Capítulo 3: El Chico Demonio
—No, no puedes morir todavía.
En un instante, la mano de Riku fue agarrada antes de caer hacia abajo.
En ese momento, una cierta sensación de calor se propago desde su brazo hacia todo su cuerpo. Después, regreso a sus sentidos. El frío de su cuerpo se disipo y poco a poco, el dolor de sus piernas estaba desapareciendo.
Riku estaba mirando con asombro, a la voz de aquella persona que venía de arriba.
—¿Qu-quién?
El que la agarró del brazo, era un joven, el cual desprendía una atmósfera aterradora.
Sus deslumbrantes ojos azules, miraban agudamente a través de Riku. Estaba muy lejos de una impresión suave. La ropa que estaba usando, no eran magnificas ropas de noble ni algo que los comerciantes usarían, eran ropas en mal estado de un viajero. La espada en la izquierda de su cintura, no parecía ser de buena calidad tampoco.
No importa de qué ángulo se vea, él no parecía ser alguien que tuviera el dinero como para gastarlo casualmente. Por otra parte, había un agujero en su ropa lo que permitía ver las profundas escamas de color negro que cubrían su brazo, eran igual que el color de su pelo.
Si él fuera un humano normal, no habría manera de que le estuvieran saliendo escamas en su brazo.
Lo que significa que era….
—¿De-demonio?
Como su brazo se encontraba retenido, ella vagamente comenzó a recordar sobre el libro de las “artes de prohibición demoniaca”
Los niños demonio… Se veían como humanos, pero no eran humanos. Partes de su cuerpo tendrían algún tipo de rasgo bestial, eran una existencia malvada que debía ser destruida.
Ellos hierven a los seres humanos en calderos para comerlos, los matan por placer, e incluso queman los bosques con tal de que sea un terreno baldío, por diversión.
Eran seres sucios y crueles que no tenían ni una pizca de simpatía. Su vil existencia, era el enemigo de los espiritistas, no, eran el enemigo de la humanidad.
Este enemigo de la humanidad ahora estaba extendiendo su mano a Riku. Después de eso, ella no tenía ni idea de como terminaría esto.
En el fondo de la mente de Riku, las palabras de su padre venían a ella.
“Lo ves, los demonios son una molestia. Parte de su apariencia se ve exactamente igual a la de los humanos, pero esa parte humana es solo para engañar. Son cobardes y vulgares, ellos son los peores seres vivos en el mundo. Si dejas que te engañen, es tu final. Puede que solo pierdas la vida, seas comido o ser quemada hasta la muerte, lo único que puedes esperar, es algo peor que la esclavitud. Exterminar a toda la raza de los demonios, es nuestro propósito como espiritistas, y proteger a la realeza de ellos, es el deber de la Familia Barusak.”
A pesar de que eran muchas palabras, después de haber sido repetidas muchas veces por su padre, de alguna manera consiguieron ser arraigadas en su mente.
Sin duda, el demonio estaba haciendo esto por su propio bien. Ya sea comiendo, matando o quemarla hasta la muerte.
Pero ella no lo sabía. Riku no sabía lo que este demonio pensaba hacer con ella.
—Leivein, ¿estas seguro de que quiere recoger a esta humana?
Otro joven, quien estaba usando un monóculo, miraba desde atrás. Sus orejas estaban un poco ocultas por su cabello, las cuales era más largas que la de un humano normal. Él también era un demonio. Continuando con lo que estaba diciendo, el joven se dirigió a Leivein.
—Estoy en contra de esto. Aunque tengo que reconocer que esa fuerza con la que pudo levantar ese barril era increíble, una vez que sea grande podría ser de buen uso, pero aun así, es un ser humano. Además, ¿no ves el broche que tiene en su ropa?¿no es el emblema de la familia Barusak?. Los Barusak son una familia de espiritistas. Traerla sería demasiado arriesgado. Además, ella tiene el pelo rojo. Incluso entre los demonios, no hay nadie con ese color de pelo, y mucho menos entre los humanos. ¿No es esto demasiado sospechoso?. ¿Qué pasaría si trajera un batallón y fuera a entregarnos?
