sábado, marzo 18, 2017

I Shall Seal the Heavens - Volumen 1 - Capitulo 13

ISSTH.

Volumen 1: Patriarca Confianza.

Capítulo 13: Varonil Cao Yang.



La Hermana Xu era como una piel de tigre, que si la llevabas puesta mientras andabas por la Secta Externa, llamaría enseguida la atención de todo el mundo. Cuando los discípulos de la Secta Externa vieron a la Hermana Xu caminando con Meng Hao, sus caras se llenaron de extrañas expresiones. Esto era cierto sobre todo para aquellos que habían comprado medicinas de Meng Hao más temprano ese día. Primero florecía el odio, seguidamente lo contenían.

Para aquellos que tenían un nivel de Cultivo más alto, que todavía no sabían qué había pasado en la meseta, pero de todas formas reconocían a Meng Hao, no hacían más conjeturar que no era nadie con quien poder meterse.

En realidad, Meng Hao no sabía nada de ello, pero se había convertido en una persona bastante famosa en los dos últimos meses en la Secta Externa.

Por lo que a él le concernía, la parte más importante era conseguir terminar el día. Justo ahora era de noche, y no había muchos discípulos observando. Ni si quiera la mitad de los discípulos habían visto la escena.

Dándose cuenta de que ésta era una oportunidad que era difícil que se diera, no la iba a dejar perder. Meng Hao charló con algunas de sus mejores palabras de humilde escolar. Llevó a la taciturna Hermana Xu hacia la Tienda de Píldoras de Cultivo, donde el hombre de mediana edad, al mismo tiempo nervioso y ansioso, le vendí todo tipo de píldoras curativas a muy bajo precio. Le tomaría meses recuperar la cantidad de píldoras que Meng Hao le había comprado.

Fueron también al Pabellón del Tesoro. Cuando la Hermana Xu miró fieramente al astuto hombre, su cara se volvió pálida. Secretamente le entregó una Piedra Espiritual a Meng Hao y le indicó que podía cambiar el espejo de cobre en cualquier momento. Meng Hao le dio un frío gruñido, mirando desdeñosamente, diciéndole al hombre que había perdido el espejo ya hacía tiempo.

El Hermano del Pabellón del Tesoro rió amargamente y se disculpó. Le dijo que no se preocupara, que ese espejo se había perdido en el pasado y siempre había alguien que lo encontraba en dos o tres años. Al pie de la montaña, Meng Hao observó a la Hermana Xu caminar hacia la distancia, rodeada por la luz de la luna. Era la primera vez que se había dado cuenta de lo increíblemente bella era ella, como algún tipo de diosa inmortal.

“Que pena que sea tan fría, de otra manera, pensaría en casarme con ella.” Fantaseó por un tiempo, entonces carraspeó un par de veces y se dirigió de nuevo a la cueva.

La noche pasó sin ningún tipo de problema, y temprano al siguiente día, conforme los primeros rayos del amanecer aparecían, Meng Hao se puso en camino enérgicamente hacia la meseta.

“Estoy a muy poco de alcanzar la cima del tercer nivel de Condensación Qi. Que malo que no tenga las píldoras medicinales adecuadas. Los Núcleos Demoníacos no son fáciles de conseguir, y tendría que volver a ir a esa montaña negra, que simplemente es demasiado peligrosa.” Conforme caminaba, una idea empezó a formarse.

“Mi objetivo ahora es conseguir Piedras Espirituales. Entonces, la próxima vez que consiga un Núcleo Demoníaco, seré capaz de dar un salto masivo de progreso. Si puedo alcanzar el quinto nivel de Condensación Qi…” Su corazón comenzó a desbocarse, sus ojos empezaron a brillar con anticipación.

“Estar en el quinto nivel en la Secta Externa te hace ser una especie de señor. Y mucho más importante, puedes usar la técnica Caminando en el Viento.” Meng Hao recordó al Hermano Wang Tengfei y cómo era capaz de flotar siete pulgadas por encima del suelo, empezando su corazón a latir más rápidamente.

Pronto, la meseta apareció en frente de él, apresuró la marcha. En todos los aspectos parecía un humilde escolar, se sentó con las piernas cruzadas en la roca.

Pronto, más y más Cultivadores aparecieron, incluyendo algunos que no habían estado presente el día anterior. Los sonidos de las batallas llenaron el aire, conforme se escuchaban gritos aterradores. Meng Hao observó la escena, intentado encontrar a su primer cliente potencial del día. No se dio cuenta de que en la otra parte de la Zona Pública, un hombre iba caminando cuidadosamente a través de la multitud.

