LV999
Villager
Volumen
1 - Capítulo 3 - Parte 6
Varios kilómetros al oeste de Balman, en
medio de una llanura vacía, bajo el cielo nocturno claro y estrellado, dos
humanos y dos Demonios estaban sentados alrededor de una fogata.
Era el primer encuentro amistoso entre
humanos y Demonios.
No obstante, a pesar de que estaban en
camino hacia el Castillo del Rey Demonio, sintieron la necesidad de establecer
algunas reglas, ya que estarían pasando tiempo juntos durante el viaje.
Incluso con las circunstancias de Menou,
Kagami y Alice concluyeron que fueron malas esta vez, ya que el carro que había
secuestrado por su propia conveniencia no era algo que Kagami hubiera aceptado
de antemano.
“En primer lugar, nunca debemos hacer
daño a los humanos. Por el contrario, incluso si nos hacen daño a nosotros,
tenemos que soportarlo. Si, por alguna razón, sucede, solo nosotros podremos
protegernos a nosotros mismos. Por lo menos, quiero que sigáis esta regla hasta
que confirmemos las verdaderas intenciones del Rey Demonio.”
“Muu… Entiendo. Perdón. Gracias a mi
propio egoísmo he puesto a Kagami-dono en una posición peligrosa.”
“Está bien mientras lo entiendas. Si te
disculpas sinceramente cuando volvamos a Balman y les compensas por el carro,
probablemente lo olviden. En cuando al Grupo del Héroe… Bueno, todo se
resolverá de una manera u otra.”
Mientras Kagami decía esto, sirvió un
poco de té, que había sido calentado por la hoguera, en la taza que sostenía.
Cuando Menou vio que Kagami no estaba
realmente preocupado por esto, dejó escapar un suspiro de alivio y se relajó,
recuperando la compostura.
“Por ahora, tenemos que ir a Isla Atros
para alcanzar el Castillo del Rey Demonio. Mejor que seguir nuestra ruta
actual, ¿no estaría bien pasar por la Ciudad Libre de Salumeria primero?
Takako extendió un mapa mientras
preguntaba.
La única ruta terrestre que podían tomar
para cruzar a la solitaria isla, Atros, pasaba por un punto de control que
estaba al norte de ella. No había manera de ir a Isla Atros sin pasar por la
ciudad costera, Fuerte de la Ciudad Libre de Salumeria.
Ya que las personas que normalmente
viajaban a Isla Atros iban por los Monstruos de dropeo exclusivos de la isla o
por simple curiosidad, pocos eran invitados.
Aunque la razón por la que tan pocos
humanos eran invitados podría decirse que era porque el Nivel medio de los
Monstruos era anormalmente alto. Y aunque se atrevieran a ir, tendrían que
tomar la ruta terrestre a través del Fuerte de la Ciudad Libre de Salumeria.
“Salumeria es un ciudad que está rodeada
por un gran muro, ¿verdad?”
“Oh, yeah, eso me recuerda, Alice vino
de la Isla Atros, ¿cierto? ¿Fue por barco?”
“Sí. Aunque tomamos un pequeño desvío,
pasamos sin tener que ir a Salumeria, gracias a que el barco fue cargado por
toda la gente del pueblo. Ningún monstruo nos atacó, además.”
Alice sonreía mientras decía esto.
La vecina de Atros era el Fuerte de la
Ciudad Libre de Salumeria (NT: Vamos a abreviarla como Salumeria a partir de
ahora), que se desarrolló en la parte continental del Reino de Hexal Doria.
Actuaba como una barrera contra los Monstruos que se creaban en el gran montón
de magia liberada por el Castillo del Rey Demonio. Era una ciudad fortificada
hecha exclusivamente para que los Monstruos no llegaran al continente.
La ciudad tenía un muro exterior
construido alrededor que contaba con 40 metros de alto, los Monstruos normales
no tenían más remedio que detenerse en frente de ella.
Incluso si podían destruir la pared y
pasar por ella, los muchos Aventureros expertos que se alojaban en Salumeria no
les permitirían avanzar más. Los Monstruos tiraban materiales para reparar
bienes y armas que permitían a la gente poder atacar en cualquier momento, y
dado que la mano de obra y la comida era requerida, era un lugar que reunía a
la mayoría de comerciantes y Aventureros. También era el lugar más peligroso en
todo el continente, debido a los ataques por los Monstruos de más alto nivel
como el Rey Demonio.
Sin embargo, el Castillo del Rey Demonio
y Salumeria estaban juntos. Aquellos que fueron a atacar el Castillo, sin tener
poder suficiente para combatir al Rey Demonio, pensaron que era inútil seguir
perdiendo, por lo que el Rey Demonio nunca había mostrado ningún deseo de
atacar Salumeria.
“Menou, eso me recuerda, ya que Balman
fue atacado, ¿Salumeria también fue un blanco?”
“Por supuesto. Nuestra declaración fue
la misma que en Balman. Parecieron quedarse sin habla, pero una marcha a gran
escala seguramente comenzará dentro de poco. Si eso sucede…el primer objetivo
será…”
“¿Salumeria…?”
Suspiró Kagami.
