sábado, mayo 06, 2017

LV999 Villager - Volumen 1 - Capítulo 3 - Parte 1




LV999 Villager
Volumen 1 - Capítulo 3 - Parte 1

“Kagami-san, despierta. Vamos, tienes que ir y saludar a Menou.”

“¿Nn? Aah-… Déjame dormir…por ocho horas más.”

“Date prisa y levántate ya. De otra forma, Takako-san vendrá a despertarte, ¿sabes?”

“Estoy despierto.”


Era de mañana en Balman. El ataque de la Armada del Rey Demonio había ocurrido el día anterior. Las casas que habían sido destruidas estaban ahora siendo reparadas y las personas lesionadas estaban siendo tratadas. A pesar de ser una hora próxima a la madrugada, la ciudad estaba llena de gente. La escena de Monjes y Artesanos diligentemente yendo y viniendo podía verse desde la ventana de la posada.

La noche anterior, Kagami había regresado a la ciudad después de matar a todos los monstruos y mentir sobre la huida del Demonio, estableciendo con ello el estado de la situación. Fue interrogado por Aventureros de diversos niveles y por el Grupo del Héroe, ya que querían saber cómo los había derrotado. Posteriormente, se llevó a Alice y a Takako de vuelta a la posada y les contó la verdad.

“Ha sido un tiempo desde que vi a Menou… (NT: Volviendo al presente) Vamos, Kagami-san, cámbiate ya, ¡cámbiate ya!”

“¡Kyaaa, Alice es una pervertida! Geez, no seas tan exigente. Estoy seguro de que el ojisan está esperando. Ya le dije que iríamos a saludarle alrededor del mediodía.”

Alice sonrió radiantemente y por la fuerza le quitó el futón a Kagami.

“Estoy seguro de que te mereces al menos un rango S por tomar el futón lejos de mí con esa sonrisa. En realidad, ¿por qué has estado tan radiante desde ayer?”

“Como Kagami-san no gastó aliento para derrotar a Menou nos encontraremos con él, y tendré la oportunidad de hablar apropiadamente con él. Estoy realmente feliz.”

Alice estaba eufórica y también dijo “Kagami-san, gracias”.  Cuando él vio su deslumbrante sonrisa, pensó en los filetes negros (N.T.:refiriéndose a los Hell Crows) que había comido ayer alegremente y tomó daño mental. A pesar de que pensaba sobre el oro que había salvado, su corazón aún dolía, de alguna manera.

“Ahora que lo pienso, Kagami-san, ¿qué hiciste con esa gran cantidad de gemas y oro que estabas cargando ayer?”

“La deposité toda, ya que no hay manera de llevarla. Fue una cosecha inesperada.”

Todas las joyas que habían sido arrojadas por los Hell Crows habían llegado a un total de 51 de Oro y 900 de Plata. Mejor que dar la mitad a la gente del pueblo para los gastos del reparo de la ciudad, había depositado rápidamente todo ello en su caja fuerte del Gremio .

Tenía una cuenta registrada en el Gremio, así que cualquier otro edificio del Gremio se convertiría en una sucursal de la que poder retirar dinero.

Desde que el Gremio existía alrededor de todo el mundo, muchos de los Aventureros lo usaban. Era el banco más seguro, así que podían utilizarlo sin ninguna preocupación. También había un comisión de 1 de Plata por cada retiro, por lo que los que no eran Aventureros pocas veces lo utilizaban.

“¿Takako-chan aún no está de vuelta? Después de cenar ayer dijo que iba a echar un vistazo a los horrores de su Bar Club, pero parecía como si no hubiera ido allí.”

“Volvió una vez, pero de inmediato fue a ayudar a la gente de la ciudad. Dijo que era importante socializar con los vecinos.”

En respuesta a Alice, Kagami murmuró: “Justo como Takako-chan haría”, se quitó la ropa de noche y comenzó a cambiarla por las prendas de paisano que siempre llevaba.

Luego vio la figura de Takako fuera desde la ventana en voladizo. Estaba caminando rápidamente mientras sostenía dos grandes troncos, e inmediatamente Kagami borró ese recuerdo, decidiendo que no había visto nada.

