LV999
Villager
Volumen
1 - Capítulo 2 - Parte 15
“¿Estas diciendo… que el Rey Demonio
está enfermo?”
Cuando su miedo amainó, el Demonio
recordó haber conocido al Rey en persona en su castillo antes de venir aquí. La
seguridad del Rey Demonio tenía prioridad sobre cualquier otra cosa, pero,
quitando eso, el Rey Demonio, sin duda, había estado majestuosamente sentado en
su trono.
No había nada particularmente extraño en
lo que recordaba, aunque podría estar equivocado sobre ello. Como siempre, el
Rey Demonio había estado sentado en su trono en la parte más profunda del
inmenso palacio. Aquel que se hacía llamar el General de la Armada del Rey
Demonio, y que también servía como mayordomo del Rey, Estelar Urgot, había
estado a la derecha del trono y había dado la orden de atacar la ciudad.
A pesar de que no había pensado nada
extraño por aquel entonces, en ese momento el Demonio se dio cuenta de que algo
estaba mal.
“¿…El que me dio la orden no fue el Rey
Demonio?”
Murmuró mientras se ponía una mano en la
boca, a pesar de sus preocupaciones. Kagami sonrió sin duda al escuchar esto.
“¿Hey, no es aún muy pronto para
decidirlo?”
“L-Lo es, pero ¡espera! El Rey Demonio
estaba cerca, ¿¡no podría haber negado la orden!?”
“Es por eso que dije que es demasiado
pronto como para sacar conclusiones precipitadas. Yo, de igual forma, no sé lo
que pasó. Existe la posibilidad de que experimentara un cambió en su
personalidad y tratara de conquistar el mundo, ¿pero no sería más posible que
estuviera siendo manipulado por alguien?”
“¿Siendo manipulado? ¡Imposible! ¡Es
imposible para un caballero como el Rey Demonio ser manipulado!”
“Solo estoy diciendo que es una
posibilidad. No sé si es cierto, pero Alice dijo que el Rey Demonio está
enfermo.”
Por el momento, como no se sabía si el
Rey Demonio emitió la orden o no, la sed de sangre de Kagami desapareció y él
respondió con optimismo.
El Demonio consideró las palabras de
Kagami. Si la historia era verdad, la existencia de Kagami se convertiría en
peligrosa para él. Originalmente, el propósito de la operación era dejar que
los Aventureros reunidos en esta ciudad conocieran la existencia de la Armada
del Rey Demonio. El objetivo era aplastar a los Aventureros con la sensación de
que ningún lugar era seguro para que, en el futuro, fueran más propensos a
morir. El objetivo no era destruir a los Aventureros.
Por lo menos, no sería un gran problema
si regresaba ahora. El Demonio se quitó la capa y dispersó su magia corporal
mientras emitía un comando.
“¡Máxima velocidad hacia el castillo del
Rey Demonio! ¡Confirmad las verdaderas intenciones del Rey Demonio-sama…!”
Cuando el Demonio terminó de emitir el
comando, la bandada de Hell Crows cambió inmediatamente su curso y se dirigió
hacia el suroeste de Balman.
“No, no te dejaré hacer eso.”
Al mismo tiempo, Kagami cogió la cabeza
del Hell Crow que estaba montando y por la fuerza la movió hacia los otros Hell
Crows.
Cuando llegó lo suficientemente cerca,
saltó fuera de su Hell Crow y agarró a otro, lanzándolo hacia los demás en el
aire. Entonces aterrizó de nuevo en el primer Hell Crow, como si lo hubiera
adiestrado para que lo cogiera cuando caía.
“¡Mira! ¡Rápido! ¡Cura antes de que
caiga! ¡Sana!”
Kagami cogió la cabeza del Hell Crow de
nuevo y y lo movió hacia los dos Hell Crows que se habían convertido en gemas y
oro. Movió ambos brazos a una velocidad que era demasiado rápida como para ser
vista y lo atrapó todo.
“¿Qué estás haciendo, t-tú, bastardo?
¿No estás preocupado también por el Rey Demonio-sama? ¡Tengo que ir a
confirmarlo! ¡Independientemente de si esta operación es algo que el Rey
Demonio quiere o no!”
