jueves, marzo 23, 2017

I Shall Seal the Heavens - Volumen 1 - Capitulo 56

ISSTH.

Volumen 1: Patriarca Confianza.

Capítulo 56: Hermano Meng, Quieras o no Comerciar, Lo Harás!



Cuando Meng Hao habló, todo el mundo se quedó cayado. Todos los ojos estaban enfocados a la lanza de hierro que se encontraba en el suelo.

Qian Shuihen rió en algo, uniendo sus manos para saludar a Meng Hao.

“Por lo tanto, Hermano Meng dejarás de poseer este tesoro. Yo, Qian, no permitiré que sufras pérdidas.” Sacó una bolsa privada y la lanzó al suelo. “Aquí hay quinientas Piedras Espirituales”! Sonidos tintineantes se escucharon conforme las quinientas Piedras Espirituales aparecieron, formando una pequeña montaña. Desde fuera, los discípulos del Estado de Zhao observaban, regodeándose de la mala suerte de Meng Hao. Quinientas Piedras Espirituales no era una cantidad pequeña, pero tampoco era una gran cantidad. Si acababa vendiendo ese objeto valioso por esa cantidad, se convertiría en el hazmerreír de todos.

No solo eran ellos los que pensaban eso del precio. Meng Hao frunció el ceño. La diferencia era que su pensamiento era distinto del de esos discípulos del Estado de Zhao. En su estimación, la lanza de hierro no valía probablemente más de dos piezas de plata. Comerciarla por quinientas Piedras Espirituales significaba que realmente estaba sacando un gran beneficio.

“Estás bromeando?” dijo Lu Song. “No intentes abusar del Hermano Meng. Piensas que puedes comprar un tesoro como ese por solo quinientas Piedras Espirituales? Yo la compraré por mil quinientas Piedras Espirituales!” Con un frío gruñido y el movimiento de una manga, sacó una bolsa privada. Más sonidos tintineantes se escucharon conforme aparecían las mil quinientas Piedras Espirituales, produciendo un montón mucho mayor que el de Qian Shuihen. Era una gran visión que hacía que todo el mundo se pusiera nervioso mientras permanecían expectantes.

Los corazones de los discípulos del Estado de Zhao latieron más fuertes. Para ellos, mil quinientas Piedras Espirituales eran un montón. Incluso aun siendo discípulos de las tres grandes Sectas, les sería muy difícil acumular tantas. Conforme observaban, jadearon. Incluso Sun Hua parecía temblar de entusiasmo. Zhou Kai plantado detrás de él, estaba atontado. Su admiración por Meng Hao se hizo aún más fuerte, sintiendo arrepentimiento en su corazón. No debería haber llamado a Meng Hao por su nombre justo en ese momento. Suspiró, dándose cuenta de que la culpa de que Meng Hao se viera forzado a vender ese tesoro era suya.

“Hermano Song, realmente tienes agallas,” dijo Qian Shuihen, dando una mirada fría a Lu Song. Estaba determinado a ganar el tesoro. Por lo que a él le concernía, era su ticket para entrar en la Secta Interna, y no se daría por vencido, sin importar el precio que tuviera que pagar. A partir de ese momento, su verdadero oponente era Lu Song. Claramente, los dos no podían adquirir la lanza juntos.

“Todos vosotros! Dadme vuestras Piedras Espirituales,” dijo Qian Shuihen, girándose para mirar a los cinco o seis discípulos detrás de él. “Cuando regresemos a la Secta encontraré la manera de devolvéroslo.” Sin dudarlo, ellos abrieron sus bolsas privadas y sacaron todas sus Piedras Espirituales.

“Dos mil cien Piedras Espirituales,” Qian Shuihen dijo serenamente, pareciendo como si no le importara en lo más mínimo. “Hermano Meng, estos son todos los objetos que poseo.” Dio una mirada fría a Lu Song.

El rostro de Lu Song se retorció. Las mil quinientas Piedras Espirituales que había ofrecido habían sido prestadas de los compañeros discípulos que permanecían detrás de él. Viendo cuantas había sacado Qian Shuihen, al igual que la aparente duda de Meng Hao, de pronto golpeó su bolsa privada.

“Hermano Meng, no tengo más Piedras Espirituales, pero tengo píldoras medicinales. “Una botella apareció en su mano. “Aquí hay tres Píldoras de Agua Celestiales, aptas para cualquier Cultivador del octavo nivel de Condensación Qi o de menor nivel. Es una de las mejores píldoras producidas por la Tienda de Píldoras para Cultivo de nuestra Secta Destino Violeta. Cada píldora vale quinientas Piedras Espirituales.”

La ardiente mirada de los ojos de los discípulos del Estado de Zhao creció más intensa. Sabían lo valiosas que eran esas Píldoras de Agua Celestiales.

La respiración se Sun Hua se hizo más pesada. Había escuchado hablar a los Ancianos de su Secta sobre las Píldoras de Agua Celestiales y sabía que eran de uno de los tres tipos de píldoras más efectivos dentro del Dominio Sur para los Cultivadores del octavo nivel de Condensación Qi. Incluso dentro de la Secta Destino Violeta, los más prominentes miembros de la Secta Externa tendrían difícil poder poner sus manos en una de ellas.

