En la aldea. Parte 3
“L-Lo siento,
Estaba tan aliviada por la respuesta de Kazura-san”.
“No, no, ha sido
difícil, ¿verdad? Es como cortar un cable tenso”.
Después de que el
llanto de Valletta se había calmado un poco, Kazura se levantó con un “bueno,
entonces”.
Ahora que sabía
que había gente muriendo de desnutrición, no era momento de ser un holgazán.
“Volveré a mi
país en este momento por algo de medicina, estaré de vuelta mañana en la
mañana”.
“¡¿Eh?!”
Valletta estaba
sorprendida por la proclamación de Kazura.
Por lo que ella
sabe, caminar por la noche en un territorio desconocido sin ninguna iluminación
equivale al suicidio.
En un rincón de
su mente, ella pensó que si se trataba de Kazura, podría tener algún
instrumento de iluminación, pero para un comerciante que había llegado
finalmente a la aldea después de perder el camino al salir en medio de la
noche, aunque sea a su país de origen, a diferencia del día donde se podría
incluso perder, de noche podría ser atacado por animales o bandidos.
“¿Ahora mismo?
¿Pero el sol está a punto de ponerse? Los caminos son peligrosos por la noche,
mañana por la mañana es mejor… Pero ir hasta el puesto fronterizo de Balveil
desde aquí, le llevará al menos cuatro días sin importar lo rápido que vaya”.
Valletta se
preocupaba por su seguridad, pero Kazura negó con la cabeza.
Parece que
Valletta confundió a Kazura por haber llegado en la dirección de Balveil, pero
caminar desde aquí hasta Japón solo tomará unos quince minutos.
Él había marcado
los árboles en el bosque, y no tenía que caminar mucho.
“Bueno, si aplazo
mi partida alguien podría morir, si eso sucede el lamento no será ninguna
condolencia. Además, no es como si viniera de Balveil. Puedo ir y volver en
medio día”.
Kazura sacó una
linterna de su bolsa de viaje, luego él encendió el interruptor.
“¡¿Eh?!”
“Incluso si los
caminos son oscuros, tengo esto”.
Mientras que
Valletta todavía estaba sin habla por la fuerte luz de la linterna, Kazura
dijo: “Bueno, nos vemos mañana”, y salió de la habitación.
“Ahora, ¿habrá
supermercados 24 horas cerca de la casa?”
En medio del
oscuro bosque donde el sol se había puesto, Kazura buscó las marcas que hizo
cuando llego con la luz de la linterna, mientras sujetaba su bolsa de viaje en
la mano.
Como no estaba
lejos en primer lugar, después de dos minutos él ya se encontraba en el
pasadizo de piedra.
“Discúlpame,
pasando de nuevo”.
Saludó al
desmoronado esqueleto en la esquina del pasillo como de costumbre y cruzó el
portal que llevaba a su mundo.
En cuanto
confirmó que el paisaje había cambiado, Kazura salió de la residencia y subió a
su auto.
“Veamos, el
supermercado más cercano está a… 40 km de aquí, eh. Es una gran escases de
supermercados”.
Suspirando y
quejándose, Kazura condujo su coche hacia el supermercado que estaba a 40 km de
distancia, donde se podría comprar el Lipo-D y los productos alimenticios.
“50 aldeanos
enfermos, aldea entera desnutrida. Además, los bebés cuyas madres no pueden dar
leche… Arroz y alimentos enlatados y también leche en polvo. Veamos, cuánto
debo comprar”.
Kazura finalmente
se dio cuenta de la cantidad aterradora de alimentos que tenía que comprar
mientras empujaba su carrito en el supermercado y pensaba.
“Espera un
minuto, iba a llevar arroz, ¿pero si no hay agua? Si no me equivoco, la aldea
pasó por una sequía, ¿no? Creo que tienen suficiente para beber, ¿pero tienen
lo suficiente para cocinar el arroz?”
Es demasiado
tarde para lamentar el no haber salido después de enterarse de la situación de
la aldea por Valletta.
Después de haber
pensado en muchas cosas mientras empujaba su carrito, al final compró 100 kg de
arroz pre-lavado, 20 kg de sal, 5 kg de ciruelas secas, 400 botellas de Lipo-D
(todo lo que había en la tienda), 10 latas de leche en polvo, 10 litros de agua
(para su uso con la leche en polvo, en caso de que el agua esté demasiado
sucia), y 60 latas de durazno enlatado (la abuela dice que hay que comer
duraznos enlatados cuando estás enfermo).
