Capítulo 5: Espada vs Alabarda
Siguiendo a Vrusto, Riku llego a una cueva.
Apartando una tela que estaba en frente de la entrada, fueron hacia el interior. El lugar estaba bastante oscuro y era un poco frio.
Justo cuando Riku comenzó a frotar sus brazos con sus manos, Vrusto se rio por la nariz.
—¿Hace tanto frio que ni siquiera lo puedes soportar?
—Quinto líder Vrusto, ¿usted no tiene frio?
—Ni siquiera un poco. Es porque estoy cubierto de pelo…..Hey, aquí—Con un tono grosero, con la mano le señalo que viniera.
A medida que se acercaban, ella noto que había una gran cantidad de armas a un lado y al otro. Debido a que estaba un poco oscuro, no lo sabía bien, pero comenzando por las espadas, había lanzas, hachas y algo que parecían ser arcos, estaban bien organizados, uno al lado del otro. Parecía como si esta cueva fuera una armería.
—Cualquier cosa de aquí dentro está bien. Elige el que mejor creas que puedas manejar.
—Uhh … Pero está oscuro y no puedo ver muy bien.
—¿Quieres que encienda una antorcha para ti?, estúpida. ¿Qué pasa si se enciende la pólvora?. Bueno, la mayoría de los demonios pueden ver bien en la oscuridad, por lo que este nivel de oscuridad no tendría que ser la gran cosa.
Para la directa respuesta de Vrusto, Riku no dijo nada más.
Como se esperaba, los demonios y los seres humanos son muy diferentes.
Pero si ese es el caso, ¿Por qué Leivein había escogido a Riku para su batallón?. Para la próxima vez, ella decidió que intentaría preguntarle si es que era posible.
Mientras Riku estaba pensando, sus ojos se clavaron en un determinada arma.
—Puede ser cualquier arma, ¿verdad?
—Sí … Por cierto, ¿alguna vez siquiera has tocado un arma?
—Más o menos.
Desde una temprana edad, con el fin de luchar contra los demonios, habida estado practicando con una variedad de armas.
Ella había estado entrenando aunque no podía infundir el poder espiritual en su arma.
Se acordo de su entrenamiento y en cómo se había convertido en una especie de solitaria.
Su padre nunca más la entrenaría, debido a que ahora era parte del ejercito de demonios. Era imposible que siquiera pensara en visitar la Casa Barusak ahora.
Reunirse con su padre, o su pequeño hermano o con su orgullosa hermana mayor…todo eso era imposible.
Ya sea si fue su impresión o no, sintió que su punto de vista se estaba desenfocando un poco.
—Hey, elige algo. Deja de perder el tiempo.
—….Si.
Riku se froto sus ojos con las mangas de su ropa. Y entonces, comenzó a buscar un arma.
Recordando el arma que le fue más fácil manejar en su entrenamiento, comenzó a tocar muchas espadas de dos manos.
Pero como ella había entrenado muchas veces con la misma espada, no pudo encontrar nada que se le pareciera. Puso las espadas de regreso y miro por encima. Arriba en una esquina, sus ojos se fijaron en una determinada lanza.
Con un solo vistazo, uno podría pensar que era muy parecida a una lanza. Sin embargo, justo en la punta de la lanza, estaba conectada una afilada hoja en forma de hacha y un enganche al otro lado.
Justo en ese momento, Riku había vista la punta y de forma inconsciente…
—¡Una alabarda!—Grito inconscientemente.
Solo por su apariencia ya era genial y no solo podía cortar sino que también, empujar, arrastrar y otras cosa, era posible luchar de muchas maneras diferentes con esa arma. Pero por su flexibilidad, se exigía una gran habilidad para manejarla. De hecho, entre los espiritistas de la Familia Barusak, la cantidad de personas que podían usar esa arma era demasiado poca.
Desde hace mucho tiempo, a Riku le gustaban las alabardas.
Mientras que ella jugaba en su entrenamiento con una alabarda de madera, siempre imaginaba que cuando se convirtiera en una espiritista, usaría una alabarda para luchar contra los demonios. El sueño de ella empuñando una alabarda quizás realmente se haga realidad, pero el otro…
—Voy a elegir ésta—Riku tomo la alabarda con su mano.