Qian Shuihen frunció el ceño, con sus ojos fijos en Lu Song. Apretando su mandíbula, golpeó su bolsa privada y sacó su propia botella de píldoras.

“No tengo Píldoras de Agua Celestiales,” dijo Qian Shuihen dramáticamente, “pero, viendo que el Hermano Meng está en el séptimo nivel de Condensación Qi, por favor, acepta estas siete Píldoras Espirituales Terrenales. Fui recompensado con ellas por los servicios meritorios con la Secta. Son perfectamente adecuadas para el séptimo nivel de Condensación Qi.”

“También tengo unas pocas Píldoras Espirituales Terrenales,” dijo Lu Song con una risa fría. Miró hacia atrás, a los discípulos detrás de él. Ellos apretaron sus dientes y sacaron sus bolsas privadas, entregando diez Píldoras Espirituales Terrenales. Miraban con ojos rojos a Qian Shuihen y a su grupo.

“Hermano Qian, mira…” dijo Meng Hao tímidamente, con su corazón latiendo rápidamente.

El rostro de Qian Shuihen cambió conforme se dio cuenta de que su oferta no ganaba a la de Lu Song. Pero esta era su oportunidad de entrar en la Secta Interna. No la dejaría pasar.

“Hermano Lu, estás determinado a sacármelo todo hoy, verdad? Bien!” Sus ojos brillaron fieramente. Golpeó su bolsa privada e inmediatamente, un rayo negro salió disparado, transformándose en un pincho negro. Brillaba como el rayo, produciendo múltiples imágenes remanentes. Las imágenes remanentes acabaron descansando en la mano de Qian Shuihen, y todo se volvió de nuevo tranquilo.

Era de un tono negro y llevaba un aire de increíble agudeza.

“Hermano Meng, este es un objeto mágico entregado a mí por la Secta. Se llama El Pincho de Lucha Infernal. Frío y oscuro, si hiere a un oponente, la herida se congelará y un Qi Helado entrará en su cuerpo.” Qian Shuihen se forzó así mismo a ignorar su dolor de corazón conforme hablaba.

Cuando el pincho apareció, los rostros de los discípulos detrás de Qian Shuihen se llenaron de envidia. La expresión de Lu Song cambió, pareciendo distraído. Nunca hubiera imaginado que Qian Shuihen sacaría la pica negra.

Los ojos de Meng Hao se abrieron aún más, mientras su corazón se aceleraba más. No sólo él. Un zumbido de conversación apareció entre los discípulos cercanos del Estado de Zhao.

“Este es el Pincho de Lucha Infernal de la Secta Destino Violeta. He escuchado a los Ancianos hablar de él. Sólo los Discípulos de la Secta Destino Violeta los poseen. Se dice que solo existen ciento ocho. Cada uno es chocantemente poderoso.

La boca de Sun Hua se quedó seca, mientras se quedaba mirando fijamente a la pica. Deseaba sobre todas las cosas ser Meng Hao, y entonces obtener este tesoro.

El rostro de Lu Song continuaba retorciéndose. Apretando sus dientes, enfadado, pensó sobre la oportunidad de unirse a la Secta Interna, y sobre que sólo había un hueco disponible. No debía dejar pasar esta oportunidad. Aguantando su desilusión, golpeó su bolsa privada y sacó un tesoro.

Era un abanico de plumas, compuesto por un total de dieciséis plumas multicolores. Tan pronto como apareció empezó a emanar un sobrecogedor poder espiritual que introdujo el temor en todos los corazones de los espectadores.

“Hermano Meng, este es mi más valioso tesoro. Es un Abanico Vía Láctea. No necesitas practicar con él, lo puedes usar inmediatamente. Permite al usuario planear y puede cambiar de tamaño. Las dieciséis plumas pueden además salir volando en un ataque, o rodearte formando un escudo. Puede ser usado de las dos formas, en ataque o en defensa. No es un tesoro de nuestra Secta, sino algo que adquirí por suerte. Permíteme presentártelo para comerciarlo, Compañero Daoísta.” Una expresión fea llenó su rostro, y su corazón parecía sangrar, pero en la contienda contra Qian Shuihen por un hueco en la Secta Interna, cargó sin tener en cuenta la rima o la razón.

Cuando apareció el abanico, la expresión facial de Qian Shuihen cambió. Dio dos pasos atrás, sus ojos inyectados en sangre. Sabía que ese era un extremadamente valioso tesoro. Ofrecerlo así era lo mismo que arriesgar la propia vida.

En cuanto a los discípulos del Estado de Zhao, miraban agitados y con sus cabezas dando vueltas. Podían no estar familiarizados con el abanico, pero obviamente era un objeto extraordinariamente espectacular. Emitía un fiero poder espiritual que hizo que sus corazones latieran agitados.

