sábado, abril 29, 2017

Katahane no Riku - Volumen 1 - Capitulo 20


Capítulo 20: El Festival en Derufoi


La Ciudad Derufoi era una ciudad rebosante de vitalidad.

A pesar del frío, que hacía parecer que comenzaría a nevar, la calle principal estaba llena de gente. Y lo que es más, cada persona que camina mostraba una sonrisa. Ya se tratara de los puestos de venta ambulante o escaparates, todo estaba decorado espléndidamente. Los comerciantes usaban variadas máscaras de colores y mantos, mientras alzaban la voz llenos de energía. Como Riku miró a su alrededor con emociones profundas, la niña caminando a su lado dejó escapar una sonrisa.

—Es la primera vez que vienes a este tipo de lugar, ¿no es así?

Con la cara enterrada en silencio, la chica susurró a Riku.

En respuesta a la pregunta de la chica, Riku mostró una sonrisa irónica. En estos diez años, el entrenamiento o ir a la guerra, era todo lo que había estado haciendo, nada como esto. Incluso antes de eso, hubiera sido realmente imposible abandonar la residencia Barusak. recordó haber participado en el festival de la capital real, aunque para Riku, era un recuerdo desagradable.

—Eso es cierto… nunca he estado en lugares de este tipo… demasiado.

—¿Qué?, capitán, estás desperdiciando tu vida. Escucha a partir de ahora, te voy a enseñar cómo divertirte.

Dicho esto, la chica tomó la mano de Riku. Y avanzó a través de la multitud de personas como si estuviera habituada a ello. Cuando la niña caminaba, su pelo rubio que estaba atado en dos coletas se meneaba de izquierda a derecha en su espalda. A simple vista, se sentía que era un poco como una Ojou-sama de alguna familia rica, pero la chica no era sólo una Ojou-sama ordinaria. Mientras sostenía su sombrero al retirarlo de su cabeza, Riku susurró a los oídos de la joven.

—Um… ¿Está bien para Charlotte-sama no usar sombrero?

Sus dos magníficos cuernos se encuentran un poco por encima de las orejas y era como si fueran un adorno para el pelo, pero eran claramente cuernos reales y podría decirse que eran inhumanos. Después de que Riku le dijera eso, Charlotte dio una sonrisa traviesa.

—Mira a tu alrededor con más atención, capitán. En esta ciudad, no hay nadie que se preocupe por los cuernos. Después de todo, pasado mañana es el festival.

—¿Festival, dice?

—Eso es. ¡Es una fiesta de disfraces!. Mira, también hay otras personas que ya están preparándose para el festival.

El delgado dedo de Charlotte apuntaba directamente a una multitud de personas. Buscando en a el que estaba señalando, era posible ver a un niño que llevaba un tocado de una vaca y una niña con guantes de zorro jugando entre sí. Era posible ver a otras personas también con disfraces de vez en cuando, lo más probable era que los cuernos de Charlotte estuvieran siendo confundidos con un traje.

—Ya veo… ¿Por eso eligió venir a esta ciudad?

—Bueno, hay otras razones también. Hey, vamos.

Charlotte se acercaba llena de energía directamente al puesto de una tienda. No importa cómo uno lo viera, su apariencia era sólo la de una chica normal. Mientras se preguntaba si ella había nacido realmente hace más de 200 años, Riku la siguió. Mirando atrás, era posible ver que había un grupo que las seguía y estaba comprobando su situación desde la parte trasera del callejón. Todos ellos llevaban la misma larga capa negra y estaban armados con espadas. Eran los escoltas personales de Charlotte de los que había escuchado hablar por Gortoberuk. Se veían casi como un grupo de secuestradores. Pensando en eso, un recuerdo que no quería recordar vino a su mente. Tratando de apartar esos recuerdos de su mente, Riku apartó los ojos de ellos.

—Capitán, ¿qué te está tomando tanto tiempo? ¡Ven pronto!

—Sí, Charlotte-sama.

Uno por uno, Charlotte fue probando todos los puestos; estaba feliz mirando todo a su alrededor.

Mientras masticaba un pincho de pájaro mojado en salsa tara, vio un colgante que le interesó, hecho de piedras preciosas que eran visiblemente baratas y tenía piezas con recubrimiento de oro. Naturalmente, para ella, quien usaba joyas de auténtica calidad, no había manera de que lo fuera a comprar, en realidad fueron allí sólo para burlarse de la tienda.