El gran peso de la alabarda, hizo que sus brazos se abrumaran. Era mucho más pesado que la alabarda de entrenamiento que había hecho en casa. Pero, curiosamente, el peso se sentía muy bien de esa forma. Además, si se trataba de ese nivel de peso, entonces sería algo con lo que ella finalmente se terminaría acostumbrando. Con los conocimientos básicos sobre cómo manejar una lanza, trato de girarla ligeramente con su mano. Con eso, se escuchó el sonido del aire siendo cortado. Ella sentía que no podía haber nada más perfecto que eso.
—¿Qué?¿Vas a elegir esa?
Vrusto elevo el volumen de su voz.
—No elegirás esta. Es demasiado difícil para ti.
—Aprenderé.
—No está a un nivel que puedas manejar y usarlo para comenzar a aprender. Para empezar, debería ser algo como una espada o tal vez una lanza.
—Gracias. Pero está bien para mí. Cuando todavía tenía una casa, solía entrenar con una alabarda. Además, usted me dijo que eligiera lo que quisiera, ¿verdad?
—Bueno, ciertamente eso se adapta a ti….Esta bien, cambia tu ropa allí. Después de eso, anda al lugar marcado en el mapa. Va a entrenar.
Cuando Vrusto dio un gran suspiro, le lanzó a Riku algún tipo de paquete.
Ella atrapo el paquete con el enganche de la alabarda y sin decir nada, Vrusto abandono el lugar. Abrió el paquete, dentro había ropa y algo que parecía ser un mapa. Cundo estiro la ropa, se dio cuenta de que era igual a la ropa militar que Vrusto llevaba. Debido a la oscuridad, no estaba segura de su color, pero si era igual a la de Vrusto, debería ser de un color verde oscuro.
Cuando se cambiaba, pazo su brazo por las mangas y estas le quedaban un poco larga. Por ahora, tendría que doblar sus mangas hasta que creciera.
Terminando, ella movió la alabarda a su hombro.
—Bien.
Usando el mapa que Vrusto le dejo, salió de la cueva y comenzó a caminar hacia el lugar.
En el camino, ella sintió que la estaban mirando, pero cuando veía en la dirección, no había nadie. Todo lo que había, eran demonios que estaban entrenando con la espada. Mientras pensaba en lo extraño que era, Riku llego al lugar señalado en el mapa.
El centro de ese lugar era similar a una especie de arena, Vrusto balanceaba una espada de madera. Antes de que Riku dijera algo, la nariz de Vrusto se movió.
Él camino en su dirección y la apunto con la punta de su espada.
De inmediato, Riku preparo su alabarda. Vrusto se hecho a reír por su nariz, cuando vio la postura de Riku.
—Viniste, mocosa. Vamos a empezar con tu entrenamiento de una vez.
Vrusto arrojó en su dirección un arma de madera. En la punto estaba la parte de un hacha y al otro lado un enganche. Era una alabarda hecha de madera. Riku hizo una mueca de descontento.
—¿Esta es una alabarda de entrenamiento?
—Es mejor así. Se trata de un entrenamiento después de todo. ¿Ves?, contra ti voy a usar una de madera también—Vrusto mostró una provocadora sonrisa.
Riku dejo su alabarda tendida en el suelo y se preparó con la alabarda de madera. Si se trataba de una alabarda de entrenamiento, ella ya la había utilizado muchas veces, es por eso que pensaba que de alguna manera todo estaría bien. Decidiendo en donde apuntar, ella apresuradamente tomo como objetivo el cuello de Vrusto.
Pero Vrusto, mientras mostraba una despreocupada sonrisa, ligeramente fue golpeado por la alabarda. A pesar de que levemente se vio afectado, cambio la trayectoria de la alabarda. Entonces, sin piedad golpeo a Riku, quien todavía estaba tratando de recuperar la dirección de su arma.
—¡Duele!
Debido a la conmoción y el dolor que atravesó su brazo, Riku soltó la alabarda.
Pero aun así, Vrusto no dejó de atacar. Tomando como objetivo el estómago de la ahora desarmada Riku, él le dio una patada con todas sus fuerzas.
Con el golpe, Riku había perdido un poco de aire en los pulmones. Y sin tiempo para sufrir el dolor, una gran fuerza golpeo su espalda. Ella fue arrojada todo el camino hacia la pared.
