martes, marzo 21, 2017

I Shall Seal the Heavens - Volumen 1 - Capitulo 35

ISSTH.

Volumen 1: Patriarca Confianza.

Capítulo 35: No Estoy Dispuesto!



Pasó el tiempo, y en un determinado momento, el Hermano Chen se fue. Desde el momento en el que Meng Hao acababa de entrar en la Secta Interna, había sido un Hermano junior, por lo que era la responsabilidad de Chen Fan de explicarle todas las cosas, para ayudarle a comprender qué era realmente el Cultivo. Para ayudarle a saber qué significaba continuar adelante, para que no fallara, y comprendiera el camino de vida y muerte que era el mundo del Cultivo.

Entrar en la Secta Interna era el primer verdadero paso a través del umbral hacia ese mundo. El siguiente paso era la Fundación Establecida.

Meng Hao se sentó solo en el peñasco, mirando hacia el cielo, a la luna y a la gran inmensidad de estrellas. Estaba callado, su mente llena de incontables pensamientos. Se sentía algo confuso.

El tiempo continuó pasando, y pronto era media de la noche. Wang Tengfei estaba sentado en su Cueva Inmortal, mirando hacia su mano derecha, al dedo índice que ya no estaba. Miró confundido. En frente de él estaba una hoja de jade, rota por la mitad. Fue lo primero que hizo cuando recuperó la conciencia.

No había conseguido entrar en la Secta Interna, por lo que no había conseguido cumplir su segunda meta. Estaba al filo de la desesperación. Tan pronto como había recuperado la conciencia, había partido la hoja de jade en dos con una sonrisa amarga.

Había sido derrotado, profundamente derrotado, ni más ni menos que por un insecto. Había sido derrotado por la espada y la débil base de Cultivo de Meng Hao. Si He Luohua no hubiera intervenido, estaría muerto.

Esta derrota finalizaba su camino aquí, en la Secta Confianza. No había salido de su Cueva Inmortal después de despertarse. Estaba simplemente sentado, aturdido.

Era un Elegido. La reputación de su Clan en el Dominio Sur era indomable. Había estado insufriblemente orgulloso desde niño, como si el mundo yaciera a sus pies. Esto era por lo que había rehusado permanecer en su clan, yendo sin embargo aquí, al Estado de Zhao y a la Secta Confianza, para buscar el Legado y el tesoro. Había pospuesto entrar en la Fundación Establecida para poder alcanzar sus dos metas. Y ahora, todo había volado lejos, como cecina en el viento.

La sonrisa amarga de Wang Tengfei resonó por la Cueva Inmortal. Rió y rió, apretando sus puños fuertemente. Sus uñas no eran muy afiladas, por lo que no podría experimentar el dolor que Meng Hao había tenido ese día.

Simplemente no podía aceptarlo. Si hubiera sido derrotado por las manos de un Elegido, entonces podría sobrellevar la pérdida, pero la persona que le había robado su lugar en la Secta Interna, que le había aplastado bajo sus pies era alguien a quien no era digno de mirar siquiera, un insecto cuyo nombre no había sido capaz re repetir. Simplemente no podía aceptarlo.

En ese momento, la puerta principal de la Cueva Inmortal de Wang Tengfei se desintegró de repente sin hacer ningún ruido. La puerta entera se volvió cenizas, que flotaban hacia el suelo de la Cueva Inmortal.

Un hombre de mediana edad se paró en la puerta, llevaba una túnica negra, con las manos unidas detrás de su espalda. Parecía algo raquítico., pero tenía un aire arrogante. La luz de la luna caía hacia él, y parecía temblar y convertirse en pequeñas ondas. Era como si la mera existencia del hombre pudiera causar que las cadenas montañosas de los alrededores temblaran.

Cerca del hombre de mediana edad había una mujer joven, quizá de dieciocho o diecinueve años de edad. Era increíblemente bella, alta y esbelta. No llevaba maquillaje, y aún así, su rostro brillaba como el amanecer. Su cabello estaba recogido en la forma de una cola de una golondrina, su cuerpo parecía como si hubiera sido tallado de jade. Llevaba un delgado vestido verde claro. Plantada en la luz de la luna, emanaba una mágica aura, serena y compuesta, refinada y libre de cualquier vulgaridad. Parecía como una mujer celestial que había descendido del cielo.

“El Wang Clan es uno de los tres grandes Clanes de Cultivo en el Dominio Sur,” dijo el hombre de mediana edad serenamente. Su voz contenía una frialdad impresionante, difícil de describir. “Ha sobrepasado a muchas Sectas, ha existido por diez mil años en el Dominio Sur.

