Capítulo 75: El día de la ejecución
Después de que hubieran pasado varios días, la ejecución de Charlotte iba a tener lugar.
Gortoberuk y Fiore eran jueces, y por los resultados de la investigación de los crímenes de Charlotte, otros delitos que fueron descubiertos por Riku fueron mostrados; Corrupción política como la apropiación indebida de dinero y el soborno. Con crímenes que no sería suficiente, no importaba cuántos dedos fueran a contarlos, esto no era hasta el punto de que pudiera ser perdonada por exiliarse o arrestar en la casa.
Charlotte fue sentenciada con el más grave de los castigos. Se decidió sentencia de muerte.
En la plaza central de la Capital de los demonios, hasta el último de los demonios estaba reunido.
Frente a sus ojos, estaba expuesta Charlotte con sus manos atadas a la espalda. Sus crímenes ya habían sido dados a conocer al público y además, rumores exagerados como “tiene conexiones con los espiritistas para boicotear demonios influyentes” o “ha dormido con Rook” se habían extendido. Los ojos de los demonios estaban inyectados en sangre por la ira, e insultos no paraban de ser lanzados contra Charlotte.
Pero, Charlotte, que era el centro de ese tumulto, ni siquiera miraba al público.
―Gh… todo esto… todo es su culpa.
Mientras mordía sus labios, Charlotte solo miraba a una chica. El rostro que se suponía que debía ser lindo estaba impregnado con una máscara de odio que la hacía irreconocible. El odio llegaba al punto de poder notar sus ganas de matarla con solo acercarte a ella. Pero, la chica pelirroja, Riku Barusak, que había sido bañada directamente por el odio de Charlotte, sonreía confortada.
―…Hey, ojou-chan, ¿está esto bien? Charlotte-sama te está dirigiendo una mirada llena de odio, ¿sabes?
Vrusto, que estaba junto a Riku, susurró preocupado.
Pero, Riku se mantuvo sonriendo calmadamente.
―¿Es así? No me importa demasiado… es más, Teniente Segundo Vrusto, no hay razón para usar honoríficos con una chica tan promiscua. Puedes decir su nombre tanto como quieras.
―Bueno ese no es el problema… Ah, que decir… ¿Entiende ojou-chan el significado de lo que acaba de hacer?
Chasqueando la lengua de forma molesta, Vrusto preguntó.
Debido a que el trono había sido ocupado por Charlotte, en la situación actual, no había nadie liderando a los demonios.
De hecho, no había necesidad de otro Rey Demonio Regente. La razón de esto era que solo hace unos meses el Rey Demonio iba a ser revivido. Hasta eso, Rudogar Gortoberuk tomaría el liderazgo de la comandancia militar, y el gobierno sería dejado a Fiore Panter.
―¿Qué era todo eso de “no pretendo matar a Charlotte”? Al final acabaste matando a Charlotte-sama.
―Aquel que decidió su muerte no fui yo. Fue resultado de la acumulación de sus crímenes.
Riku solo había sacado a luz una parte de los crímenes de Charlotte. Si Charlotte hubiera sido consciente de la posición que ostentaba como regente, seguramente no habría sido sentenciada a muerte.
―Esa es la misma razón por la que Fiore Panther cambió de bando. Las acciones de Charlotte la hicieron cambiar de parecer. Todo se debe a lo que ha hecho Charlotte.
La única cosa que Riku había hecho días atrás antes de la reunión era… antes que cualquier demonio, le había dicho a Fiore “Lo que realmente ocurrió en Deurofoi”.
Fiore, quien trabajaba como ayudante cercano de Charlotte, realmente sabía lo que pasó en Deurofoi. Riku no lo sabía , pero, de hecho, el que se encargó de ordenar ocultar la verdad de lo que sucedió en Derufoi había sido Fiore. Ella había pensado que lo que había sucedido en Derufoi había sido por el bien del ejército del Lord Demonio, pero una vez que Riku se fue después de decirle eso, empezó a tener dudas.