(NT: A partir de ahora, el que
tartamudea siempre es el Demonio.)
“No, pero… son Hell Crows.”
¿Porqué son Hell Crows? El Demonio no
podían entenderlo para nada y se sentía
como si estuviera demente mientras veía al Aldeano regodeándose delante de él.
“E-Entonces, voy a dejar que me sigas,
¡bastardo! ¡Después de seguirme, te voy a dejar lidiar con los Hell Crows como
quieras! ¿Qué hay sobre eso?”
“No~, bueno, es absolutamente necesario
que lleve a Alice conmigo.”
“¡E-Entonces, está bien que traigas a
Alice-sama también! ¡Vamos a dejar que monte uno de los Hell Crows que he
mandado descender hace un momento y que se dirigen al castillo del Rey Demonio!
¡No deberías tener ninguna queja sobre eso!”
“¿Acaso quieres que se mueran al momento
en que toquen el suelo? Hay un Héroe abajo, ¿recuerdas?”
“¡En ese caso, ve separado y lleva a
Alice-sama contigo! ¡Te esperaré!”
“¡Cálmate!”
Kagami gesticuló para que el Demonio,
que estaba gritando, cerrara la boca, antes de mirarle a los ojos seriamente.
“Hay una posibilidad de que el Rey
Demonio esté siendo manipulado y también hay una posibilidad de que hicieras el
tonto viniendo aquí. Si vas y tratas de confirmarlo, el Rey Demonio, o más bien
tú, podríais poneros en peligro. No pongas el carro por delante del caballo,
¿no sería más fácil investigar en secreto la manera de entrar en el castillo
del Rey Demonio después de haber fingido ser golpeado hasta la muerte por los
humanos? Además, no quiero que haya un rumor raro sobre mí viajando junto a un
Demonio que fue traicionado. En otras palabras, nadie se beneficiaría de que
hiciéramos este viaje. Es por eso que creo que el derrotar a los Hell Crows de
esta forma sería una situación favorable para todos. Además, sería molesto
dejar que todos estos Hell Crows llenos de piedras preciosas y oro llegaran al
castillo del Rey Demonio. Extremadamente molesto. Esto es muy importante. Es
mucho mejor que ir caminando allí cuando quiera piedras preciosas y oro. ¿Lo
entiendes?”
“No lo entiendo para nada.”
Cuando el Demonio respondió, Kagami
saltó a otro Hell Crow. Luego saltó a un tercero casi como si hubiera pateado
al anterior, y repitió esta acción múltiples veces a la velocidad del rayo.
En el momento en el que saltaba de un
Hell Crow, este se transformaba en piedras preciosas y oro. Cuando el último
Hell Crow, el cuál el Demonio estaba montando, descendió hacia el suelo para
escapar, Kagami comenzó a recoger las gemas y el oro que caían.
El Demonio estaba aturdido y sólo pudo
observar a Kagami. No hubo ningún momento en el que interfiriera tampoco. Los
diez Hell Crows habían sido asesinados en diez segundos y el suyo era el único
que quedaba.
“B-Bastardo. Dios mío… no, eso fue
demasiado rápido. ¡Deja de recoger gemas! ¡Estás cargando demasiado! ¡A este
ritmo, vamos a caer como los demás Hell Crows!”
“¿Qué quieres decir con eso?”
Efectivamente, Kagami estaba con el
Demonio en su montura, y una gran cantidad de gemas y oro había sido apilada en
la parte superior del Hell Crow. Con un “¡Gueh!”, el Hell Crow dejó escapar un
llanto amargo y progresivamente redujo su altura.
Kagami, que se había deslizado un poco
del lomo del pájaro, golpeó a los Hell Crows encima de él, los que habían
vuelto al ver que su amo no los seguía. Cuando el último de ellos se convirtió
en trozos de gemas y oro, Kagami y el Demonio cayeron, junto a sus tesoros
recogidos.
“¿V-Va esto a salvarnos si caemos? ¿Esto
está bien?”
“Si es desde esta altura, probablemente…
A mí puede que me duela un poco. En cuanto a ti, puede ser muy doloroso.”