“¡WaaaaH! Kagami-san, ¿por qué te estás cambiando enfrente de mí?”

“¿No está bien? Estoy usando ropa interior. No hay ningún problema si piensas en él como un traje de baño.”

“¡Ese no es el problema! Soy una mujer elegante, ¡piensa un poco en ello!”

Kagami respondió con “Ten cuidado la próxima vez” a Alice, que se quejaba mientras hinchaba sus mejillas, y continuó cambiándose la ropa sin tomarse las quejas enserio.

Cundo vio esto, Alice, que estaba siendo tratada como una niña, se dirigió al comedor del primer piso, pensando cuán desagradable era eso.

Kagami terminó de cambiarse con un “phew” y reunió el equipaje de la habitación antes de perseguirla.

Devolvió la llave de la habitación en el vestíbulo del primer piso antes de caminar hacia el comedor, apoyando su equipaje en el suelo y sentándose en frente de Alice, quien estaba sentada con una mirada sombría.

“No te enojes tanto. ¿Eran mis músculos tan antiestéticos?”

“No realmente.” (>w<)

Kagami suspiró mientras sus ojos se encontraban, ella balanceaba sus pies decaídamente. Kagami pensó que el estado de ánimo de Alice se levantaría por el consumo de alimentos, así que le ordenó a la camarera su pedido.

Efectivamente, cuando Alice tuvo su comida varios minutos más tarde, su humor se iluminó. Kagami, al ver a Alice tan contenta de repente mientras le preguntaba qué había pedido él, estaba sorprendido. Entonces pensó “Como sea…”, sintiéndose satisfecho.

“Bien entonces, tenemos que planificar el horario de viaje al castillo del Rey Demonio.”

“Sin duda, nos va a tomar diez días llegar allí. Sin embargo, pienso que necesitaríamos el doble de tiempo si queremos movernos discretamente.”

Kagami extendió sobre la mesa un mapa del Reino de Arcasia mientras sostenía un pan en la otra mano. Alice parecía un poco ansiosa.

Era inevitable que quisiera saber sobre la verdad detrás de la enfermedad de su padre y la invasión de la Armada del Rey Demonio lo más rápido posible. Por encima de todo, intuitivamente sentía que las cosas se podrían volver irreversibles si tardaban en actuar.

“¿Los caballos no son buenos?”

“Los caballos absolutamente nunca dejarían que un Demonio monte en ellos… Alice, tu magia está suprimida, pero el ojisan Demonio… Menou es imposible.”

Alice estaba decepcionada y dejó caer sus hombros.

“Bueno… si tenemos que ir allí rápidamente, definitivamente hay una manera.”

Alice inmediatamente se animó con esas palabras.

“¿Cómo?”

“Hay una cierta cosa que podríamos montar que nos dejaría llegar rápidamente, pero absolutamente no quiero montarlo.”

“¿P-Por qué? Yo… Yo quiero saber lo que está pasando en el castillo, y cuando antes mejor, aunque sea solo un poco.”

Kagami, que no conocía los sentimientos de Alice, pensó en ello mientras el sudor corría por su frente. Honestamente, Kagami también estaba preocupado sobre la situación del Rey Demonio. Su intuición le decía que no podía ser lento en cuanto a eso, no importa qué. Era más importante que preocuparse por ser atacados por humanos.

“Yosh, vamos a decidirlo basado en lo que tenemos. Iremos con el voto de la mayoría.”

“¿Takako-san pensará que está bien que la montemos a ella?”

“¿Acaso Takako no es alguien que quisiera tener a múltiples personas montándola?”

Kagami puso el pago de la comida en la mesa, se levantó, y caminó para irse de la posada. Alice trotó por delante de Kagami.

“La cierta cosa… es un monstruo llamado Kenta-Uros, existen fuera del Reino de Arcasia. Aunque pueden hablar como si fueran Demonios siguen siendo monstruos, así que no hay por qué preocuparse de que liberen magia como los Demonios. En otras palabras, son inofensivos.”

