domingo, abril 30, 2017

Katahane no Riku - Volumen 2 - Capitulo 65


Capítulo 65: Fantasma


La vida de este chico no tiene ningún uso.

Riku chasqueó su lengua en voz baja.

Después de que Riku le contara sobre Selestinna, Rook finalmente había ido contra ella directamente con intención de asesinarla.

Riku estaba tan feliz por ello que no podía contenerse. Su cuerpo excitado era una reacción natural, y su corazón comenzó a temblar por su elevado ánimo. Por supuesto, Riku aún recordaba las órdenes de retirada que habían sido dadas por Leivein. Ella sabía que sería malo forzar su cuerpo en un lugar como este.

Pero, hasta que hubiera matado a su enemigo que había caído al suelo en este callejón, no podría retirarse.

Tras finalmente ser capaz de completamente doblegar a su enemigo, tuvo que chasquear su lengua.

Eso era porque sus excesivas expectativas habían sido rápidamente destruidas hasta el punto de ser realmente malo.

Riku era capaz de saber por el primer ataque de Rook, era capaz de saber que ese chico no era un oponente bueno para luchar.

Con su cuerpo moviéndose por la ira, la esgrima de Rook era fuerte. Pero, no era más que un incremento de fuerza. Por otro lado, a cambio de esto, había perdido otros importantes factores.

Rook no estaba pensando a dónde apuntar para nada. A pesar de sus ganas de matar, no podía sentir que realmente quisiera matarla con esos golpes.

—…Hey ¿estás intentándolo en serio?

Riéndose, Riku se burló de Rook.

Riku pensó que si provocaba a Rook, sería capaz de que Rook se lo tomara un poco más en serio.

Pero… el resultado fue muy molesto, cuanto más tiempo pasaba, los ataques de Rook eran más ásperos.

Si esos golpes que Rook se había mantenido repetidamente lanzando contra ella eran capaces incluso tocarla un poco, Riku no saldría indemne.

…pero realmente sería solo si la tocaban.

Los golpes de Rook eran demasiado largos, su trayectoria era fácil de leer. La forma en que se había rendido de acertar un golpe, era como si dijera “siéntete libre de matarme”. Por como los golpes eran tan malos, Riku sospechaba estar siendo atraída a una trampa, pero tras mirar los ojos de Rook, quien había perdido la razón por la ira, no parecía ser el caso.

—¡¡¡Mierda, acierta, acierta acierta acierta aciertaaa!!!

Mientras soltaba gritos molestos, él seguía balanceando su espada. Debido a lo irritante que era, Riku comenzó a considerar cortar su cuello ya.

Rook era mucho más inútil de lo que Riku había esperado. El que su lucha fuera productiva o no, no era el problema.

Aunque Riku tenía el hándicap de tener un solo brazo, si no hubiera estado en esa situación, no sería raro pensar que podría haberlo matado por accidente.

…Era una lucha aburrida e inútil.

Pero aun así, Riku lo aguantaba.

Tenía las expectativas de que Rook tendría un as en la manga.

Riku planeaba destrozar a Rook y borrar toda esperanza que le quedara en ese momento. Y después de eso, lo arrastraría a casa y acabaría matándolo tras torturarlo mucho más.

Para que esto se hiciera realidad, que Rook mantuviera una pelea tan aburrida, no tenía ningún sentido. Si Rook tuviera la determinación de ponerse de pie y luchar, o de apretar los dientes con desesperación, aunque Riku prefería lo primero si era posible, lo que Rook había elegido era el camino del perdedor.

—¡Deja que te mate de una vez, mierda! ¡Demonio!

La intención asesina desapareció de los ojos de Rook, quedando en ello solo el miedo. Riku ha perdido por completo la motivación. Mientras se lamentaba de cómo había desperdiciado su tiempo en algo tan aburrido, decidió cambiar su actitud sobre este combate.

—…Ya veo, solo llegaste a esto.

Tan pronto como Riku dijo eso, golpeó el estómago de Rook con su codo izquierdo.

Riku ha cambiado de parecer.

No lo llevaría de vuelta vivo para torturarlo hasta la muerte. Mejor que eso, lo mataría ahora mismo, eso parecía ser mejor. Después de todo, aún había gente que quería matar.

Pensando sobre ello, aquel mandando a los espiritistas en Deurofoi y el comandante de la armada en Karkata era Rook Barusak. A pesar de estar en una posición claramente favorable en números, ha sido víctima de mala fortuna. No hay manera de que Riku pudiera perder ante alguien así. Para empezar, no hay forma de que pudiera disfrutar una batalla así.

—Adios, Rook Barusak.

Una vez que Riku dijo la sentencia de muerte de Rook, Rook comenzó a llorar como un cerdo que iba a ser sacrificado. Lo que estaba ahí sentado era la fea figura del siguiente líder de los Barusak.

Mirándolo con ojos fríos, Riku blandió su espada y…

—¿Hm?

Riku notó que algo iba mal.

Rook debería estar temblando con sus manos en la cabeza hasta hace unos segundos.

En vez de eso, Rook no estaba temblando. Es más, ahora estaba de pie. Estaba alejado del rango de espada de Riku y la estaba observando. Estaba lleno de ganas de matar antes, pero ahora parecía haber repuesto su compostura.

Más que nada, sus ojos llenos de miedo ahora ardían con espíritu de lucha.

—…Heh.

Quizá usó algún tipo de técnica para hacerla ver una ilusión, o activó algún tipo de poder.