―Ahora que se acerca el momento de la resurrección del Rey Demonio, los espiritistas ciertamente nos intentarán detener. Realmente, se ha informado de Dque los ejércitos espiritistas se han desplazado al lugar donde el Rey demonio fue sellado. Si consideras que será una batalla muy seria contra los espiritistas, objetivamente hablando, realmente piensas que Charlotte es apropiada como regente.
―Eso…
Siendo preguntado por Riku, Vrusto evitó su mirada.
La batalla que pondría en juego la resurrección del Rey Demonio sería la más importante de las batallas. Entonces, ¿estaría bien dejar el liderazgo a alguien que sintió amor por el enemigo aunque fuera un momento? No, no hay manera de que eso esté bien. Fiore debió entenderlo hace mucho tiempo, pero tenía una relación con su mejor amiga, Keity, quien reverenciaba a Charlotte, y probablemente debido a eso, no podía juzgar que Charlotte tenía que dimitir.
Estaba claro que sí Fiore era capaz de cortar sus sentimientos sería capaz de tomar decisiones lógicas, ella cambiaría fácilmente de facción. Actualmente, Fiore, quien había dado las palabras de “Charlotte no tiene las habilidades necesarias para liderar a los demonios”, ya había entrado a la facción anti-Charlotte.
―Si cometes un error y te dejas llevar por tus sentimientos, acabarás estrangulando por ti mismo. Deberías recordar eso, Teniente Segundo Vrusto.
―Te diré entonces esas palabras de vuelta.
Vrusto dio una palmadita en el hombro de Riku.
―Esta vez, las acciones de ojou-chan eran razonables. No había error. Pero, las emociones de ojou-chan… de hecho, podrías decir que es un mal hábito. Se mostró esta vez de nuevo.
―¿Mal hábito?
Riku no entendió del todo lo que Vrusto trataba de decirle. Mirando atrás en el tiempo, Riku no recordaba haber hecho nada malo, y no creía tener ningún hábito extraño. Inclinando la cabeza hacia un lado como un pequeño pájaro, miró a Vrusto con dudas.
―¿Tengo algún mal hábito?
―Idiota, sé más consciente de ti misma. El mal hábito de ojou-chan es pensar demasiado en el Capitán Leivein.
―¿Es eso un mal hábito?
Riku frunció el ceño. Sabía que sus propias acciones tenían como objetivo “vengarse de los Barusak” y “Volverse el ala derecha de Leivein”, pero realmente no entendía por qué era un mal hábito.
Derrotado, Vrusto sacudió la cabeza, y justo cuando estaba a punto de decir algo…
―¡Yo no hice nada malo!
Los llantos de Charlotte llenaban la plaza.
Tornando sus ojos hacia el centro de la plaza, vieron la figura de Charlotte siendo atada de brazos y piernas. El otro lado de las cuerdas estaba conectado con fieros toros. La razón por la que Charlotte estaba siendo atada a sus extremidades era porque iba a ser desmembrada. No había manera de que el pequeño cuerpo infantil de Charlotte pudiera tener la fuerza necesaria para soportar toros tirando de sus cuatro extremidades.
El destino de Charlotte era que su cuerpo fuera desgarrado y morir.
Debido a que Charlotte trató al ejército como su propia pertenencia, los demonios tenían sentimientos de ira y odio que se desbordaban de su cuerpo. Desde las perspectiva de los demonios, este final era obvio, pero desde la de Charlotte, quien iba a ser ejecutada, su muerte era algo que definitivamente no podía aceptar.
―¿¡Qué he hecho mal!? ¡Estáis siendo engañados por las dulces palabras de esa humana!
―Oh, eres muy cruel para decir que me burlo de ellos.
Sin escuchar a Vrusto tratando de detenerla, se acercó a Charlotte.
El brazo y pierna derecha de Charlotte ya habían sido atados a las cuerdas. Señalando con su mano a los ejecutores que estaban atando las extremidades para que se retiraran, Riku miró a la deformada Charlotte.
―Yo solo les he contado la verdad.
―Riku Barusak… ¿has olvidado mi gratitud? Si no te hubiera reconocido, ¡No hay manera de que pudieras estar donde estás ahora!, ¿lo sabes?