Su estómago y su espalda le dolían y el brazo también. No era tanto como cuando ella estaba en Perikka, pero todavía le dolía tanto que sentía como sus lágrimas empezaron a salir de sus ojos.
—Para de perder el tiempo. ¡Ponte de pie y ven!
Vrusto una vez más, apunto con su arma a Riku.
Riku se levantó tambaleante. Ella había entrenado mucho antes, pero aun así, sus pies y sus manos no lo estaban haciendo lo suficientemente bien.
Cuando todavía estaba entrenando en la Casa Barusak, siempre le dijeron que sus artes espiritistas eran muy mediocres, pero aun así, su fuerza física era bastante buena.
Pero ahora, ni siquiera uno de sus ataques lo atravesó. Vrusto le dio una mirada a Riku, como si estuviera preocupado.
—Ciertamente, en comparación con los mocosos humanos, eres superior. Pero…
Inmediatamente después de que ella cogió su alabarda, la espada de Vrusto ya se dirigía a ella.
Riku entro en pánico. Poniendo toda su fuerza en la alabarda, ella de alguna manera empujo al lado el golpe. Pero justo después de eso, sintió un fuerte golpe en su estómago, a pesar de que se había defendido bien de su espada. Debido a su intenso dolor, se puso en cuclillas, mientras colocaba las manos sobre su estómago. Y finalmente…
—¿Por qué…?—Esas palabras salieron de su boca.
Mientras ella movió sus ojos un poco, vio a Vrusto en una postura en la que tenía su rodilla derecha levantada. Al final, parecía que el dolor fue de un rodillazo que él le había dado. Pero aun así, Riku no lo podía comprender. La patada de entes y el rodillazo de ahora….Sucedió aunque estaban haciendo entrenamiento con armas. ¿Por qué utilizaría esos movimientos?
Como si le hubiera leído el pensamiento, Vrusto se rió de ella, como si la estuviera mirando en menos.
—¿Te estas preguntado porque he usado patadas y cosas de ese estilo?¿Verdad?, estúpida. Las técnicas que tu utilizas son solo para la esgrima. A partir de ahora, iras al campo de batalla. Allí, no necesitas lindas técnicas. ¡Mételo en tu cabeza!
Vrusto balanceó suavemente su espada.
A pesar de que ella estaba en cuclillas ahora, la espada se iba acercando rápidamente. Rodando por el suelo, Riku eludió su ataque. Recogiendo su arma, trato de defenderse de alguna manera del siguiente ataque. Frunció el ceño por el peso del golpe. Era posible escuchar cómo se agrietaba el piso por la fuerza que hacían sus pies. Además, por todo ese peso, comenzó a escuchar el crujido de sus brazos. Aunque apretando los dientes, de alguna manera fue capaz de resistir. Mientras lo hacía, Vrusto silbó satisfecho con lo sucedido.
—Hey, te defendiste, entonces, ¿Qué pasa con esto?
Justo en la esquina de su campo de visión, ella se dio cuenta de que Vrusto estaba moviendo su pie izquierdo.
Entonces, Riku al instante salto hacia atrás. Llego al punto en el que ella no quería volver a recibir un golpe en su estómago. Pero su pie derecho ni siquiera lo podía mover, así como así, su pie había sido enterrado debajo de la tierra y su salto había sido afectado por eso, aunque aún pudo saltar, no lo hizo de la manera que quería.
Vrusto, quien estaba inclinándose hacia adelante, ahora estaba apuntando a las piernas de Riku.
Justo cuando Riku aterrizo, ella fue golpeada haciendo que perdiera el equilibrio.
—¡Waaah!
Riku se tropezó y cayo de una fea manera.
Un insoportable dolor estaba haciendo eco desde su columna hasta todo su cuerpo. Su visión se estaba volviendo poco a poco más borrosa.
Todo el cuerpo de Riku, tenía tanto dolor que no lo podía soportar. Si hubiese sido la anterior Riku, probablemente hubiese gritado y llorado. Pero ahora ella sabía que si solo era esto, no debería hacer ese tipo de cosas.
Antes de que Vrusto volviera a provocarla, se levantó tambaleando. Mientras se esforzaba para mantenerse de pie, preparo su alabarda y se llenó de espíritu de lucha. Preparando su postura, estaba decidiendo en donde apuntar.