“¿Q-Qué acabas…de decir? ¡…AaaaaAAH!”
Kagami y el Demonio cayeron en medio de
un vasto bosque que existía en el suroeste de Balman. Kagami se estrelló en el
suelo en línea recta, mientras que el Demonio fue golpeado por árboles y hojas.
“¿Q-Qué estás haciendo?”
“¿No quemaste mis ropas? Quiero envolver
las gemas con ropa.”
Kagami colocaba la capa que tomó del
Demonio y comenzó a mover el oro y las gemas caídas sobre ella. El Demonio, que
había sido herido por la caída, silenciosamente lo observaba.
“Ahora que lo pienso, no te pregunté tu
nombre, ¿cuál es?”
Le preguntó Kagami al Demonio, que estaba
apoyado en un árbol, mientras él recogía gemas.
“Menou Abebrasham… Un descendiente de
una familia que ha servido al Rey Demonio por eras. El Rey Demonio-sama…
comencé a servirle a él y a Alice-sama hace tres años.”
“Hee∼
Entonces eres bastante joven. Eso me recuerda, cuando fui al palacio del Rey
Demonio hace mucho tiempo, había un hombre con pinta de mayordomo junto al Rey
Demonio.”
“Ese debió ser mi abuelo. Falleció hace
tres años. Puso sus esperanzas en mi, y se supone que yo lo suceda.”
Kagami continuó la recolección de gemas
mientras escuchaba a Menou. A pesar de que un Demonio estaba tan cerca, Kagami
continuó con sus labores, como si no hubiera allí ningún enemigo de su especie.
Menou se sintió extraño cuando lo vio.
“Tú, bastardo… ¿no vas a matarme?”
“No hagas una pregunta como esa. Suena
estúpido.”
“¿Suena estúpido, dices?”
Si un Demonio y un Humano estaban
tratando de arreglar las cosas entre sí, sería normal que trataran de matarse
el uno al otro. Era extraño que el hombre enfrente de él no lo hiciera, y sus
palabras inesperadas hicieron a Menou perder los estribos.
“Es obvio luchar si odias a los humanos
y estás en una situación donde luchar es la única opción, pero tú no pareces
ser ese tipo de persona. Más que nada… ¿no estás realmente preocupado por Alice
y el Rey Demonio justo ahora? Como un buen tipo, por ejemplo.”
Menou entró en shock por un momento a
causa de estás palabras inesperadas pero, por alguna razón, fue convencido
inmediatamente. La credibilidad de Kagami también se vio reforzada por el hecho
de que, a pesar de que en esta situación Menou no podía hacer nada, él continuó
recogiendo gemas sin dañar al Demonio.
“Bueno, ya he reunido todos los tesoros.
Iré a casa y diré que he vencido a todos. Traeré aquí a Alice alrededor del
mediodía de mañana, e iremos al Castillo del Rey Demonio juntos en ese momento.
Sólo había planeado enviar a Alice allí, pero también quiero ver en qué
condición se encuentra el Rey Demonio.”
“¿Por qué tenemos que ir juntos? ¿No
habrá un mayor riesgo de ser cazados por humanos?”
“¿Pero no será peligroso para ti tratar
de volver desde aquí por ti mismo? Además, incluso si consigues volver, es
peligroso. ¿No será más tranquilizador si Alice está con nosotros? No tienes
que preocuparte por nada, ya que voy a protegerla.”
Menou se quedó estupefacto. Después de
ver su expresión, Kagami dijo: “Bueno, nos vemos mañana”, y se fue. Llevaba las
gemas y el oro envueltos en la capa del Demonio a su espalda.
“¿El Rey Demonio-sama y Alice-sama son
amigos de un humano? ………………………….Hmph.”
Menou se lo imaginó y resopló mientras
pensaba: “También hay este tipo de humanos…”. Aunque era muy ligeramente,
aceptó a Kagami.
Repentinamente levantó la vista hacia el
cielo nocturno y vio la luna llena. Su estado de ánimo se hizo más brillante y
se calmó al oír el viento soplando a través del cielo estrellado.
Había atacado y había sido derrotado. No
había salido victorioso, pero el consuelo llenó su corazón de asombro.
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