Incluso si tu no me hubieras reconocido, el Capitán Leivein ya me había reconocido.
Mientras miraba a Charlotte, Riku le dijo la realidad de forma indiferente.
Con su dorado pelo como el trigo ondeando, Charlotte se enfrentó a Riku. De repente, abriendo ambos ojos, abriendo su pequeña boca hasta el punto que sentía que se desgarraría, gritó.
―Yo… yo soy la hermana pequeña del Rey Demonio, ¿¡Lo sabías!? ¡Es más, soy el Rey Demonio Regente! ¡¡Cuál es el problema por usar el ejército como quiera!!
Para los ojos de Charlotte, todos los que servían en el ejército eran propiedad de su hermano. Ya que eran propiedad de su hermano, era obvio que ella, quien era su hermana, sería idolizada.
En otras palabras, lo que pensó de Keity, Fiore, Riku, y también Leivein no eran “Soldados del Ejército del Rey Demonio”, eran “Propiedad del Rey Demonio”, y por eso, “no eran más que piezas que usar libremente”. Con lo que Riku había sospechado siendo declarado públicamente, a pesar de que todo estaba ya hecho, su ira explotó.
―Tu chica promiscua… nosotros, ¡…El Capitán Leivein no es tu herramienta!
Dejándose llevar por la ira, Riku movió su mano a la alabarda de su espalda.
En el instante que el filo de su alabarda brilló, los ojos de Charlotte brillaron, porque parecía que la alabarda de Riku podría cortar la cuerda y la liberarían, Charlotte movió su cuerpo para que la cuerda se cortara.
―Grita,puta.
Pero, ese pequeño truco no pasó desapercibido para Riku.
Moviendo sin prisa su alabarda con su único brazo, cortó el brazo derecho de Charlotte. Como una fuente, la sangre se desbordó de la herida, y el grito de Charlotte se hizo eco.
Mientras la sangre caía de su alabarda, Riku preguntó a Charlotte, quien sufría por el dolor.
―Ahora, aún tienes tiempo de pedir disculpas. Charlotte Demonz… discúlpate por la falta de respeto al Capitán Leivein.
―…Y-yo no hice nada mal. Lo verás, Riku Barusak. Un día, cuando onii-sama vuelva, tu serás…
―Ya veo, así que no te disculpas.
Silenciandola, Riku blandió su alabarda contra la pierna izquierda de Charlotte.
Tras el brazo, la pierna izquierda de Charlotte había sido cortada, y un grito desgarrador se hizo eco por toda la plaza. Riku sentía la urgencia de cortar su cabeza, pero intentó contenerse solo golpeándola.
―Ghn…
Viendo como había usado un poco demasiada fuerza, el rostro de Charlotte se hinchó hasta el punto de ser irreconocible. El pelo dorado de Charlotte que solía ser precioso estaba pintado con sangre.
Pensando un poco, Riku mostró una sonrisa como si estuviera pensando algo divertido.
―Entonces, te daré una oportunidad.
Riku puso su pie sobre la cara hinchada de Charlotte. Mientras lo movía y apretaba sobre ella hasta que su mejilla era roja, Riku le dijo a Charlotte en tono gentil como si la estuviera aconsejando.
―Si dices que “Eres una chica promiscua que se acostó con el enemigo”, les convenceré de que te liberen.
Mientras que parecía ser algo solo para humillarla, el rostro hinchado de Charlotte reaccionó, pero aún así, en lágrimas, finalmente dijo.
―S-soy una chica promiscua que se acostó con el enemigo.
―Lo siento, la audiencia es muy ruidosa, no he podido escucharte.
Dijo Riku calmadamente.
Confirmando que el rostro de Charlotte estaba teñido de desesperación, Riku se alejó de Charlotte y se acercó a lo toros que estaban quietos.
―Ahora pues, este es el final. Nos vemos Charlotte Demonz.
Tras dar la señal alzando su mano a los ejecutores que estaban junto a los demás toros, Riku golpeó al toro. Con el toro siendo asustado por el repentino golpe, comenzó a correr. Y el toro del otro lado siendo tratado de la misma manera, comenzaron a escapar de la fuente de dolor.