“Eres un Elegido del Clan Wang. Desde que naciste, has estado destinado a hacer extraordinarias cosas, ascender más alto que los altos cielos. Estás predestinado a luchar contra otros inmortales.”

Conforme Wang Tengfei escuchaba las palabras del hombre de mediana edad, lentamente levantó su cabeza, ignorando su dedo cortado.

“Qué importan algunos contratiempos menores para ti? Este insignificante Estado de Zhao no debería contar para nada en el Dominio Sur. Está lleno de hormigas. Si enviara a un solo miembro del Clan en la etapa de Alma Naciente, podría limpiar completamente este lugar.” El hombre de mediana edad hablaba con completa certeza, sin dejar lugar a argumentos. Wang Tengfei apretó sus puños, con fuego apareciendo en sus ojos.

“Tus verdaderos enemigos son los otros Elegidos, miembros del Clan, los sucesores de los dos otros grandes Clanes del Dominio Sur y los discípulos del resto de los cinco clanes. Sólo ellos merecen ser tus enemigos. Si ellos te vieran en este lamentable estado ahora, cómo podrías siquiera decir que tu nombre es Wang?!

“Dime, cuál es el nombre de tu familia?” pregunto el hombre me mediana edad con un movimiento de su manga.

“Mi nombre es Wang!” Wang Tengfei permaneció de pie, con sus ojos brillando.

El hombre de mediana edad miró a Wang Tengfei por un largo momento y sus ojos se suavizaron.

“Eres una Roca del Clan Wang, en pocos años, alcanzarás la Fundación Establecida. En el futuro, en el gran camino de la Formación del Núcleo, tendrás la asistencia de la técnica del Qi Violeta del Este de la Secta de tu prometida. Alcanzarás pronto la Formación del Núcleo. Después de eso, tendrás tu Alma Naciente. Cuando eso ocurra, encontrarás que la lamentable persona que te derrotó aquí en el Estado de Zhao todavía está practicando la Condensación Qi.

Entonces podrás mirarle como el insecto que realmente es.” Le dio a Wang Tengfei una mirada llena de significado y se giró para salir.

“Tengfei”, dijo la bella chica. Su ligera voz era agradable, y combinada con su belleza, la hacía ser increíblemente seductora. Ella era perfecta, en la misma forma que Wang Tengfei era perfecto. Estaban hechos para estar el uno con el otro, una pareja hecha por el cielo, la envidia de todo aquel que atravesara el camino de la inmortalidad.

Wang Tengfei miró a la chica silenciosamente. Era su prometida, Chu Yuyan, hija del líder de la Secta Destino Violeta. Era una Elegida de su secta, y una de las cuatro más famosas mujeres en el Dominio Sur.

“Regresemos,” dijo suavemente, mirando a Wang Tengfei tiernamente.

Wang Tengfei asintió. Siguió a la chica a fuera de la Cueva Inmortal. Junto con el hombre de mediana edad. Caminaron adelante, y de repente un sonido zumbante agitó el cielo nocturno. Un masivo rayo de luz cayó del cielo, transformándose en una nave de guerra voladora de cerca de trescientos metros de largo. La nave era negra, y emanaba una sensación mortal, especialmente la masiva bandera en el mástil en el que ondeaba una bandera roja en la que estaba escrito el nombre “Wang”.

En la nave habían numerosos hombres con caras inexpresivas, plantados atentamente, radiando frías auras Qi.

El masivo ruido que se acababa de escuchar, así como la nave de guerra, dejó a los discípulos de la Secta Confianza temblando de miedo. Miraban el espectáculo con la incredulidad cruzando sus caras.

Meng Hao estaba todavía sentado en la cima de la Montaña del Este. Salió de su contemplación, miró hacia la negra nave de guerra y a la bandera roja y su corazón tembló.

“Nunca debí haberte permitido venir a este lugar tan alejado”, dijo el hombre de mediana edad conforme ponían un pie en el barco. “Aunque se haya visto por aquí la Sublime Escritura Espiritual, eso pasó hace cientos de años.” Wang Tengfei permaneció allí, mirando hacia la Secta Confianza. Lentamente apartó todos los recuerdos de los años recientes.

Su mirada ya no era ni cálida ni gentil, ya no había una sonrisa amable y sincera. Se había vuelto frío, especialmente sus ojos, que radiaban odio. Ahora parecía una persona completamente diferente del viejo Hermano Wang.