La ciudad era suficiente como para ser
llamada fortaleza. A pesar de que Kagami creía que Salumeria no caería tan
fácilmente, estaba claro que tenía que darse prisa o la situación se volvería
irreversible. Kagami comenzó a sentirse preocupado sobre lo que tenían que
hacer y miró a Alice con una mirada ansiosa antes de dirigir sus ojos hacia los
Kenta-Uros.
Los Kenta-Uros, que estaban de pie junto
al coche devorando unos vegetales como si fueran pastelitos, lo miraron de
vuelta con una expresión de disgusto.
“Qué hacer… Me gustaría pedir seriamente
no montar sobre ellos lo que resta de viaje.”
Dijo Kagami con una mirada seria. A
pesar de que entendía que tenían que darse prisa, estaba atrapado en el dilema
de no querer montarlos, no importaba qué.
“En serio, Kagami-chan es un idiota∼ Un verdadero idiota∼ ¿Qué vas a hacer si no
piensas en las consecuencias? A pesar de que nos dirigiremos al Castillo del
Rey Demonio desde aquí. ¿Sabes a cuánta distancia está?”
Murmuró Takako en respuesta, como si lo
compadeciera.
“¡Eso es cierto, Kagami-dono! ¡Tenemos
que ir hacia el Rey Demonio-sama lo antes posible y confirmar sus intenciones!
¡Tenemos que conseguir información sobre si sus acciones difieren de los
ideales de los que habla Alice-sama! ¡Es justo como Takako-dono dice! ¡Es una
tontería tirar nuestros medios de transporte!”
Alice difería con lo que Menou dijo, y
mientras tanto observaba a sus tres compañeros con una mirada preocupada. Al
menos, ella no quería montar en el Kenta-Uros si era posible.
“¿Pero no son peligrosos esos tipos? No
sé lo que es peligroso ya. Sería realmente molesto ser traicionado y atacado.”
(Kagami)
Menou y Alice inclinaron sus cabezas
como si dudaran de la respuesta a las palabras de Kagami.
“No hay necesidad de preocuparse por
ello si podemos controlarlos. Tengo la certeza de que podemos.”
Takako respondió a Kagami con un
“Funfun” mientras reía.
“U-Um… Kagami-san, ¿qué entiendes por
ser traicionado?”
Alice preguntó timidamente, ya que era
natural para ella estar preocupada.
Kagami se giró hacia los Kenta-Uros y
preguntó: “Ahora, ¿cuántos puntos tiene este tío Demonio?”
“Cinco puntos. A pesar de que es un Demonio,
no es un buen partido para nosotros. Siento cierta elegancia de esta chica
Demonio… 20 puntos. El hombre grande de ahí (NT: Se refieren a Takako) es
fácil… 2 puntos.”
Como si el Kenta-Uros mirara hacia abajo
en cada uno de ellos, él los olfateó, y después miró al Grupo, se humedeció la
lengua, y comenzó a lamerlos uno por uno, como si los evaluara.
“El Kenta-Uros tiene una tasación de 100
a -100 puntos. Si tu tasación se convierte en -100 serás tratado como a un
Monstruo y atacado sin piedad.”
Dijo Kagami como si fuera completamente
natural, y Menou, sin pensar, alzó la voz y gritó: “¿Ah?”
Los Kenta-Uros era Monstruos
persistentes. Aunque eran especiales y tenían la misma inteligencia que los
humanos y los Demonios, serían cuidadosos de no atacar a humanos sensibles solo
con el fin de obtener ventajas para ellos. Si se decidía que no había
inconvenientes mayores que el mérito de “ser golpeados”, los Kenta-Uros
atacarían.
Era solo cuestión de tiempo para que su
lado M desapareciera, y entonces los traicionarían y Kagami y los demás serían
atacados, algo que era extremadamente peligroso.
Para empeorar las cosas, ambos eran de
Nivel 64, alto para su raza. Si se quería tratar con Kenta-Uros, una rutina de
golpes tendría que ser establecida.
“Sin embargo, si su evaluación está en
positivo, te dejan estar. Si bajas tu guardia, tu puntuación bajará
rápidamente.”
“Wow.”
Murmuró Alice en respuesta a Kagami
mientras hacia una mueca agria que hizo que Kagami se entusiasmara.
“Por cierto, ¿cuántos puntos tengo yo
ahora en este momento?”
“-50.”
“¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…!”
Después de saberlo, la puntuación de
Kagami fue el doble de lo que se esperaba e, incapaz de resistir la
humillación, Kagami alzó desintencionadamente su voz, como una rana incapaz de
pensar.
“Por otra parte, ¿qué pasa si la
puntuación alcanza el +100, Kagami-san?
“Entonces te dejarán montarlos.”
“¡Tíralo todo por la ventana!”
Alice admitió la derrota con una mirada
en blanco que sin duda podría ser vista. Sin embargo, su situación actual era
que tenían que darse prisa, y ya que entrarían a Salumeria, era necesario
ocultar a Menou. Tenían el carro y un cuerno de Blue Devil, por lo que
seguirían utilizando los Kenta-Uros. Kagami, por su capacidad, evitaría que su
figura fuera vista por ellos para que no le atacaran.
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