A pesar de sus súplicas, Charlotte, quien había sido estirada por dos sitios, fue destrozada.
Sus balbuceos de odio fueron silenciados por la excitación del toro, y así, nadie fue capaz de escuchar lo que Charlotte dijo en sus últimos momentos.
Mirando a Charlotte, que ya no decía nada, de forma aburrida, se dirigió fuera de la plaza.
―…Ahora entonces, con esto, no hay más molestias. Vrusto, volvemos a Myuzz
El público, que no podía contener su ira, envolvió a la desgarrada Charlotte.
Yendo en la dirección opuesta a las olas de gente, en el momento que dejaron la plaza, Vrusto habló.
―Hey, ojou-chan. Algún día, podrías acabar maldecida.
Vrusto dejó salir varias quejas. Los ojos de Vrusto mostraban inusual seriedad en ellos.
―También está la predicción de Shibira, ¿verdad? Sé un poco más indulgente, ojou-chan.
―Está bien. No importa qué tipo de futuro sea, lo despedazare. Además, estoy bien. No moriré hasta convertirme en el ala derecha del Capitán Leivein después de todo.
Mostrando una sonrisa llena de brillo, cruzó el puente, donde los soldados que había traído la habían estado esperando. Pronto, comenzaría a llover. Por el oeste, nubes negras podían divisarse como si estuvieran irritadas contra ellos.
―¿…Deberíamos tomar algunos paraguas?
Murmurando eso en voz baja, Vrusto siguió a Riku mientras escuchaba las voces del tumultos tras ellos.
A la vez, algo estaba ocurriendo en la Capital Real también.
―…De acuerdo a tus crímenes, Rook Barusak deberá ser exiliado de la Capital Real. Hasta que recuperes a mi amada Princesa, no tienes permitido regresar de nuevo a la Capital Real.
El Rey Shiidoru declaró el castigo de Rook.
El Rey estaba furioso. Su amada y hermosa Princesa que había criado con todo su corazón había sido secuestrada por demonios. Además, quien había tenido la culpa era el mujeriego, Rook Barusak, era como echar aceite al fuego.
En una situación así, no hay manera de que Rook pudiera objetar contra su castigo. Rook estaba escuchando silenciosamente las frases del Rey.
―¿Tienes alguna objeción, Rook Barusak?
―No. Iré a rescatar a la princesa Catherine por mi mismo.
Arrodillado con una rodilla en el suelo, Rook silenciosamente bajo su cabeza. Pero, su voz estaba temblando.
El evento de rescate que debería haber pasado si fallabas al detener a Catherine de ser secuestrada ciertamente existía.
Pero, el Rey no debería estar entrando en cólera, y más importante, las heroínas con altos niveles de afección lo estarían acompañando. Declararían que lo acompañarían en el viaje para rescatar a Catherine.
…Pero, no había signos de que eso ocurriera.
Había algunas nobles mirando mientras tragaban saliva, pero no había signos de que se unieran a la conversación. Solitario, Rook mostró una sonrisa de tristeza.
―…Como era de esperar, es diferente al juego.
―¿Has dicho algo, Rook Barusak?
―No, simplemente estaba hablando conmigo mismo. ¡Definitivamente la salvaré!
Rook juró que daría su mejor esfuerzo para rescatar a Catherine.
Quería rescatar a Catherine rápidamente y con eficacia, lidiar con los resentimientos de Selestinna, Rebecca, Kurumi y las otras, también la gente que había muerto hasta ahora cuyos nombres desconocía, y arreglar las heridas en el corazón de Riku, a quien él había desechado.
―Ah, hay demasiadas cosas que tengo que hacer.
También necesitaba reconciliarse con Charlotte para detener la resurrección del Rey Demonio. Por el bien de la paz, había necesidad de enfrentarse a Raimon, su padre. Las cosas que necesitaba hacer se mostraban como una montaña ante sus ojos.
―Pero es mi responsabilidad.
Era debido a todo lo que tenía que hacer que no podía rendirse.
Creía que era su expiación.
Mirando al frente, Rook comenzó a andar.
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