—Heee, ¿todavía puedes pararte?. Me pregunto cuanto tiempo duraras con esto.
Teniendo como objetivo el costado de Riku, Vrusto balanceo su espada.
Riku quien solo podía mirar al frente, sin ser capaz de reaccionar recibió el golpe. El insonoro dolor, corría por todo el costado de su cuerpo. Mientras firmemente sostenía su alabarda, cayó al suelo por la patada de Vrusto.
—Escucha esto, ¿de acuerdo? Nunca pierdas tu compostura. ¡Sólo tienes que pensar en la forma de matar a tu oponente!
—….
Riku abrió un poco sus ojos y vio el movimiento de Vrusto. Por aburrimiento, él estaba dando golpecito al hombro de Riku con su espada. Debe pensar que Riku no sería capaz de levantarse por algún tiempo.
Y ahora estaba mirando al cielo desinteresadamente.
Luego, su boca formo una sonrisa.
Solo tenía que pensar en una forma de matar a su oponente. Todo lo que ella había aprendido hasta ahora, era la forma de infundir poder espiritual en el equipo y en cómo utilizarlo. La manera formal de usar las armas, era casi como una regla ya decidida. Si hubiese pasado más tiempo, ella habría sido capaz de aprender formas más prácticas, pero ella fue echada antes de poder llegar a eso.
—Realmente, para que no puedas levantarte de nuevo…. Al final, los seres humanos son solo seres humanos …— Por aburrimiento, comenzó a silbar.
Apuntando a las piernas de Vrusto, quien ahora estaba distraído, firmemente sosteniendo su alabarda ella le dio una estocada.
Debido a la sorpresa del repentino ataque que venía desde abajo, Vrusto soltó un feo sonido con su voz. Usando esa oportunidad, Riku se levantó de un modo que parecía como si hubiera saltado.
—¡¡Toma esto!!
Apuntando a sus partes íntimas y sin protección, Riku balanceo su puño y golpeo allí.
Vrusto, quien recibió un impacto tan directo, había cambiado su expresión y se torció del dolor. Debe haber dolido mucho, es lo que ella pensaba.
Con los ojos que estaban que se le salían, la cara de Vrusto estaba completamente retorciéndose. Termino inclinándose y sujetando sus partes íntimas. Bajando su arma, Riku sentía como si hubiese hecho algo imperdonable.
Pero ella realmente no hizo nada malo. Vrusto le dijo que pensara en una manera de matar a su adversario. Además, el no solo utilizaba su arma, sino que también patadas y esas cosas.
Por eso, Riku decidió pensar en que ella no hizo nada malo…..
Pero al escuchar sus gemidos, comenzó a dudar en si había hecho lo correcto.
—Uhh … ¿Estás bien?
—¡Si te parece que estoy bien, entonces estas jodidamente ciega!
En los ojos de Vrusto era posible ver sus brillantes lágrimas.
Riku aparto los ojos de Vrusto y comenzó a correr de esta incómoda situación.
Pero ante de eso, en la esquina derecha de su visión, venia un golpe. A pesar de que había bajado su arma, Riku inmediatamente hizo a un lado el golpe.
—Tch, lo evitaste.
El único atacante no era otro que Vrusto, quien hace unos momentos gemía de dolor.
Riku estaba sorprendida
—¿Estas bien?
—¡Estúpida. ¡No hay manera de que este bien!¡Me duele hasta el punto de tener ganas de llorar!¡¡Si no puedes manejar esta cantidad de dolor, acabas muerto en las batallas reales!!
La espada de Vrusto estaba siendo dirigida al cuello de Riku.
Recibiendo el golpe con el enganche, ella trato de patear el estómago de Vrusto, pero de inmediato, su pie fue capturado y entonces fue lanzada lejos.
—¡No solo da patadas!¡Piensa en tu próximo movimiento!—El grito enojado de Vrusto resonó por todo el sitio de entrenamiento.
A partir de entonces, no se sabe cuánto tiempo llevaban en esto.
Prácticamente todo mas o menos se trataba de balancear sus armas y Riku siendo golpeada, pateada y enviada a volar. Pero aun así, con determinación, se levantaba y seguía.
Esto, se repitió muchas veces.
—Bueno, eso es todo por hoy.
