo bosque que confundía el sentido de dirección.
Para los demonios, gracias a las marcas ocultas alrededor del camino y con su sentido del olfato, se les hacía posible avanzar con un poco de esfuerzo, pero la realidad era muy diferente para los seres humanos. Incluso si ellos tenían la suficiente suerte como para atravesar el bosque, solo había un camino hacia el Castillo Myuuz. Después de subir las montañas, estaría al acecho la Fortaleza Rein. Incluso si el enemigo había reunido a muchos soldados fuertes, para cuando consiguieran llegar, todos estarían agotados.
Dentro de la fortaleza, los demonios que estaban llenos de energía, lucharían contra los exhausto soldados, el lado que ganaba y perdía era muy evidente. Sin ser capaces de apoderarse de la fortaleza, muchos soldados morirán.
Pero aun así, cada diez años, el Reino de Shiidoru reunía soldados para ir en contra del Castillo Myuuz. Pero incluso así, en estos doscientos años, ni una sola vez lo lograron pasar por las montañas.
Pero eso fue hasta esta noche.
***
—¿Cómo… ¿Qué demonios pasó?
En una de las habitaciones del Castillo Myuuz, estaba la figura de un demonio que estaba enojado hasta sus límites.
Con su mano, tiro todos los documentos que se habían acumulado en su mesa. Al igual que una inundación, todos los documentos se propagan a través del piso. Pero como si no fuera suficiente para resolver su ira, arrojó un jarrón de flores. El jarrón azul que se había hecho con gran esfuerzo, hizo un sonido impresionante, ya que se rompió y sus fragmentos se dispersaron en todas las direcciones. Los pétalos fueron esparcido por los alrededores y el agua poco a poco empapaba los documentos.
—Teniente General Gortoberuk, por favor, ¡contrólate!
Mientras él le decía eso, su Mayor Oficial corrió hacia Gortoberuk, quien estaba perdiendo la cabeza. Pero justo cuando se acercó, Gortoberuk lo quedo mirando. Sus ojos estaban inyectados se sangre produciendo una gran fuerza que salvo por el Mayor Oficial que había estado sirviéndoles en las malas y en las buenas a Gortoberuk, hacía que toda la sala tuviera un aura aterradora.
—Durante el tiempo que había estado encargado de esta fortaleza… Durante estos ciento cincuenta años, ni una sola vez fue atravesada. ¡¡Ni una vez!!. Ninguna sola vez, ¿¡sabes!?. Entonces, ¿¡por qué termino así!?
—Teniente General, por favor, cálmese.
Gortoberuk sacó su larga espada.
Con su estado de ánimo actual, él era capaz de cortarle la cabeza alguien en este momento.
Si no lo saben manejar bien, entonces tal vez todos los reunidos en esa habitación podría terminar perdiendo sus cabezas. El Mayor Oficial se apartó, pero sabía que si se echaba atrás en ese momento, las cosas acabarían peor. Reuniendo el valor que le quedaba, respiro hondamente y avanzo hacia adelante, preguntándose si sería capaz esquivar el rango de la espada de Gortoberuk.
—Su rabia lo está nublando de hacer las decisiones correctas
—Tch, ¡lo sé!
Al decir eso, Gortoberuk se sentó en su silla.
Pero incluso así, no pudo mantener completamente su ira bajo control. Se le marcaban las venas de la frente y todavía tenía los ojos inyectados de sangre.
—Oye, ¿enviaste al mensajero?
—Lo envié al cuartel más cercano y es probable que el mensajero se haya encontrado con la escuadra de Barusak, quien ahora estaba entregando el regalo para su nieto. Pero las posibilidades de que llegue hasta ese lugar son cercanas a cero.
—… Por desgracia, es difícil esperar refuerzos.
Su asistente añadió en tono de disculpa al informe entregado por el otro subordinado.
Los soldados sobrevivientes dentro del Castillo Myuuz eran sólo diez mil hombres. Quitando los soldados que eran necesarias para proteger el castillo, la cantidad de demonios que podían utilizar para el combate estaban entre las ocho mil y nueve mil. También estaba el problema de que habían demonios que habían renunciado debido a como había caído la histórica Fortaleza Rein.
Cuando el teniente general Gortoberuk pidió consejos, todo lo que le dijeron fue que tenía que impulsar de alguna manera la moral de las tropas, pero en este momento la moral ya habida caído, y aumentarla de nuevo, era algo imposible de hacer.
—Cuando se lucha en contra de los espiritistas, incluso si es contra una pequeña cantidad, es necesario preparar muchos soldados. Los espiritistas que están entrando son alrededor de cinco mil hombres… Esto es un poco malo para nosotros.
—¿Malo?. ¡Esto es simplemente perfecto!