Si no hay agua,
les daría a los aldeanos Lipo-D como alimento temporal, y traería agua en un
tanque más adelante.
Cuando la
mercancía llegó a la caja registradora, la chica preguntó, “¿esto es para
alimentos de emergencia?” Y él asintió con honestidad.
“La esquina donde
están las medicinas está cerrada en este momento, como esperaba. Los
medicamentos que traje de mi apartamento no son suficientes…”
Kazura se quejaba
mientras conducía con más de 150 kg.
Ahora mismo son
las 9:30 pm.
Conduciendo a una
velocidad segura de 40 km/h a lo largo de los caminos de la montaña, él llegó
al supermercado a las 8:00 pm.
Por supuesto, la
esquina donde se encontraban los medicamentos estaba cerrada.
Hay 20 píldoras
de cada una de antiácidos y analgésicos que le di al jefe del pueblo, pero ya
que hay 50 personas enfermas ese número no es suficiente.
Pero una vez más,
los antiácidos son para proteger el revestimiento del estómago, y aunque los
analgésicos son antipiréticos, el mayor causante de curar su enfermedad era la
nutrición de la bebida Lipo-D.
Si la mayoría de
la gente se ha debilitado debido a la falta de nutrición, debería ser capaz de
arreglarlo con el Lipo-D.
“Creo que puedo
darle medicinas a las personas con fiebre alta o el dolor. Si pudiera salvar
sus vidas, lo dejaría así por el momento”.
Comprometiéndose
así por el momento, Kazura se encaminó por el oscuro camino de la montaña.
Caminando
mientras observaba las casas de campo que se veían en el paisaje, Kazura de
repente se dio cuenta de algo y gritó: “¡Ah, mierda!”.
“¿Cómo puedo
llevar tantas cosas a la aldea?… probablemente no pueda meter el auto a la
casa”.
La mercancía que
llevaba pesaba casi 150 kg, es imposible llevar todo a la aldea en la mano.
Él podría hacer
varios viajes, pero como un hombre moderno de hoy día, Kazura preferiría no
hacerlo.
“Este… es un
problema, incluso si voy a la ferretería probablemente ya esté cerrado… ¿tendré
que hacer varios viajes…?”
Mientras conducía
y pensaba, vio una carreta de tracción en un cobertizo de almacenamiento en un
campo al borde del camino.
Kazura detuvo el
auto y se quedó mirando fijamente la carreta en el cobertizo.
“Mmm, buen
momento… pero si lo tomo sería un ladrón”.
Aunque es un
modelo antiguo de hierro, es muy resistente debido a su estructura simple.
Las ruedas
estaban hechas de neumáticos anti pinchazos (NT: caucho macizo en el interior)
“No hay vuelta
atrás… esta es una emergencia, espero me perdonen por esto”.
Kazura tiró de la
cerreta fuera del cobertizo y junto el manillar a su auto con una cuerda.
Luego sacó 30
billetes de 10.000 Yenes de su cartera, los puso en una bolsa de plástico que
tenía en su auto y escribió en la bolsa “Lo siento”. Puso la bolsa donde estaba
la carreta vieja y regresó a su propio auto.
Por cierto,
varios días después, cuando Kazura pasó de nuevo por el cobertizo, había una
nueva carreta y tenía una nota puesta en ella que decía: “Gracias, tome algunas
verduras si gusta”.
“Por fin… la
cuerda no se desató del auto”.
Desató la cuerda
en la parte posterior del auto y llevó la carreta dentro, poniendo el arroz y
otras cosas en el asiento trasero.
Él condujo
lentamente, pensando en la carreta que llevaba las cosas, por lo que le llevo
bastante tiempo volver, y actualmente eran las 12 de la noche.
Pero aun así, él
estaría de vuelta en la aldea de Valletta con una hora de retraso como mucho.
Sólo habían
pasado 6 horas desde que se fue de la aldea.
“Me gustaría
tomar un descanso, pero no lo haré. Tomemos algunas ciruelas y algo de Lipo-D y
continuemos”.
Cuando pensaba
sobre eso, él no había comido nada, además de la sopa con algunas hojas y
bichos de Arcadia desde que se fue al otro mundo.
Es un poco
difícil ya que carece da calorías, pero con un par de Lipo-D y ciruelas era más
que suficiente.
“Voy a tener que
limpiar el tatami después… ¡Bueno,
vamos!”