Cuando Vrusto finalmente dijo eso, el sol ya se estaba escondiendo.
El sol hacia el oeste era ligeramente rojo y las primeras estrellas ya se podían ver. Riku estaba exhausta.
—Mañana, vamos a continuar con esto. Hey, por ahora anda a tomar un baño. Después de eso será la cena—Y luego, Vrusto le arrojó una toalla.
Una toalla blanca cayó encima de la cabeza de Riku. Se notaba que la habían usado por mucho tiempo, pero, aun así, era una toalla muy limpia. Riku miro tímidamente a Vrusto.
—¿Hmmm?¿Que mocosa?. Voy a decirlo ahora, pero la única razón por la que estoy cuidando de ti es porque el Capitán Leivein me lo ordeno. De lo contrario no me molestaría por una mocosa humana. Tienes que darles las gracias al capitán.
Después de decir eso, Vrusto dejó el lugar y se fue a alguna parte.
En el campo de entrenamiento, la única que quedaba era Riku. Usando su alabarda de madera para poder levantarse, agarro la toalla.
Entonces, con ganas de ir al baño, comenzó a ir a su manera, pero de repente se detuvo.
—Ah … se me olvidó preguntar dónde está el baño…
Con esas palabras que no fueron escuchadas por nadie, su silueta desapareció dentro de la oscura puesta de sol.
***
Unas horas más tarde en ese mismo día en la Capital Real, había una pequeña sombra corriendo.
A pesar de que ya estaba muy oscuro por la noche, la persona estaba usando un sombrero para ocultar su identidad. La sombra corría vigorosamente a través del callejón. En sus pequeñas manos había una carta que estaba arrugada en forma de bola de papel.
El nombre de esa persona era Kurumi. Debajo de su sombrero, ocultaba sus orejas de ardilla, las que solo un demonio tendría. Era una chica a la que se le encargo infiltrarse en las tabernas de la capital. Debido a que en estos lugares se reunían los guardias que servían en el castillo y a los espiritistas cercanos, era un lugar perfecto para reunir información para el ejercito del Señor Demonio.
Mientras hacía simples tareas, reuniendo información todas las noches con todos sus esfuerzos, finalmente había sido capaz de encontrar una información que podría influir en el ejercito del Señor Demonio.
—Finalmente…conseguí algo. Con esto, puedo decirle adiós a estos lugares apestados a alcohol. Regresare a la Capital Demonio, por fin podre vivir en una casa sin grietas y sin agujeros por donde entre el viento.
—Que desafortunada.
Pero de repente una persona bloqueo el camino de Kurumi.
Despertando de su felicidad, contrario a sus anteriores sentimientos, la sensación de peligro la estaba dominando. Y luego Kurumi miro a la chica en frente de sus ojos. Ella tenía una apariencia que no coincidía con el maloliente callejón.
Era una sirvienta de grandes pechos, con una escoba en sus manos. El tamaño de sus pechos era tan grande que una quisiera preguntarle si es que estaba usando relleno. Incluso Kurumi, quien no tenía mucho interés en la ropa, supo que la calidad de la ropa de la sirvienta era muy alta.
—¿Qué?
—En cuanto a la información que obtuviste, tengo que hablar con usted.
La sirvienta pechugona, paso a paso iba acortando el camino que había entre ellas. Mientras sujetaba firmemente la carta, Kurumi dio un paso atrás. Esa información sin importar que, tenía que reportarla. Su pequeña cabeza comenzó pensar en una manera de escapar de esta situación.
—No Mary, quiero hablar con ella por mí mismo.
Atrás de esa sirvienta, había una voz que tenía una sensación de ser alguien muy inteligente.
Con la aparición de otra persona, Kurumi inconscientemente aumentó su guardia. Se preparó a sí misma para poder usar de inmediato el cuchillo que estaba escondido en su manga. En el peor de los casos, tendría que enfrentarse directamente a ellos para escapar. En su frente, una sola gota de sudor corrió hacia abajo.
—¡P-pero!. Aunque se trata de una joven, el oponente es un demonio. Podría ser peligroso para el joven maestro.
—Está bien Mary. Debido a que sin duda es un demonio de buen corazón.
Dicho esto, el que estaba detrás de la sirvienta, finalmente apareció.