El cultivador caminó despacio, mirando a su alrededor. De repente, su mirada llegó a Meng Hao, y su cuerpo tembló. Paró de caminar.

Ese sería el primer cliente del día anterior de Meng Hao. Había sido testigo de cómo había noqueado Meng Hao a su oponente, entonces tímidamente después. No había esperado encontrarle de nuevo hoy, sin embargo, ahí estaba.

“Cómo está hoy aquí de nuevo? Ese estafador! Sus precios son simplemente demasiado caros!” El cultivador sentía al mismo tiempo odio y miedo. Después de darle un vistazo, iba a retirarse, cuando de repente sus ojos vieron a un varonil discípulo entrando en la Zona Pública.

“Es Cao Yang…. Está en la cima del segundo nivel, justo a un paso del tercero. Su primo, Lu Hong, es el miembro número uno en la Zona Pública de Bajo Nivel. Gracias a él, Cao Yang podía acosar a la gente y usar despreciables tácticas para herir a la gente cuando luchaban. La gente se enfadaba, pero no decían nada. Si fuera cualquier otra persona, la gente se habría aliado para ir a por él hacia tiempo. Simplemente ayer no se mostró, por lo que las cosas habían ido relativamente bien. Hoy va a ser un buen día.” El cultivador se movió un poco más cerca, convencido de que Cao Yan acabaría provocando al chico del Taller de Ofertas de Píldoras de Cultivo. Considerando el odio que ambos le tenían, esperaba verle hundido en su miseria.

Algunos de los combatientes cercanos vieron a Cao Yang, y sus expresiones cambiaron. Se hicieron a un lado rápidamente, asustados de provocar la ira del varonil discípulo.

Cao Yang resopló fríamente. Era alto, fuerte y robusto. Su mirada dura, fría y penetrante, era intimidante, como si la Zona Pública de Bajo Nivel fuera su propio patio de juegos. No había más de dos o tres personas que quisieran meterse con él, despreciando a todo el mundo. Frunciendo el ceño, se preguntó por qué no había visto a su buen amigo Zhao Wugang últimamente. Esto le hico tener mal humor, por lo que se puso a buscar a algún novato al que robarle las píldoras medicinales.

Entonces, su mirada cayó sobre Meng Hao y en la bandera que estaba plantada cerca de él.

Al principio, apenas le había notado, pero en ese momento vio al Cultivador observando regodeándose en la distancia, lo que capturó su interés.

“Vamos, vamos rápido.” Dijo el cultivador entre respiros. Súbitamente se dio cuenta de que observar las luchas era más interesante que participar en ellas.

Quizá su murmullo tuvo algún efecto, porque Cao Yan giró sus ojos y entonces fue directo hacia Meng Hao. La gente se quitaba rápidamente de su camino.

Meng Hao seguía sentado en la roca, mirando tan resuelto como siempre, preparándose para vender sus medicinas. Pero entonces vio a Cao Yang acercarse, se dio cuenta de que no podría conseguir su objetivo. Alzó la cabeza lamentándose.

Este hombre no era un extraño para él. Era el hombre violento que había visto hacía unos días. Meng Hao siguió sentado allí, como un estudiante débil.. Mirando tímido y entusiasmado, dijo:

“Hermano, es nuestro segundo día de negocios. Tengo existencias de todas las píldoras, y cada una de ellas es esencial para la batalla, te gustaría comprar alguna?”

Cao Yang le miró, pero no era capaz de estimar su base de Cultivo. Si el nivel de Condensación Qi es menor a siete, a menos que intencionadamente emitan energía espiritual, su nivel de Cultivo no se mostraba, por lo que era imposible ver lo poderosos que eran ellos. Solo en el nivel siete de Condensación Qi se volvía visible para todo el mundo.

Por lo tanto, era incapaz de saber el nivel de Meng Hao.

“Cuando yo compro cosas, no gasto dinero. Dame todas tus píldoras medicinales y Piedras Espirituales, si no quieres, te golpearé en el cuello.” Sus ojos brillaron, y su tono se volvió más dominante y poderoso. Después de todo, esta era la Zona Pública de Bajo Nivel, y todo el mundo le reverenciaba. Su primo era Lu Hong. Por lo que a él le concernía, Meng Hao era un don nadie.

En la distancia, el primer cliente de Meng Hao observaba las batallas con impaciencia.

“Pégale hasta que muera, pégalo hasta que muera!” se dijo calladamente. Incluso no conociera a los que estaban peleando.