Mientras Gortoberuk agarraba con fuerza su espada, él golpeo el suelo con ella, poniendo todo su odio en ese golpe. Con el temblor, los fragmentos rotos en el suelo temblaban. Una grieta se abrió en el suelo y sus azulejos se voltearon.
—Solo repórtele a Charlotte-sama que aniquilamos a todos esos espiritistas. ¡No es necesario que informe una humillante derrota!… De ahora en adelante, vamos a atacar.
—¿Vamos a atacar? ¡No puedo estar de acuerdo con esto!
La cara de su asistente al instante se puso pálida.
No solo la fuerza de los soldados tenían desventaja, la moral de ellos estaba por el piso. El asistente no podía imaginar cómo ganar esto.
—Entonces, ¿estás diciendo que deberíamos atacar?. Hacer eso es realmente una tontería.
Gortoberuk resopló.
—Si vamos a atacar, la moral de los soldados disminuirá aún más. Al menos, ellos no tienen mucho conocimiento del terreno. Antes de que terminen de explorarlo, atacar es el mejor plan.
—En efecto… Pero, incluso si nos enfrentamos a ellos, no hay manera de que nosotros ganemos. Incluso si ellos fueran a atacar, ellos todavía necesitan pensar en un plan. Si fuéramos a atacar imprudentemente a los espiritistas, solo caeríamos ante su poder. Si fuéramos más, aun sería posible presionarlos. Pero..
—Sí, es como usted dice. Pues bien, ¿qué debemos hacer?
Gortoberuk siguió observando a su Mayor Oficial. El Mayor Oficial tenía sus dedos cerca de su barbilla y comenzó a pensar profundamente.
—Bueno… Para mí, la razón del porque la Fortaleza ha caído tan fácilmente capta mi interés. Para que nosotros no nos perdamos entre los diferentes camino, utilizamos las marcas que se encuentran en todo el bosque. Pero lo que debería haber sido entendido solo por nosotros… Y que los espiritistas de este tiempo, hayan sido capaces de llegar a la Fortaleza sin perderse… La única posibilidad que se me ocurre, es que hay un traidor entre nuestras filas.
—¡Deja eso para más tarde!. El traidor es obviamente el perro de Adlar de todos modos. No hay ningún traidor dentro del castillo ahora, solo céntrate y reflexiona los planes para atacar.
Gortoberuk rechazaba lo que su Mayor Oficial pensaba.
Pero aun así, el Mayor Oficial todavía tenía un persistente mal presentimiento en la esquina de su mente. Pero decidió que era producto de su imaginación y negó con la cabeza. En lugar de eso, él sabía que lo más importante ahora, era atacar al enemigo tan pronto como sea posible. Si no lo hacían rápido, los espiritistas atacarían el castillo y cortarían la recepción de sus suministros. En cuanto pasara el tiempo, las reservas de alimentos disminuirán y perderían cualquier posibilidad de ganar.
—Vamos a ver… Vamos a dividir nuestro ejército en dos. Entonces atacaremos al enemigo desde ambos lados.
—¿Un ataque de pinzas¹? ¿Podemos incluso hacer algo así?
Un signo de interrogación flotaba en la cabeza del Asistente. Si todavía tuvieran la fortaleza, ellos podrían hacer un ataque desde la fortaleza y desde el castillo al mismo tiempo. Pero en este momento, era imposible. Cuando el Asistente le pregunto al Mayor oficial acerca de eso, el Mayor Oficial le asintió con una cara seria.
—Digamos que si el Teniente General Gortoberuk fuera a tomar parte con su ejército, y fuera a la ofensiva fuera del castillo, ¿Cómo reaccionaría el enemigo?
—Bueno, si el teniente general saliera… Los espiritistas enviarían a sus soldados detrás de él.
—¿Verdad?. Ahí es donde vamos a apuntar. Solo habría que esperar que los espiritistas den la espalda desde el castillo y con los soldados que estarían en espera, los atacaríamos por detrás.
—Ya veo.
Mientras Gotoberuk sacudía su bigote, asintió.
—Y por otra parte, si ellos regresan al castillo, entonces simplemente tengo que atacarlos por detrás. Al hacer esto, seriamos capaces de causarles perdidas irrecuperables. ¿Ese era tu plan?
—Sí, es exactamente eso.
El Mayor Oficial lo dijo lentamente.
Gortoberuk sonrió con confianza. Para que este plan funcione, se necesitara que las tropas del Castillo y las tropas afuera, cooperen perfectamente. Gortoberuk se levantó de su silla y sostuvo su espada hacia el techo.
—¡¡Preparen inmediatamente los preparativos para la batalla!! ¡¡Pronto atacaremos a esos sucios bastardos!!
***
Mientras tanto, los espiritistas también estaban teniendo sus propias discusiones sobre la guerra.
Dentro de la tienda de campaña, habían cuatro espiritistas discutiendo.