“Hay tal monstruo, ¿huh? No lo sabía, ya que era imposible para mí dejar Arcasia. No estaba listado en los libros que leo.”

“Fueron puestos en un país insular en vez de en el Castillo del Rey Demonio, ya que era demasiado peligroso tenerlos dentro del Reino de Arcasia.”

Kagami se detuvo en uno de los cruceros de la ciudad y señaló un carro que se acercaba con un sonido traqueteante.

La mirada de Alice siguió su dedo y el carro reflejado en sus ojos causó a su corazón latir con violencia. Un Kenta-Uros se había presentado, tirando del carro. La parte superior de su cuerpo tenía la apariencia de un ser humano que llevaba cuernos, como si fuera un demonio, mientras que su mitad inferior parecía un caballo.

El carro era tirado por dos Kenta-Uros. Uno era rubio y tenía una hermosa figura, mientras que el otro, que era lo suficientemente mayor como para ser un ojisan, tenía un bigote negro y un pelo corto y negro que estaba peinado hacia atrás desde su frente. Tenían un aroma único y despedían una gran atmósfera mientras tiraban del carro.

“¡Sorprendente! Son capaces de hablar porque la mitad superior de su cuerpo es como un Demonio, ¿cierto? Pero no siento magia, a pesar de que sus cuernos se ven como los de un Demonio… ¡Sorprendente! ¡La senda de la coexistencia que estaba buscando!”

“¡Silencio! Tu voz está muy alta. Aquí eres solo un ser humano. Por ahora, todavía es demasiado pronto para decidir… Tan solo mira.”

Mientras que los Kenta-Uros tirando del carro pasaban al lado de Kagami, él les dirigió una mirada deformada, como si sintiera asco por ver sus caras.

Sin decir nada, el Kenta-Uros ojisan, que notó la mirada de Kagami, se detuvo frente a él.

“Un humano… esta expresión, ¿a qué se debe?”

Característica #1 de los Kenta-Uros: demasiado orgullo. No, aunque era incierto si su orgullo era alto o no, si veían una cara desagradable, definitivamente se detenían y comienzan a hablar sobre cualquier cosa.

Cuando Kagami continuó mirando al Kenta-Uros sin decir nada ni cambiar su expresión, su compañero rubio dio un paso adelante.

“Humanos… somos una noble existencia. Ustedes son seres vivos inferiores.”

Característica #2 de los Kenta-Uros: siempre creían que eran una noble existencia, incluso delante de un humano con un nivel abrumadoramente superior.

“Aquellos como tú son una existencia igual a basura. Deberías estar agradecido de que incluso hubiésemos dejado escuchar nuestras nobles voces. Tal basura es…”

“¡Callaos! ¡Andad más rápido!”

Mientras los Kenta-uros hablaban, el angustiado mercader a bordo del vagón gritó y, con un bashibashibashibashi!, azotó a las dos criaturas que se habían detenido. Al mismo tiempo que el violento y doloroso golpe resonó:

““NNH AAAAAAAAHHHNN ¡¡SE SIENTE TAN BIEN!!””

Los dos Kenta-Uros comenzaron a gritar alegremente, sus ojos rodaron hacia arriba, y sus lenguas colgaron de sus bocas abiertas, babeando, en cuanto fueron azotados con el látigo.

Característica #3 de los Kenta-Uros: Abrumadoramente masoquistas.

Tienen una potencia varias veces superior a la de un caballo, y son capaces de superar vigorosamente cualquier obstáculo. Ya que miraban cara abajo a los seres humanos, sería normal para ellos nunca obedecer. Sin embargo, eran masoquistas a más no poder, por lo que solo eran monstruos inofensivos que obedecían a cambio de ser azotados. Ellos son: Kenta-Uros.

Eran monstruos que querían ser maltratados, en lugar de preservar su orgullo. Sin embargo, ellos reconocían esto como una relación de dar y tomar, así que, para ellos, su orgullo estaba siendo preservado de todas formas.

“Increíble, Kagami-san. Jamás me he sentido tan odiada.”

“Lo sé.”
 


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