“Hermano, los sabios dicen, no es bueno robar,” dijo Meng Hao delicadamente. “Mira, vamos a discutirlo un poco. Estoy llevando un negocio aquí, pero todavía no he abierto la tienda realmente todavía. Cómo puedo tener Piedras Espirituales ya?”

“Sabios? En ésta meseta yo soy el sabio,” dijo Cao Yang, sintiéndose más confiado después de escuchar a Meng Hao hablar. “Si yo quiero pegarte, quién me pararía? Si yo quiero cortarte en trozos, quien emitiría algún sonido?” Asumiendo que Meng Hao estaba asustado, se rió abiertamente y dio un paso hacia delante. Estaba muy cerca ahora, con sus ojos radiando insolencia.

“Hermano, yo no hice nada para provocarte, más aún, no estoy en la Zona Pública. Mira, estoy fuera de los bordes” Poniendo una cara larga, Meng Hao se plantó en la roca, tratando de hablar razonablemente.

“Puedes hablar basura,” dijo el varonil Cao Yang impacientemente. “Si yo digo que estás dentro, entonces tú estás dentro.” Pasó por encima por encima de la bandera, entonces alzó su mano hacia Meng Hao.

“Que abusón!” Cuando vio la mano de Cao Yang moverse, el semblante de Meng Hao parpadeó y pareció cambiar a una persona diferente. Como Cao Yang siguió adelante, entonces él le golpeó con la palma de su mano derecha.

Una explosión sonó, entonces un horrible grito vino desde la boca del varonil Cao Yang, seguido por una fuente de sangre. Su cuerpo voló hacia atrás recorriendo alguna distancia, su cara llena de asombro.

Su nivel de Cultivo era más alto que el nivel del cultivador al que ayer había golpeado Meng Hao, por lo que no perdió la conciencia, sin embargo, el dolor recorrió su cuerpo. Mientras que intentaba ponerse en pie, Meng Hao apareció cerca de él y le pateó viciosamente hacia el suelo.

“Los sabios dicen, si coges cosas sin pagar, estás cortejando a la muerte.”

“Te lo dije antes, estoy llevando un negocio, y no he abierto la tienda todavía por lo que no tengo Piedras Espirituales.” Conforme hablaba, continuaba pateando sin piedad a Cao Yang. Los chillidos miserables del varonil hombre sonaban por la meseta, puntualizando todas y cada una de las palabras de Meng Hao. Se protegía su cabeza con sus manos, rodando sobre sí mismo. Pronto, las pisadas cubrían su túnica verde.

“Te dije que yo estaba fuera del Área Pública, no dentro,” dijo furiosamente Meng Hao. Los gritos horribles del hombre varonil empezaron a debilitarse, como si de pronto no tuviera ya energía para gritar. Los Cultivadores que lo veían, parecían mantener el aliento, mirando la forma de que Meng Hao sacaba fuera toda su furia. Unos pocos de ellos habían estado presentes el día anterior, y empezaron a pensar que realmente habían tenido suerte.

El que mejor comprendía cómo estaban pasando las cosas era el primer cliente de ayer. Mirando cómo gritaba el varonil Cao Yang, y viendo la fiera expresión de Meng Hao conforme saltaba y caía, empezó a sudar y a temblar. Conforme miraba, sintió más y más lo realmente peligroso y aterrador que era Meng Hao.

Parecía que Cao Yang estaba a punto de perder la conciencia. La sombra de la muerte parecía flotar sobre él. Su visión empezó a enturbiarse. Entonces levantó su mano izquierda con una Piedra Espiritual.

“Yo… yo compraré alguna medicina!” gritó. >Haciendo acopio de todas sus fuerzas lo gritó tan alto como le era posible, asustado aparentemente de que Meng Hao no le pudiera escuchar.

Meng Hao paró, con su pie a mitad de camino. Su fiera expresión parpadeó desapareciendo, siendo reemplazada con la del inocente escolar. Con una genial sonrisa, tomó la Piedra Espiritual.

“Por qué no lo dijiste antes?” Ayudó a Cao Yang a ponerse de pié, le limpió el polvo de las huellas de la túnica.

El varonil cuerpo tembló, quedándose mirando aterrado a Meng Hao. Mirándole, Cao Yang quería irse inmediatamente, irse tan lejos como le fuera posible de ese demonio con ropa de hombre.

En ese momento, era justo como el Cultivador de ayer.

“Hermano, mira tu estado actual, pienso que una píldora medicinal únicamente te ayudará temporalmente.” Sujetó a Cao Yang por los hombros. Pareció parar un momento a considerarlo. “Tienes un montón de enemigos. Por qué no me compras algunas más?”


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