Estaba la cabeza de la Familia Bistolru, la joven Selestinna Bistolru. Una chica con el pelo corto y en sus ojos tenía una visible línea blanca que atravesaba su iris y llegaba hasta su parpado inferior. Debido a eso, se podría decir que tiene un aspecto muy peculiar. Peor aun así, el broche de color castaño claro que tenía en la parte frontal de su pelo, le daba cierto atractivo juvenil.
Debido a que ella estaba participando en su primera guerra desde que se había convertido en la Cabeza de su familia, ella estaba tensa, pero estaba aún más tensa debido a que su amigo de la infancia estaba en frente de ella perdido en sus pensamientos.
Su amigo de la infancia y próximo cabeza de la Familia Barusak, Rook Barusak quien ahora estaba mirando el mapa con una cara seria. Aunque su habitual rostro era el de alguien que carecía de interés en todo, ella también estaba encantada por su serio rostro.
—Seles… ¿Hay algo en mi cara?
Debido a la forma en que ella estaba mirando intensamente su cara, Rook pensando en lo extraño que era y levanto su cabeza para mirarla. En pánico, ella negó con la cabeza.
—N-no hay nada. Lo que es más importante, ¿estas siendo consciente de ti mismo?¿eres estúpido, Rook?
—¿Consciente de mí mismo? Bueno, no importa. He visto a través de la estrategia de los enemigos. Ellos se dividirán en dos y atacaran desde ambos lados.
Como si no fuera nada, Rook acaba de decir cómo iba a ser la estrategia enemiga. Desde que se había puesto a pensar, habían pasado solo unos minutos. Selestinna se llevó las manos a su boca.
—Bueno, eso fue muy rápido. ¿En qué te basa para decir eso?
—Lo ves, tengo nueva información. Me dice acerca de su estrategia. Es de esa chica Kurumi que se infiltro dentro del ejercito del Señor Demonio.
—Rook, eres realmente sorprendente. Solo con esa información, te estás haciendo un nombre por ti mismo.
Selestinna recordaba el tiempo cuando iba a atacar el fuerte.
Ella pensó que se acabaría perdiendo como siempre, pero esta vez fue diferente. Con Rook guiando al ejército y apoyándose en las piedras que estaban al borde del camino, fácilmente se encontró el camino que conducía a la fortaleza.
Él había dicho que era un secreto y no le dijo a nadie sobre cómo fueron guiados hasta allí, pero probablemente la información que recibió en aquel entonces, también fue de ese demonio llamada Kurumi.
Estaba sorprendida de que Rook fuera capaz de conseguir aliados, incluso entre los demonios.
Pero ya este fue el caso y debido a que él había confiado solo en ese demonio y no en ella, quien había estado luchando a su lado varias veces, estaba un poco triste por esta realidad.
—… ¿Te pasa algo?
El debió haber notado su solitaria cara. Rook se estaba acercado a ella. Debido a la repentina forma en la que él la miraba, ella no tuvo el tiempo para preparar su corazón. Incluso teniendo hasta las orejas rojas, ella negó con la cabeza con una increíble velocidad mientras se sonrojaba cada vez más.
—¡¡N-no pasa nada!!
—¿Es así?. Entonces está bien, pero en realidad tengo algo que pedirte.
—¿Un-una petición dices?
Rook nunca le había pedido nada a ella.
Su corazón salto, ella estaba esperando un poco ansiosa las palabras de Rook.
—En realidad, a partir de ahora, tengo que volver a casa.
—¿Eh?
—Tengo la intención de dejar el Ejército Barusak aquí, quedándose con el general Toudo. El General Toudo es un espiritista que ha servido a la Familia Barusak desde hace mucho tiempo, así que es alguien en el que puedes confiar. Pero… esta vez el enemigo… Es Gortoberuk. Él es un fuerte oponente y estoy un poco ansioso de si el General Toudo puede ganar o no. Por eso te lo estoy pidiendo Seles.
Rook tomo sus mano, con sus dedos, entrelazándose entre sí. Sus blancas manos se volvieron un poco rojizas.—¡Por favor, Seles! ¡Gana la batalla!
El corazón de Seles ya lo había decido.
Rook estaba confiando en ella. Por eso debía utilizar toda la fuerza que tenía con ese fin. Entonces, en el amanecer después de ganar la batalla, ella magníficamente arreglaría el Castillo Myuuz y en ese lugar se confesaría a él.
Mientras ella se estaba sumergiendo en sus dulces delirios, Rook salió de ese lugar.
Pero Seles no se dio cuenta de lo que sucedió después de eso. Por el contrario, nadie lo noto.
—¡Bien! ¡Evento: obtener la confesión de Seles conseguido!
Empuñando sus manos, el siguiente cabeza de la Familia Barusak lo proclamo con alegría.
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