—Piguro, ¿estás ciego?— Leivein, en voz baja, reprendió a Piguro.
Después de escucharlo, Piguro hizo una amarga mueca como si hubiera cometido un error. De una sola vez Leivein levantó a Riku y consiguió ponerla de pie. Mientras que ella más o menos se había recuperado de su agotamiento, sus piernas todavía le dolían. Debido a eso, su cara se retorcía de dolor. Pero sin preocuparse por ella, Leivein siguió hablando.
—De hecho, ella es una humana. Y también, incluso es parte de los Barusak.
Leivein acciono el broche que estaba en su ropa, haciendo un sonido metálico.
No importa de qué manera ella sea tratada por ellos, Riku sólo podía escuchar sus términos por ahora.
Físicamente, ella no podía huir. Incluso si se los quitara de encima, seria capturada justo después. A diferencia de los hombres de antes, ahora no tenía la confianza de huir de las dos personas delante de ella.
Sólo podía escuchar lo que estaba a punto de sucederle. Para lo que iba a ser utilizada o si la iban a matar.
Solamente las peores posibilidades corrían por su cabeza. Como si esto no pueda ser peor, su rostro comenzó a ponerse pálido.
Siendo indiferente al comportamiento de Riku, Leivein siguió hablando a Piguro.
—Sólo me importa una cosa: si esto va a ser beneficioso para el ejército del Señor Demonio o no. Si es para el ejército del Señor Demonio, no me importa si ella es una humana.
—¡Pero!
—Míralo por ti mismo. Ve sus ojos. Son los ojos de alguien que tiene claramente la intención de seguir viviendo. Si se trata de ella, no hay manera de que ella nos traicione.
Leivein enderezó el cuello de la ropa de Riku. Toda la suciedad que se aferraba a ella, caía al piso por debajo de su ropa. El brazo de Leivein se ensucio un poco, pero no parecía que eso le importara.
—La pequeña niña de rojo, nos dirá su verdadero nombre.
—…….—Riku dudaba.
Algo como decirle su verdadero nombre, era como ofrecerlo todo de uno a la otra parte.
La joven Riku no sabía todavía los detalles exactos, pero recordó que le enseñaron que si alguien se apodera se tu nombre, era posible que lo utilizaran para unir el alma de la persona en cuestión.
No es algo que se pueda revelar a alguien que nunca había visto o conocido. Ahora, con estos salvajes demonios, era aún más peligroso. Además, como miembro de una las familias de espiritistas, darle su nombre a un demonio, era como un acto de sacrilegio.
Pero si Riku no lo decía ahora, la podrían matar.
Después de que alcanzo su límite, les dijo su nombre
—Riku
—¿Qué, eso incluso es un nombre?. No lo voy a decir dos veces. Dinos tu “verdadero nombre”
Ella comenzó a temblar.
Un escalofrió estaba recorriendo todo su cuerpo. Ella ya estaba en la puerta de la muerte, pero lo que sentía era como si la estuvieran llevando a un abismo sin fondo.
La capa del viajero que cubría la parte superior de su cuerpo, se alzó con una intensa fuerza.
Al interior de la capa dentro de un espacio habían alas escondidas que parecían ser filosas. Si era algo como el cuerpo de una niña como Riku, fácilmente serían capaces de perforarla.
Por eso, inconscientemente…
—Ri-Rinkus—ella termino diciéndolo.
Fue la primera vez, desde que nació, que dijo el nombre que solo ella y sus padres sabían.
Y aun así, se lo acababa de decir a un demonio al que solo recién conoció.
—Rinkus, ¿verdad?, ya veo, por eso es que te dicen Riku.
A las indiferentes palabras de Leivein, Riku asintió sin decir nada. En su estado actual, era todo lo que podía hacer.
Leivein todavía estaba haciendo un rostro severo, pero parece que se había aflojado un poco.
—Y con eso, tengo tu nombre, ¿ya sabes lo que significa, verdad?