Miró hacia abajo a Meng Hao, sentado en la cima de la montaña. Los dos se quedaron mirando uno al otro por un momento, y entonces los ojos de Wang Tengfei se llenaron de nuevo con indiferencia. Por lo que a él le concernía, Meng Hao era un insecto. Estaba lleno de orgullo, debido a que su nombre de familia era Wang!

En ese momento, el hombre de mediana edad vio a Meng Hao sentado allí. No reveló su base de Cultivo, pero su mirada sola era suficiente para causar un rugido estruendoso que sacudió toda la Montaña Este. Como una espada afilada, fue hacia Meng Hao.

La expresión de Meng Hao cambió y tosió una bocanada de sangre. Sintió su cuerpo entero con un frío como el hielo, sintiendo cómo una fuerza mortal e intensa caía sobre él. Su cabeza empezó a dar vueltas, perdiendo el poder incluso de pensar. Era tan débil que sintió como si fuera a colapsar debido un simple soplido.

Sintió a la muerte acecharle, su cuerpo empezó a marchitarse, su alma parpadeaba, la sangre empezó a gotear por su frente.

Soledad. Impotencia. Muerte. Se fundieron juntos en una mano gigante que le aplastó, lentamente rompiéndole en piezas, destrozándole más allá de cualquier recuperación.

De pronto un frío bufido se escuchó, llenando toda la Secta Confianza, y una figura azul apareció en frente de Meng Hao.

“Tu base de Cultivo está en la etapa de Formación de Núcleo. No un Núcleo Mixto, sino al menos Púrpura o Carmesí. Y aúna sí, acosas a un novato en Condensación Qi como este? Eres realmente Wang Xifan del Clan Wang del Dominio Sur, Tercera Generación Protector Dao?” Era el Líder de la Secta He Luohua. De repente un desafiante rugido emergió haciendo agitarse la tierra.

El sonido retumbó mientras salía, parecía como si todo a la vista fuera a sucumbir por él. Entonces se convirtió en capas y más capas de ondas, emanando desde He Luohua. Permaneció allí como si fuera la única persona en el mundo, mirando fríamente hacia Wang Xifan que seguía plantado allí, en la nave de batalla.

“He hecho algo ridículo para un Compañero Daoísta”, digo Wang Xifan con una gentil risa. “Estoy aquí para llevarme a Tengfei. Gracias por cuidarle estos años.” Sus ojos estaban llenos de una arrogancia indescriptible. Movió su manga. La nave de batalla empezó a zumbar, entornes se transformó en un chorro de colores y salió disparada hacia el cielo estrellado, dejando atrás solo la parpadeante luz de las estrellas.

Meng Hao tosió algo más de sangre, pero continuó mirando hacia la distancia, con sus ojos brillando con frialdad.

He Luohua miró a Meng Hao silenciosamente, entonces suspiró y se fue. Meng Hao miró en la distancia hacia la nave de guerra desaparecida.

“Así que ese era un Cultivador en etapa Formación de Núcleo. Podía aplastarme con una simple mirada. Y solo era Formación del Núcleo, después está la etapa de Alma Naciente y después la etapa de Separación de Espíritu, e incluso más… El Dominio sur, el Clan Wang!” Meng Hao apretó sus dientes enfadado, con fuego ardiendo en sus ojos.

“Si no eres fuerte, no estás cualificado para existir. Si no eres fuerte, no estás cualificado para practicar Cultivo, si no eres fuerte, no tienes derecho de permanecer vivo, sino para que se aprovechen de ti… Deseas vivir una vida como esa?” Las palabras del Hermano Chen resonaron en su cabeza, más y más fuerte, grabándose de forma indeleble en su mente, en sus huesos, en su alma.

“No estoy dispuesto!” dijo Meng Halo lentamente, apretando sus puños. Su voz era débil, pero en su corazón, su voz resonaba como un trueno.

“No estoy dispuesto a dejar que nadie se aproveche de mí!

“No estoy dispuesto a ser débil!”

“No estoy dispuesto a ser privado del derecho a devolver el golpe!”

“Voy a ser fuerte! Voy a ser poderoso!!” Meng Hao había querido siempre volverse rico y viajar al Gran Tang en las Tierras del Este. Todavía tenía ese deseo, pero adicionalmente a eso, tenía una creencia. Se volvería más poderoso. En el camino del cultivo, el camino de derrotar a los Cielos, si no eres poderoso, estás muerto.



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