Kazura gritó para
elevar su espíritu de lucha, mientras movía la carreta cargada con 150 kg y
cruzó el umbral hacia el otro mundo.
“Ohh, esta es una
carreta para usted. Es ligera”.
Kazura tiró de la
carreta mientras pasaba por el pasadizo de piedra lentamente, e iluminó el
camino con su linterna.
Mientras pasaba
por el bosque, tuvo algunos problemas con las raíces de los árboles, pero
gracias a que la carreta tenia uno cientos de kg, pudo pasar perfectamente.
Llevando la
carreta hasta la casa de Valletta, pasado cinco minutos, alguien llegó
corriendo desde la casa.
“Eh,
Valletta-san, ¿todavía estás despierta?”
“¡Kazura-san!
¿Podría ser? Está de vuelta… ¡¿Y ese equipaje?!”
Valletta abrió
los ojos sorprendida al ver la gran cantidad de carga que llevaba.
“Traje alimentos
y medicinas de mi país. Umm, estaría agradecido si las tomaras sin preguntar
demasiado”.
Él pensó en
decirle que era de otro mundo, pero incluso si le dijera que es de otro mundo
probablemente no le creería.
Además, si
piensas en eso, es una historia bastante rara que haya un lugar al que puedas
ir a Japón y volver en cinco minutos a la aldea, y todavía nadie de la aldea
sepa de su existencia.
Si ese pasadizo
de piedra era algún lugar sagrado, sería un poco preocupante.
“Kazura-san…
podrías ser Gre…”
“¿Eh?”
“Ah, no, no era
nada. Hay tantos alimentos y medicinas, ¡muchas gracias!”
Por alguna razón,
Valletta se puso nerviosa. Luego le agradeció a Kazura y se deslizó por el
manillar para ayudarle a tirar de la carreta.
Se preguntó que estaba
a punto de decir, pero en todo caso, él estaba agradecido de que no preguntara
demasiado.
Luego movió la
carreta junto con Valletta a su casa durante cinco minutos, pero ella parecía
estar sumida en sus pensamientos y no dijo una palabra.
“Ah, me duele la
espalda, me están dando calambres musculares”.
Después de llevar
la carga en la carreta hasta la residencia de Valletta, Kazura se frotó la
espalda con sus manos.
Aunque Valletta
no parecía demasiado desnutrida, él no quería que llevara cosas pesadas, así
que Kazura trajo los 100 kg de arroz y Lipo-D por su propia cuenta.
“Lo siento, no
tengo mucha fuerza”.
Mirando a Kazura,
Valletta se disculpó.
“Ah, no, no, no
te preocupes por eso. En lugar de eso, ya es de noche, así que, ¿qué hacemos?
¿Deberíamos llevar las medicinas a las casas?”
“Sí, estoy segura
de que todos tienen dolor, por lo que quiero dárselas lo más pronto posible”.
“Es cierto”, dijo
Kazura, accediendo a lo que ella dijo, rápidamente se colgó la bolsa de viaje
que estaba en la carreta en el hombro.
Estaba llena de
Lipo-D y leche en polvo, además de biberones.
“Bien, vamos”.
“Okay”.
Encendiendo la
linterna, los dos caminaron por la aldea.
“Aquí, espera y
bebe esto. Esta es la medicina mágica, pronto se curará de su enfermedad”.
“E-En serio…
gracias…”
“¿Eh? No, no es
la gran cosa…”
Al llegar a la
casa de uno de los aldeanos, rápidamente sacaron el Lipo-D e hicieron que lo
bebiera.
Valletta les dio
Lipo-D para beber, por alguna razón, confiaban plenamente en ella, pero Kazura
todavía no estaba convencido y se sentía un poco nervioso.
“¿Qué está
diciendo? ¿Acaso no es la verdad? Ven, vamos a la casa de al lado.”
Incluso teniendo
tal argumento, se fueron rápidamente a la casa del siguiente aldeano.
Después de todo,
en total había 50 aldeanos.
Visitando cada
casa, se tomaban su tiempo en cada una.
“Ah, es cierto,
ya que había bebes que no pudieron conseguir la leche de su madre, tengo algo
para sustituirlo, hay que darse prisa”.
“¿Eh? ¿En serio?
Entonces lo siento por las personas enfermas, pero vamos a dar prioridad a los
bebés”.
En el momento en
que terminaron de hacer sus rondas en cada casa, el sol ya se asomaba detrás de
las montañas.
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