—Está bien que compres lo que quieras. Sin embargo, lo restaré de tu salario.

Eso dijo Charlotte, pero no había nada que Riku quisiera comprar. Pensó en comprar un recuerdo para Leivein, pero no creía que hubiera nada que fuera a hacerlo feliz en estas tiendas.

—De acuerdo. Si hay armas o algo por el estilo, podría ser bueno comprobar que tal funciona …

—Haa … Capitán, debes olvidarte de lo relacionado con la guerra por un momento. De lo contrario, no te hubiera pedido que no trajeras tu arma aquí.

Con la respuesta de Charlotte acompañada con un suspiro, Riku mostró otra sonrisa irónica.

La alabarda que había usado durante tanto tiempo la había dejado en una posada lejos de la ciudad. Incluso si la ciudad estaba llena de gente usando trajes, una chica que maneja una alabarda sería demasiado sospechosa. Por lo tanto, en este momento, Riku estaba solamente usando la ropa de una chica normal en una ciudad. Si el peligro se acercara a Charlotte, lo único que podría hacer era defenderla con sus propias manos. La prohibición de artes demoníacas no tenía efecto sobre Riku, y si ella pudiera ganar suficiente tiempo, los escoltas que se esconden detrás ellas podrían hacer algo.

—Entendido, Charlotte-sama.

Sonidos de diferente volumen sonaban por toda la ciudad. Antes de la fiesta, la ciudad ya era muy animada, pero cuando el festival real comienza, se anima aún más.

Riku puso sus manos que parecían estar entumeciéndose por el frío en su bolsillo, mientras caminaba junto a Charlotte, un poco atrás. Y entonces, posponiendo encontrar algo adecuado para Leivein para mañana, empezó a considerar la compra de recuerdos para Vrusto y sus otros subordinados.

—¡Hm! ¡¡Capitán, mira eso!!

Charlotte se detuvo frente a uno de los puestos.

Fue un giro del destino. Había muchos premios allí, y delante de ellos, en el mostrador, había un pequeño arco. Charlotte tenía sus ojos fijados en un oso de peluche muy lindo, que era uno de los premios. Distraídamente miraba al oso de peluche, se parecía a una chica enamorada. Riku se quedó aturdida. Se preguntaba si la persona que ahora estaba tan distraída con el peluche, era realmente la persona que dirigía el ejército del Señor Demonio.

—¡Oh, ojou-chan!. ¿No vendrán para jugar a dispararle a la diana?. Son tres monedas de cobre de cada intento.

A medida que el tendedero observaba a Charlotte, sus cejas se arquearon.

Después de pensar durante unos segundos, ella agarró firmemente la manga de Riku.

—Capitán, es una orden. Derriba esa diana.

—… ¿No está bien simplemente comprar un oso de peluche que se parezca a ese?

—¡No lo está! ¡Es un encuentro predestinado!! ¡Si no es este, entonces no será lo mismo!!

—…

Demasiada sorprendida, Riku se volvió incapaz de decir nada.

Ella una vez más se preguntó si esa chica egoísta era realmente la que manda todo el ejército del Señor demonio. Asaltada por tales dudas, pensó como ponerlo en palabras. Si ella fuera a fastidiarla ahora, Gortoberuk, quien la había recomendado… En realidad no importa. Pero Leivein, que la había recomendado a Gortoberuk, obtendría parte de la mala fama. No debía permitir que la evaluación de Leivein bajara por ella.

—¡Hey, capitán! ¡Apúrate, dale a la diana!

—Sí…

El objetivo era pequeño y parecía ser un poco difícil de golpear. Incluso una vez dicho esto, no era que no tuviera experiencia en el uso de un arco. Mediante tres disparos, ella debería ser capaz de golpear el objetivo. Riku se inclinó y estaba a punto de agarrar el arco.

Pero…

—La Ojou-san de ahí, ¿podría tomar su lugar?

El arco que su mano estaba a punto de tomar, fue alejado por alguien a su lado.

—¿Eh? pe-pero incluso si tú lo consigues, ¡no voy a renunciar a él por alguien como tú! ¡ese oso es mío!!

—Sí, por supuesto. Sólo quería echarle una mano. Además…

El muchacho disparó la flecha. Volando por el aire, dio en el objetivo correcto en el centro.

—¡Oh, un gran éxito! muy sorprendente. Onii-chan. Aquí, toma.