Como sea, esto parece haberse puesto divertido. Con el sentimiento de excitación comenzando a regresar, Riku se lamió los labios.

—Entretenme con tu vida en juego, Rook Barusak.

Riku agarró ágilmente su espada.

Riku comenzó a preguntarse que demonios había pasado en ese instante inferior a unos pocos segundos, pero entonces, inmediatamente se detuvo. Más que pensar en esas cosas inútiles, decidió pensar en como cocinar al enemigo ante sus ojos.

—Voy a aplastarte entero después de todo.

Cuando Riku había dado un paso adelante, Rook dijo unas palabras que la hicieron dudar.

—Lo siento, Riku-ane. Me gustaría que lo dejáramos por hoy.

—¿…Parar por hoy?

Con las palabras de Rook, el tono de voz de Riku bajo un nivel.

—Yo… yo tengo que tomar responsabilidad por mis pecados. Indirectamente cambié el futuro de Selestinna-chan, Riku-ane, y los demás… necesito compensar eso… es por eso, que no puedo morir hasta haberlo hecho.

Rook siguió hablando con sus ojos fijos sobre su hombro derecho. Habló a ella como si hubiera alguien detrás de donde estaba mirando.

—Yo… no hay manera de que pueda morir todavía. Además, quiero luchar con Riku-ane de forma limpia. Quiero enfrentarte, y curar las heridas de Riku-ane y los arrepentimientos de todos. Esto es algo que creo que puedo hacer como compensación por todo… ¡¡…por eso no puedo confiar en el shinigami!!

Hablando a un ritmo rápido, Rook de esa manera mostró su espalda a Riku y comenzó a huir. Justo cuando se alejó de Riku, ella inmediatamente comenzó a perseguirlo.

Pero, aquel que tenía la última palabra no era ella. Mientras mantenía atado su corazón a punto de salirse del pecho, giró sus ojos a donde estaba Piguro.

—¡Oficial de personal Piguro! Por favor, ¡dame permiso para ir tras él! ¿…huh?

Pero, la figura de Piguro no estaba en ningún lugar a la vista. Es más, incluso su presencia se había desvanecido.

¿Quizá se asustó de la batalla con Rook y volvió con la fuerza principal?

—No, no es eso.

Pensándolo bien, Riku se golpeó a sí misma la cabeza.

Por lo que Riku sabía, incluso si Piguro tenía menos méritos que Leivein, no abandonaría a sus subordinados en medio de una batalla para escapar.

Aunque se enfadara e insultara tanto a Riku, se mantendría mirando la batalla apartado.

Aunque sentía que era ese tipo de persona, parece que se había ido a algún lugar.

—…Esto es raro.

La preocupación de Riku fue de Rook al paradero de Piguro. En el lugar donde Piguro estaba, había alguna especie de marcas negras como si el suelo hubiera sido quemado.

Agachándose, Riku intentó tocar las cenizas con su mano. Estaba considerablemente caliente. Es como si Piguro se hubiera incinerado. Pero, en ese caso, ¿cuándo ocurrió?

Riku pensó sobre su intercambio con Rook.

Rook estaba sólo sin duda. No había otras presencias de cualquier persona en el callejón; sólo estaba Riku, Piguro y Rook. Solo ellos tres.

Por lo que sabía de Piguro, no había forma de que se suicidara repentinamente frente a sus ojos. Además, no importa cuanta poca visión tuviera de la escena, unas llamas que pudieran quemar algo hasta las cenizas deberían haber sido visibles para ella.

—Quizá… ¿Había una tercera parte?

Riku pronunció la hipótesis que se le había venido a la mente.

Justo en el momento que Rook estaba a punto de irse, mientras hablaba, no estaba observando a Riku, pero sí mirando a una posición sobre sus hombros. Ella no podía ver a nadie más ahí, ¿pero quizá hubiera algo así como un fantasma que no pudiera ver?

Independientemente de lo que fuera, había algún tipo de conexión entre la desaparición de Piguro, el tercero, y también el cambio de comportamiento de Rook Barusak.

—¡¡Coroneeel!!

Mientras Riku pensaba sobre esas cosas, escuchó la voz de Roppu.

Sin bajar su velocidad a pesar de estar sangrando por el abdomen, se acercó a Riku.

—Hemos evacuado a la princesa satisfactoriamente fuera de la Capital Real. Todo lo que queda hacer es escapar de aquí… de todas formas, ¿Dónde está el oficial Piguro?

—Se habrá adelantado… probablemente. …vámonos, Roppu.

Agarrando las cenizas, Riku siguió a Roppu.

Mientras su mente se llenaba de misterios, Riku escapó de la Capital Real.

***

Tras que la pelirroja que destacaba incluso en la noche y el chico de pelo plateado dejaran el lugar, el shinigami se mostró.

Mirando a la dirección donde se encontraba la fuente de la plaza, que era hacia donde había desaparecido el chico de cabello plateado, habló en tono aburrido.

—Vaya, parece que esta vez no hay comida.

Mientras agachaba la cabeza desanimado, miró en dirección fuera de la Capital Real, donde se había dirigido la pelirroja. En el momento en que giró sus ojos, los ojos del shinigami comenzaron a brillar y entonces, extremadamente feliz, murmuró.

—Muy pronto, será hora de comer la otra alma.

Mientras babeaba ligeramente, el shinigami murmuró. No había nadie alrededor para oír esas palabras.

Los únicos que escucharon esas palabras eran las ratas alrededor y la oscuridad de la noche de la Capital Real.




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