—S-si…
Ya sea ser comida o ser asesinada. Tal vez incluso ser quemada hasta la muerte o algo peor era lo que le esperaba.
Solo cosas horribles pasaban por su mente. Ella era muy débil y no tenía talento, por eso fue desechada, y ahora ella estaba siendo recogida por un demonio. Solo podía maldecir su infelicidad y su tan mala suerte.
—¡Esta aquí!¡La chica de pelo rojo!
Sus músculos se tensaron y sus temblores empeoraron.
Esa voz, sin duda era la de uno de los hombres que iban detrás de ella. Con eso, la calle estaba cada vez más agitada.
No paso mucho para que los hombres se acercaran.
—Hoye, hermano, ¿puedes entregarnos la niña de allí?
—¿Por qué?¿Es su pariente?
—No, es solo una esclava que se me escapo. Por lo tanto, ¿me la puedes entregar ahora?
Señalo a Riku y le empezó a decir un montón de cosas.
Su cuerpo estaba incitándola a salir corriendo. Pero sus piernas eran como dos palos inmóviles. Incluso si fuera a moverse, le faltaba la fuerza para sacudir a Leivein y huir.
Riku tímidamente miro la cara de Leivein
—Oh, ¿entonces esta es su esclava?—Cuando le dijo eso, mostro una sonrisa tan atroz, que no tenía límites.
Riku quien de muy cerca vio esa sonrisa, tenía el mismo temor que tenía hacia los hombres que la estaban persiguiendo. Pero eso no quería decir que por estar cerca de él, su miedo había desaparecido.
Con esas pocas palabras, con sola esa expresión….se dio cuenta que este demonio era mucho más aterrador que aquellos hombres. Dicho esto, aun así, no preferiría salir corriendo hacia aquellos hombres. Incluso si se iba con ellos, no le gustaba la ideo de lo que pudiera ocurrir.
Cualquiera de las dos opciones, eran como un infierno para Riku.
—Sin embargo, esto ya es mío. ¡No tengo la intención de dársela!
—¿¡Que dijiste!?…Entonces, paga. Son más de 10 monedas de oro.
—¿10 monedas de oro?. No digas tonterías. Ella solamente es una mocosa que está a punto de morir. Incluso si es una niña, con 20 monedas de plata deberían ser suficientes, ¿no?
—¿20 monedas de plata? No estes hablando mierda, ¡mendigo!
—Por lo menos, una moneda de oro.
—Como si necesitara pagar una moneda de oro por alguien que está a punto de morir. Ah, después de su muerte, puedo tomar el dinero de su seguro de vida ¿verdad?. Sin embargo, no será tan fácil matarla.
—¿¡Qué estás haciendo!?—susurro Piguro
—Tan solo déjame terminar lo que estaba diciendo..
Los hombres habían hecho su elección y aquellos que la estaban persiguiendo, prepararon sus armas.
Parece que intentan robar a Riku por la fuerza.
—Suficiente. Junto con esta niña, vamos a venderlos a ellos como esclavos.
Pero era muy pronto para decir tal cosa.
Los hombres comenzaron a atacar, con un objetivo claro, la mano derecha de Leivein que todavía estaba agarrando a Riku.
Riku se asustó y cerro con fuerza sus ojos.
—A pasar de que solo son unos renacuajos—Murmuro Leivein y dio un suspiro.
Entonces Riku escucho el sonido del aire siendo cortado.
Junto con eso, un tibio liquido se pegó a su cara. Incluso con los ojos cerrados, era obvio lo que era. También fue capaz de sentir como el estado de ánimo de los alrededores se había vuelto más agitado.
—Ah, Leivein siempre eres demasiado rápido cuando se trata de este tipo de cosas. A pesar de que tenía muchas ganas de matarlos ..—Se oyó la voz desanimada de Piguro.