El tendero le dio el oso de peluche al chico de pelo plateado. Al recibir el oso de peluche, el muchacho se lo dio suavemente a Charlotte.

—Sí, es éste, ¿verdad?. El osito de peluche especial que quería.

—U, umu. N-no pienses que te daré las gracias.

Las mejillas de Charlotte se sonrojaron.

Abrazando el oso de peluche, esta vez ella tenía sus ojos fijadas al chico de cabello plateado.—Hmm, ¿hay algo en mi cara?

—¡No hay tal cosa!, m-más importante, ¿dónde has aprendido a utilizar el arco de esa manera?. Vi que lo hiciste con gran habilidad.

Al preguntarle eso, el chico de pelo plateado bajo su cabeza. Desde el ángulo de Riku, no se podía ver la cara del niño, pero sentía una desagradable sensación desde el fondo de su corazón. Riku inmediatamente tomó la mano de Charlotte con la intención de salir de este lugar, pero Riku no se podía mover. Como si el mundo se hubiera detenido, no podía moverse de ese lugar.

—Sí, lo aprendí de mi amiga de la infancia… Ella solía ser mucho mejor que yo.

—Solía ser, ¿dices?

Al darse cuenta de su uso del tiempo pasado, preguntó sobre este punto dentro del límite razonable. Como si se sintiera odio por algo, el chico de pelo plateado levantó la cara.

—Sí, ella es… Ya ha muerto. En la batalla del castillo Myuuz, ella…

Una lágrima cayó de los ojos del niño. Charlotte miró a Riku por un instante. Ella estaba mostrando una cara de alguien que parecía querer decir algo.

Las posibilidades eran muy limitadas de que “esa” chica fuera su amiga de la infancia. Había muy altas posibilidades de que Riku fuera la asesina. A pesar de que había alguien en frente de sus ojos, que tenía una conexión con alguien que había matado, no sentía nada en particular.

Más que eso, no había dudas de que este amigo de la infancia, de esa experta en el tiro con arco que participó en la batalla Myuuz, tenía conexiones con los espiritistas. Como Riku estaba avisándole, tratando de hacer una señal con el ojo, Charlotte abrió la boca.

—… ¿Tiene resentimientos por ello?

—… No sé. Pero creo que los mejor sería que este miserable conflicto desapareciera ya.

—¿Miserable?

Como si el mensaje de guiñar de Riku no llegara a ella, Charlotte siguió hablando. Riku se preparaba para matar a esa persona que tenía conexiones con los espiritistas en cualquier momento. Sólo estaba esperando la orden.

Pero Charlotte no mostró ningún signo de dar esas órdenes.

—Sí. Creo que es lamentable cómo los espiritistas y demonios luchan, sangre con la sangre.

El niño estaba murmurando su condena. Como si Charlotte hubiera sido cautivada por él, ella estaba escuchando su charla con atención. Riku tuvo pronto la sensación de que debían salir de aquí lo más pronto posible. Pensando que esta decisión era la correcta, ella palmea un poco el hombro de Charlotte.

—Charlotte-sama, pronto deberíamos …

—Capitán, quiero hablar con este tipo. Lo siento, ¿pero no puede mantenerse al margen?

Riku fue sorprendida por la declaración de Charlotte. Ella quería estar junto con el espiritista sospechoso sola. No sabía lo que le iba a pasar a Charlotte a partir de ahora, pero tenía la responsabilidad de hacer frente a cualquier incidente inesperado, y por lo tanto, a su vez, sería responsabilidad de Leivein. De todo lo que podría suceder, sólo sabía que tenía que evitarlo a cualquier costo. Riku persistía desesperada.

—¡Pero, Charlotte-sama!

—¿Qué insistente!, ¡es una orden!. Si no, ¿entonces qué, capitán…?, ¿está tratando de desafiar mi mando?

Charlotte estaba mirando a Riku. En ese momento, los escoltas que deberían haber estado siguiendo a ambos desde atrás trataron de sujetarla. Usaron una gran cantidad de fuerza en ella, pero aun así ella podría librarse fácilmente.

—¡Déjame ir!

Riku puso fuerza en sus brazos. Quitármelos de encima era más fácil que torcer el brazo de un bebé. Sin embargo, cuando fue capaz de liberarse de nuevo, la figura de Charlotte ya no estaba a la vista.

…Ya se había ido de la mano con el chico de pelo plateado con el que estaba hablando antes.




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