Era un niño con una ropa muy cara y con una elegante apariencia. Kurumi puso una cara de perplejidad. Ella estaba segura de que iba a ser un poco más viejo, pero la realidad era que solo era un niño, incluso era más joven que ella. Sus manos eran tan pequeñas que lo más probable es que ni siquiera sea capaz de sostener adecuadamente una espada. Comenzó a sentirse estúpida por haber aumentado su guardia.
—¿De buen corazón? ¿De qué estás hablando?
—Es obvio que se trata de ti, ¿verdad?. Debido a que con su poder, si hubiera querido ya habría pasado a través de nosotros. Pero aun así, espero para escucharnos. Mientras que usted podría habernos atacado desde el principio, por el contrario, quiere que todo esto termine pacíficamente…..Sus verdaderos pensamientos dicen que en realidad no quiere hacerle daño a nadie.
—¿Qué?, ¡N-no hay manera de que sea así!
Por las tonterías que ese niño dijo, Kurumi se sonrojo.
Sin duda, ella estaba enojada. Después de decir algo como eso, Kurumi se sentía tan avergonzada que no lo podía soportar. Rechazando las palabras de ese niño, saco su cuchillo.
—¡¡No soy de buen corazón!!¡¡Especialmente con ustedes lo humanos!!
Planeaba cortar primero al niño y al mismo tiempo entregar la información. Teniendo listo su objetivo, ella se adelantó. Pero….
—¿Ehh?
Justo en ese momento cuando estaba pensando eso, su brazo había sido agarrado por el niño. Debido a esta repentina escena, Kurumi fue tomada por sorpresa. No se dio cuenta de los movimientos del niño. Solo podía decir que él era más rápido que ella. Kurumi no sabía lo que estaba ocurriendo y justo al lado de su oreja, el niño le susurro.
Hasta el punto de ser inimaginable para un niño, su voz era muy amable y encantadora.
—Cerraste los ojos, ¿sabes?. Cuando nos apuntaste con el cuchillo.
—Tal cosa…
El que le explique algo, de lo que ni siquiera se había dado cuenta, la dejo sin habla. Incluso el cuchillo que fue quitado de sus manos paso desapercibido por ella.
—Sé que realmente no quiere hacerle daño a nadie, entonces con la guerra….Si soy yo….No, si usted y yo cooperamos, podemos detener esta guerra. Es por eso que tengo que preguntarte algo.
En el momento que el cuchillo cayo hacia abajo, resonó a través de todo el callejón.
Algo dentro de Kurumi había cambiado.
Kurumi no se dio cuenta, pero ahora, la sed de sangre que tenía antes, ya no estaba y el rubor de sus mejillas se transformó en algo que no era rabia.
—Entiendo… Pero… Realmente necesito reportar esta información.
—Sí, lo sé. Por eso, de la información que tienes, solo necesito sacar una palabra.
Cerca del oído de Kurumi, el niño le dijo algo. Mirándolo desde otro punto de vista, eran como dos amantes susurrándose palabras de amor. Uno sólo podía preguntarse qué pensamientos tenía la sirvienta al ver esta escena. Con la cara roja, la sirvienta, aclaro su garganta e interrumpió.
—Joven maestro, está coqueteando demasiado con ella.
—Ah, lo siento Mary.
Como una ola que vuelve al océano después de haber llegado a la orilla, él se distancio de Kurumi. Debido al desvanecimiento de su calidez, Kurumi se sentía un poco solitaria.
—Entiendo… haré lo que usted dice. Pero… Antes de irme, dime una cosa. ¿Cuál es su nombre?
Kurumi miro al niño que ahora estaba siendo llevado en brazos por la sirvienta.
Mostrando una sonrisa comparable a la de un ángel, le dijo con una voz muy suave.
—Soy Rook Barusak. Gusto en conocerte Kurumi-chan.
Siendo llevado por la sirvienta, él salió del callejón.
Mientras pensaba en las palabras dichas antes por Rook, ella también dejo el lugar. Pero ahora, la fuerza que puso en sostener la carta, ya no era la misma como la de hace un tiempo atrás.
—Rápidamente… Necesito reportar esta información.
Pero esta última conversación, no estaba relacionada con el ejercito del Señor Demonio.
Y atrás en el oscuro callejón, nadie se quedó y el único olvidado fue el cuchillo que emitía un solitario brillo.
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