Los ojos de Sun Hua se abrieron aún más, mientras su cuerpo temblaba lleno de una envidia fiera.

Meng Hao tomó aire profundamente. En ese momento, realmente no estaba muy feliz, sino ansioso. Ya había ofendido a Excéntrico Song y el pensar en ofender profundamente a la Secta Destino Violeta le hizo que apareciera un sudor frío por todo su cuerpo. Pero parecía que quisiera o no comerciar…. Tendría que hacerlo.

Su actual apariencia, su ceño fruncido, la mirada oscura en sus ojos, todo hacía que los espectadores pensaran que no veía que los tesoros delante de él fueran lo suficientemente valiosos para comerciar.

“Hermano Meng, además tengo una Píldora de Carga de Meseta, apta para el noveno nivel de Condensación Qi.” Ignorando el dolor de su corazón, Qian Shuihen golpeó su bolsa privada y sacó una botella de píldoras.” Es muy valiosa. Cualquier Cultivador del noveno nivel de Condensación Qi se volvería loco sólo viendo una. Aunque no se pueda comparar a una Píldora de Fundación Establecida, es aún muy valiosa.” Conforme hablaba, ni si quiera miraba a Meng Hao, sino que miraba a Lu Song.

“Esta lanza…” Meng Hao sintió aún más conflicto en su corazón, y conforme iba a hablar sobre ello, de pronto Lu Song levantó su cabeza hacia el cielo y rió bien alto. Levantó su mano y sacó una bolsa brocado de su túnica. La giró y una gruesa y redonda píldora apareció. Era negra y no emitía ni una pizca de poder espiritual. Pero viendo cómo Lu Song la trataba con el mayor cuidado, era obviamente algún tipo de tesoro.

“Hermano Meng, esta píldora no es reusable. De hecho, es una rara píldora mágica. Cuando la rompes, se convierte en un híper tóxico escorpión negro que puede herir a un Cultivador del noveno nivel de Condensación Qi, quizá incluso matarlo. Esta píldora mágica me fue entrabada por mi clan. Aquí, tómala!” Los ojos de Lu Song estaban rojos, pero no miraban a Meng Hao, sino a Quian Shuihen. Mantenía la píldora mágica para el comercio, pero en realidad estaba usándola para amenazar a Qian Shuihen, como si esto fuera lo que desempataba.

La expresión de Qian Shuihen cambió, sus ojos brillaron, llenos de intención asesina, pero rápidamente se puso a sí mismo bajo control, diciendo casualmente, “Quizá debiéramos comerciar los dos por el tesoro, entonces llevarlo de regreso al Anciano Wu y dejarle decidir qué hacer.”

Lu Song no respondió. Realmente no quería atacar. Si estuvieran en un lugar remoto donde nadie pudiera verles, quizá lo haría. Pero las cosas se complicaban con tanta gente observando. Sólo quería amenazar a Qian Shuihen. Después de escuchar su sugerencia, asintió. Aunque le doliera un poco, cuando observó la Píldora de Carga de Meseta en la mano de Qian Shuihen, sólo podía apretar su mandíbula y poner su píldora mágica abajo, en frente de él.

Viendo esto, Qian Shuihen se relajó bastante. Sin preguntar a Meng Hao, cogió la lanza de hiero y aceleró. Lu Song fue también con él, también sosteniendo la lanza. Salieron disparados por la puerta de la ciudad, cada uno de ellos observando al otro sospechosamente.

Los demás discípulos de la Secta Destino Violeta salieron inmediatamente lanzados detrás de ellos, despareciendo instantáneamente a través de la puerta de la ciudad y desapareciendo en la distancia. Parecían dirigirse en la dirección de la cordillera Estado Escudo Montañoso.

El corazón de Meng Hao se disparó. Sin perder un momento, movió su manga, recogió todos los objetos, se giró y salió disparado tan rápido como le fue posible. Los ojos de los discípulos del Estado de Zhao brillaron intensamente, especialmente los de Sun Hua. Sus ojos llenos de fervor, se movió para perseguir y atacar a Meng Hao. Pero Meng Hao movió su mano derecha y el abanico salió aterrizando directamente debajo de sus pies. Su velocidad se incrementó rápidamente y salió disparado hacia la distancia.

Al mismo tiempo, el hombre de mediana edad cercano al horno de Píldoras en el Pabellón de Cien Tesoros abrió sus ojos. Sus ojos brillaron como rayos conforme veía a Meng Hao desaparecer.

“Estos discípulos de la Secta Destino Violeta son cada vez peores con cada generación,” dijo tranquilamente. “Son unos idiotas. Auque no tengan el Sentido Espiritual de la etapa Fundación Establecida, deberían de ser capaces de ver que esa cosa es inútil.”

Después de escuchar esto, Qiao Ling y las otras chicas, que justo acababan ve observar lo que había ocurrido, miraron incrédulas.

“Es solo una lanza de hierro,” dijo el hombre tranquilamente. “Este joven, miembro de la nueva generación, apellidado Meng, lo dijo él mismo” Cerró sus ojos de nuevo.



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