Riku de mala gana abrió sus ojos. Leivein mostraba una tranquila expresión
—Leivein, tienes un mal hábito. Recoges a las personas abandonadas cuando las ves. Ahora que te involucraste, tendrás que asumir la responsabilidad hasta el final… Pero, si tratas de hacer algo raro, voy a romperte inmediatamente el cuello, ¿de acuerdo?—Piguro negaba con la cabeza mientras le decía, “por dios”.
Leivein permaneció en silencio.
—¡T-TU!, ¿¡Que has hecho!?
Resonó una voz temblorosa de uno de los hombres.
Cuando Riku miro en su dirección, no pudo evitar gritar.
Lo que había, era un mar rojo de sangre que se extendía a través del suelo. En medio de esto, estaban dos hombres cortados a la mitad. Uno de ellos, era el que venía con una filosa arma a atacarlos, mientras que el otro, pretendía usar sus puños. Debido al miedo, Riku levantó sus ojos hacia arriba, mirando al cielo.
—¿Qué he hecho, dices?—Leivein resoplo.
Sin previo aviso, sacudió ligeramente la mano que sostenía su espada con sangre. En la punta de su espada todavía había algo de sangre pegada.
—Los que atacaron primero fueron ustedes ¿no? . Esto solo fue autodefensa ¿lo ves?. ¿Qué vas a hacer al respecto?
—¿¡Autodefensa!? ¡¡Eso es demasiado!!
—¿Demasiado?. Estos chicos eran más débiles que yo, y simplemente se convirtieron en cadáveres. Eso es todo lo que paso.
El hombre que oyó la respuesta de Leivein poco después se le acercó mientras gritaba algo. El cuchillo que sostenía desprendía una tenue luz.
—Solo por un poco de ataque sorpresa… ¿No has visto como murieron tus amigos?¿quieres que tu cabeza siga unida a tu cuerpo?—Leivein lo dijo con un tono aburrido.
Sin dudarlo, balanceo su espada y lo ataco en el cuello.
El cuerpo que había perdido su cabeza, dejo de moverse y la sangre comenzó a salpicar, cayendo hacia abajo en el mar rojo.
Fue una abrumadora diferencia de poder. Al final, los cuchillos incluso no pudieron llegar cerca de Riku y Leivein.
Riku miró con sorpresa, el cuchillo que estaba tirado en el suelo.
—Rinkus Barusak
Su nombre fue llamado.
Se sentía como si su corazón fuera firmemente agarrado.
Leivein todavía sostenía su espada con la mano izquierda. Esa espada, tal vez, pueda ser utilizada para cortar su cuello también. Al pensar esto, solo podía tener más miedo del que tenía. Antes de darse cuenta, Riku, una vez más comenzó a temblar.
—Si te dejo sola de esta manera, al final serás atrapada por los compañeros de estos tipos. Tu cuerpo y tu corazón se harán pedazos y terminaras teniendo una penosa e insignificante muerte.
Ella estaba siendo levantado por su cuello, casi como si fuera a ser torcido.
Resistiendo su miedo, ella fue capaz de mirar un poco hacia delante. Leivein con una cara seria estaba en frente de sus ojos.
Pero aun así, aunque la cara que estaba haciendo se suponía que era seria, al final, ella dejo de temblar, después de mirarlo.
—Si vas a morir de todos modos, entonces ven a mi casa. Siempre y cuando tengas esta vida que se ha salvado, utiliza tu poder para el ejercito del Señor Demonio y muere por su causa.
Las palabras de Leivein parecían como una aterradora sentencia de muerte.
Pero era diferente al miedo que Riku había experimentado antes, tal vez, se podría decir que su miedo había disminuido un poco.
Riku estaba perpleja, mientras se preguntaba el por qué fue ella.
—Si lo haces, puedo garantizarte como mínimo, que te ofreceré los básico para vivir.
Los ojos azules de Leivein era uno con el brillante cielo azul.
Lo que quedaba de la llama de la esperanza en su interior, poco apoco se volvió a encender. A pesar de que su corazón se suponía que estaba congelado, en algún lugar de ahí, se estaba volviendo cálido. En el momento en que su temblor se detuvo por completo, entendió …
Por ahora, ella estaba a salvo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario