Capítulo 22: El Encuentro
Después de volver a la posada, en silencio se encerró en su habitación, sin salir de allí por un día.
Ella escribiría cartas que iba a enviar a Leivein, y comprobar las condiciones de sus armas, y al igual que ahora, a veces se sentaba cerca de la ventana para disfrutar de la vista exterior. Al asomarse por la gran ventana abierta, ella miraba la ciudad por la noche. En este momento, Riku se perdió en sus pensamientos.
En cuanto a la ciudad Derufoi desde esa altura, era posible darse cuenta de que no era una ciudad muy grande. Era muchas veces más pequeña que la capital y no tiene el mismo esplendor que Perikka. Los viejos edificios de piedra se encuentran todos de pie alineados uno junto al otro, como si todos se abrazaran hacia el centro de la calle principal. Pero incluso con eso dicho, no era de ninguna manera desordenado, pero en realidad podría desprender una sensación de armonización de la antigüedad, que producía un sentimiento agradable. Por alguna razón, como si estuviera en la víspera de la fiesta, mientras que las otras calles estaban todas en la oscuridad, la calle principal estaba llena de luces.
En los extremos de la animada calle principal, había un profundo bosque. Si uno se fijaba bien y enfocaba los ojos, sería posible darse cuenta de que había un pequeño edificio blanco que brillaba tenuemente en el centro del bosque.
—¿Es ahí donde está el santuario Shibira…?
Riku soltó un pequeño suspiro.
El bosque en el que el santuario estaba, coincidía con el lugar donde una “X” se dibujaba en el mapa. Pero a Riku, esto no le importaba en absoluto. La información que Riku necesitaba en ese momento era sólo la ubicación de Charlotte y Rook Barusak. En otra cosa que eso, ella no tiene ningún interés.
Agarrando la alabarda que estaba junto a ella, quitó la tela que envolvía la hoja similar a la de un hacha. Al estar bañada por la luna, la punta de la cuchilla brilla levemente. Incluso pensó en practicar con la alabarda en el exterior, pero ya era demasiado con la confusión sobre la invasión de los demonios. No había ninguna necesidad de tomarse la molestia de salir a la calle sólo para llamar atención no deseada.
—No hay ni siquiera un rasguño en la hoja, puede ser utilizada en cualquier momento.
Murmurando eso a ella misma, una vez más, envuelve la hoja con el paño.
Como sería de esperar, Charlotte y sus acompañantes, los que iban tras ella no iban a volver a la posada. Keity era la única que lo hizo, pero con los ojos sin vida, estaba inmóvil, deprimida en la esquina de la habitación. Antes, ella estuvo buscando por la ciudad, pero parece que al final, tropezó y cayó al suelo, fracturándose la pierna. Desde el momento en que Charlotte fue secuestrado, había pasado un día, y durante todo este tiempo, ella estuvo así.
—Ah, es porque no estaba a su lado… Debido a mí que… que Charlotte-sama…
Repetía tanto lo mismo, que parecía que se había convertido en una muñeca que sólo es capaz de repetir la misma formación de palabras.
—Realmente, eres demasiado ingenua.
Acabando de envolver la hoja con la tela, esta vez sacó la espada de plata que estaba en su cintura. La hoja delgada que emite una luz plateada, fue un botín de guerra que se apropió en el momento en que ella mató a Selestinna. No lo hizo realmente porque quisiera usar algo que un espiritista había usado, pero la sensación que desprendía cuando la utilizó fue muy agradable. Como si hubiera estado siendo usada durante un tiempo muy largo, se sentía muy familiar en sus manos, y le dio la sensación de que sólo balanceándose ligeramente, sería capaz de cortar al enemigo tal y como ella desearía.
Por supuesto, era inferior a la alabarda que había estado utilizando a menudo por estos muchos años, pero no cambia el hecho de que se trataba de un arma muy fácil de manejar. En los lugares que son demasiado estrechos y en lo que harían difícil el uso de la alabarda, esto sería muy útil.
En espacios como esta habitación, usar la espada en su lugar podría ser mejor.
—… Que noche tan ruidosa.
A pesar de que los demonios habían aparecido ayer, la calle principal se mantenía igual. La música animada y fuerte seguía igual.
Entonces, fue posible oír pasos que desprendía una sensación de peligro desde el pasillo, aunque el sonido del festival fue capaz más o menos de ocultar el sonido de las pisadas. Riku sostuvo su espada ligera. En el momento Riku se alejó de la ventana, la puerta fue violentamente abierta.
Varios hombres vestidos con armaduras entraron en la sala. En un instante, los hombres rodearon Riku y Keity, sosteniendo su espada con una postura, las espadas se colocaron en posición vertical
Como para proteger a Keity, quien estaba completamente temblorosa, Riku dio un paso adelante. Y entonces, los hombres la miraron con mucha intención de matar.
—¿Quién?
—Somos espiritistas de Buryuccer.
—¡Sabemos que ustedes son demonios!
—¿Demonios?. ¿Aunque soy humana?
A pesar de que les dijo la verdad, aún estaban mirándola. Tras escupir, uno de los espiritistas gritó.
—¡No te hagas la tonta! ¡Según nuestras investigaciones, hemos confirmado que hay demonios alojándose aquí!
—¿Quién te dijo eso?
—¡Es algo que se sabe de inmediato si miras alrededor de todas las posadas de la ciudad!
Riku emitió un suspiro de alivio. Parece que Charlotte no dejó escapar información de este lugar. Ya que ese es el caso, todavía podría ser capaz de engañarlos. Al poner su espada en la vaina, intencionadamente dejó escapar un largo suspiro .
—Soy un ser humano. No soy un demonio. Si piensas que es una mentira, entonces, intente cortarme.
—¿¡Tú te piensas que con sólo decir eso, no te vamos a cortar!? ¡Estúpido demonio!
Los espiritistas mostraban unas sonrisas despreciables. Entonces, moviéndola hacia arriba, la espada rozó en la mejilla de Riku. Si Riku fuera un demonio, sus sesos habrían sido esparcidos por el suelo. Sin embargo, Riku fue dejada sólo con un pequeño corte en la mejilla. Limpiando la sangre en la mejilla, ella habló en voz baja.
—… ¿Qué se supone que debería hacer si me deja una cicatriz?
Como Riku era realmente un ser humano, y la forma en que acababan de dañar la cara de una chica, los espiritistas sintieron vergüenza. Como una puñalada a su malestar, Riku siguió adelante.
—Ah… Uhh…
—Con este pelo rojo ya tengo una muy baja probabilidad de ser capaz de casarme, pero ahora con esta cicatriz… Con esto, ¿tendré que permanecer soltera por el resto de mi vida?
—¡L- lo siento!
—¿Lo siento?, ¿tu… tú crees que puedes resolver todo con sólo eso?. De repente entrar en la habitación de otra persona y decir que soy un demonio, y que incluso me atacaran. ¡¡Y ahora con esta cicatriz!!. Esto es una catástrofe… Incluso aunque este cabello ya es un desastre por sí mismo.
Con su voz poco a poco llenándose de dolor, ella empezó a temblar. Como para ocultar su herida, se cubrió la cara con las dos manos y se dirigió hacia el suelo.
Los espiritistas estaban mirando el uno al otro sin saber qué hacer. Como era de esperar, por la forma en que unilateralmente decidieron que era un demonio e incluso le hicieron daño a ella, sus pensamientos era de haber hecho algo imperdonable. Uno de los espiritistas a continuación, pone una pequeña botella que tenían crema médica en el interior de sus manos.
—L-lo siento mucho. Parece que nuestras investigaciones eran insuficientes. Ahora, deberías utilizar este medicamento. Debe curarse de inmediato.
—… ¿Es verdad?
—¡Por supuesto!. La usamos para las heridas superficiales muy a menudo. Se debe sanar en tres días.
—Si las marcas permanecen aun así, entonces pediré compensación. Es realmente imperdonable…
Los espiritistas salieron de la habitación todos con rostros pálidos, Riku todavía estaba sentada en el suelo, pero cuando estuvo segura de que los pasos habían desaparecido por completo, levantó la cara. Por su rostro pareciera que no había sucedido nada hace un momento. Una cara sin una sola lágrima.
Keity tímidamente habló a Riku.
—Err… ¿Estás bien?
—Es bueno que bien también, Teniente Coronel Fostar.
Cuando se hizo evidente para los espiritistas que Riku era un ser humano, también asumieron que Keity era un ser humano. No pasó por sus cabezas la posibilidad de que un ser humano y un demonio se alojaran en la misma habitación.
—Dejando eso de lado, es demasiado tarde.
Mientras chasquea su lengua, Riku tiró la medicina en su bolsa. Y justo en ese momento, un demonio con una cara de lobo saltó ágilmente dentro de la habitación desde la ventana. Luego Riku miró al demonio que estaba sonriendo.
—Llegas tarde, Suboficial Vrusto.
—Ah, lo siento, lo siento. He estado algo ocupado en el camino. Aparte de eso, he sido ascendido a Segundo Teniente, ¿sabes?
A medida que dio sus quejas, Vrusto se rascó la cabeza.
—¿Es así?. Felicitaciones por el ascenso. Ahora bien, nuestro problema en este momento es que te necesito para seguir el olor de Charlotte-sama, pero…
—¿… Me has llamado sólo para usarme como un perro rastreador?
Riku arrojó una de las maletas de Charlotte a Vrusto. Al agarrarlas, Vrusto olió como si fuera un dolor hacerlo.
—Ahora, sólo tengo que encontrar dónde está Charlotte-sama, ¿verdad?. Más que eso, tu… ¿no eras su guardaespaldas?, ¿cómo fué secuestrada?
—… En realidad, ella me pidió que la dejara sola con alguien más.
—¿En serio?, ¿pero deberías haber hecho algo más?
Vrusto mostró una cara de disgusto.
Era lo que había dicho.
No importa qué tanto la propia Charlotte fuera la que ordenó eso, ella asumiría la responsabilidad de no ser capaz de detenerla. Si algo así termina pasando, en este momento, presentaría a Keity como la culpable sin ninguna duda. Riku trató de detener a Charlotte, pero Keity se interpuso en su camino. El culpable de todo no era Riku. Keity también estuvo de acuerdo en hacer aquello, incluso con lo que ya estaba previsto, existía todavía la posibilidad de recibir su castigo por la responsabilidad colectiva debido a la forma en que había sido confiada a hacer frente a las situaciones inesperadas. Tenía que evitarlo a toda costa.
—Es por eso que te he llamado.
A Riku no le importaba lo más mínimo Charlotte. Pero si sólo se preocupaba por matar a Rook, incluso después de haber sido capaz de hacer eso… Si había alguna posibilidad de no poder estar junto a Leivein debido a sus acciones, entonces sólo podía elegir una de las opciones ahora mismo.
—… ¿Es así, Ojou-chan?
Vrusto estaba mostrando una cara de alguien que quería decir algo.
Pero Riku lo ignoró. Recogiendo la alabarda que estaba apoyada contra la pared y llevándola a la espalda, puso su pie en el marco de la ventana. En cuanto se asomó a la calle, vio a Roppu agitando la mano. Como diciendo que era buen momento para bajar sin problema. En cuanto a la calle, estaba completamente desolada. Riku suspiro.
—Teniente Coronal Fostar, tengo que molestarte con el cuidado de la habitación mientras estamos fuera.
—Yo entiendo… Dejo a Charlotte-sama en tus manos.
Dijo Keity con un tono de dolor. Si fuera capaz de mover sus pies, ella también se habría unido al grupo de búsqueda. Al sentir el dolor de la voz que provenía de su espalda, ella saltó del marco de la ventana. Su aterrizaje sin ningún sonido, se parece el de un gato. Esperó a Vrusto para saltar hacia abajo también. Aterrizando junto a Riku, Vrusto estiró sus hombros.
—Entonces, ¿vamos a ir, Ojou-chan?
Moviendo la nariz, Vrusto olfateó el aire. Y entonces, empezó a caminar a un ritmo rápido y Riku lo siguió. Las tres personas que caminaban por la oscura ciudad. Era posible que ellos escucharan todo el ruido del festival en la calle principal desde allí.
—Una vez que se localice dónde está retenida Charlotte-sama… ¿Qué debemos hacer?
Preguntó Roppu a Riku.
—Ese es tu papel, ¿verdad?. A mí y a Ojou-chan nos queda bien ir a reventar la puerta principal. Te confiaremos a ti desbloquear la puerta.
Antes de que Riku pudiera responder, Vrusto declaró en voz baja. Debido a esa respuesta, Roppu empezó a temblar.
—Eh, ¿desbloquear?. Bu, pero no sé cómo hacer eso… Además, ¿¡no hacen lo mismo que los ladrones!?
—Estúpido, no es que infiltrarse sea un acto respetable qu … ¿Hm?
La nariz de Vrusto se movió, y luego detuvo sus pies. Inmediatamente después de eso, extendió el brazo hacia los lados, como si estuviera tratando de decirles que no seguieran adelante. Ni Riku ni Roppu sabían lo que estaba pasando, pero supusieron que sentía que había algo extraño. Riku movió su mano cerca de la alabarda en su espalda.
—Capitán Riku Barusak, Subteniente Vrusto Asuteroid, Sargento Mayor Roppu Nezaarand. No soy una persona sospechosa.
Riku reaccionó inconscientemente hacia la súbita aparición. Después de poner la hoja del hacha en el cuello de esa persona, Riku levantó las cejas. De pie no había una humana. Era un pequeño demonio. Moviendo sus orejas de ardilla, que estaba mirándolos con sus grandes ojos adorables. A pesar de que Riku tenía su alabarda al lado de su cuello, ese demonio tenía una suave sonrisa en su rostro.
—Soy Kurumi Shouru, de la división de inteligencia. Por favor, deja que te ayude con la búsqueda de Charlotte-sama.
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