LV999
Villager
Volumen
1 - Capítulo 1 - Parte 4
Los tres Diablos Azules que dormían se
dieron cuenta al instante de la figura de Kagami. Ya que comenzarían a
descender en picado y atacarlo de inmediato, abandonó sus pensamientos de si
ella era o no era una ilusión.
“Oops… Debería prestar atención, o de lo
contrario esa chica… ¿Ella está allí?”
Antes de que los tres Diablos Azules se
pudieran incluso aproximar, Kagami dio un golpe de revés al Diablo Azul más
cercano a él, abofeteándolo en la pared derecha de la Mazmorra; mientras la
chica se preguntaba quién era esta persona.
Luego, otro Diablo Azul inmediatamente
trató de atacar, pero Kagami lo golpeó con el puño, haciéndolo entrar en la
pared izquierda de la Mazmorra. El Diablo Azul restante que trató de atacar
desde el frente fue arrastrado por una patada a su pecho.
Todos ellos fueron destruidos por un
solo golpe de Kagami, cambiando en Objetos y Oro.
“¡Argh! ¡Maldición! ¡La perdí de vista!
”
Kagami parecía gritar, pero se detuvo
intencionalmente de perseguir a la niña y comenzó a recoger los Objetos Caídos
y el Oro. Sin embargo, eso no era porque les haya dado prioridad a los Objetos
Caídos sobre la seguridad de la niña.
Fue porque se dio cuenta de que la niña
no estaba en peligro.
Kagami había llegado a una conclusión en
cuanto a lo que la chica era. En este mundo, no había humanos que no atacasen a
los monstruos.
“No hay un asentamiento cercano así que…
Me pregunto qué debo hacer.”
A pesar de que Kagami ya no tenía una
razón para quedarse, ya que la misión de la subyugación de los 30 de los
Diablos Azules estaba completa… Él realmente estaba preocupado acerca de por
qué la chica estaba en un lugar así y se apresuró a volver al pasillo en el que
la niña se había enfrentado, siguiendo los rastros débiles de la magia que
quedaba en el aire.
“Umm… Héroe-sama. De alguna manera… ¿no
es el número de monstruos extrañamente alto? ”
“…En efecto. Como no todos de los cuatro
de nosotros han superado el Nivel 70, continuar luchando sería un poco difícil “.
A pesar de que sería fácil el derrotar a
un solitario Diablo Azul con las habilidades de Nivel 90 del Héroe Rex, serían
más difíciles de tratar con un gran número de ellos a la vez. Sólo derrotarlos
era fácil, pero era importante para él proteger a sus aliados de bajo nivel.
Si varios enemigos atacaran al mismo
tiempo, Rex sería incapaz de bloquear a todos ellos y los tres partidarios de
la línea de atrás estarían en peligro.
“Casi he agotado la magia de mi cuerpo…
Me agotare después de tres, no, cuatro batallas más.”
Si la formación del grupo fuese
interrumpida, Krul, quien todavía estaba en Nivel 42, y su vestido, tomarían
mucho daño de un solo ataque.
Por supuesto, Tina respondería de
inmediato si alguien resultase herido. Ella curó las heridas de sus compañeros
de equipo mediante la conversión de su poder mágico en la magia de curación.
Aunque Rex estaba allí para recibir la mayor parte de los daños, Krul tomó algo
de daño debido a estar en la vanguardia.
Tina también recibió daños porque estaba
continuamente usando magia de apoyo cerca de Rex. Palna era la única que no
tomo ningún daño en absoluto.
“Palna-san es increíble. Tu
constantemente sigues evitando los ataques enemigos mientras que apoyas
adecuadamente al Héroe-sama. Alguien tan lenta como yo…no haría tal cosa “.
Dijo Tina, mientras miraba a Palna con
admiración.
“A pesar de que soy un Mago, hay una
gran cantidad de veces en que uno se sumerge en una mazmorra por sí solo, por
lo que para esta ocasión lo hice mi objetivo para acostumbrarme a la lucha.”
Palna respondió mientras quitaba el
polvo de su ropa. El polvo era un efecto secundario de su magia, una magia de
ataque que lanzaba una hoja de vacío.
“También soy Nivel 78, pero nos
habríamos vuelto atrás hace mucho tiempo si la Monje Tina no estuviese aquí,
por lo que son igual de útiles.”
Palna dijo mientras veía a Tina, quien
era una cabeza más baja que ella, y le frotó la cabeza sin dudarlo.
“L-lo siento…por convertirme en una
carga.”
Krul dijo mientras que encogía sus
hombros, claramente impaciente y fatigada.
Krul, quien no estaba en el nivel
adecuado, había estado subiendo de nivel hasta ahora, siendo protegida por un
grupo y el no estar acostumbrada a situaciones de combate era por lo que ella
era el blanco de los ataques.
Para Krul, quien había luchado como el
único miembro de retaguardia con tres vanguardias, era la primera vez que había
experimentado monstruos acercándose a ella desde una distancia tan cercana.
Debido a su condición de princesa y su
nivel de entrenamiento, no podía ser expuesta a ningún peligro, haciendo que se
convirtiera en una carga significativa en combate.
“No se preocupe por eso. El nivel de la
princesa es más bajo que el nuestro, así que está bien si se acostumbra a ello
por ahora “.
“Pero…gracias a mí, se ha vuelto tan
peligroso que todo el mundo tiene que seguir mirando hacia mí. Tengo que ser
más útil o tales cosas… ”
“No, la princesa ya está dándolo todo.
Echa un vistazo a esto para mi.”
Al decir esto, Rex señaló al otro lado
del pasillo. Una luz se podía ver, de forma inesperada brillando en la
normalmente tenue Mazmorra.
“Esa luz es…en otras palabras, es
nuestro objetivo.”
Palna dijo mientras sonreía, entendiendo
al instante lo que indicaba la luz inusual.
“Finalmente… Incluso si nos encontramos
con monstruos más adelante, podemos simplemente huir de ellos, mientras que la
prioridad es regresar a la ciudad. Será mucho más divertido que derrotarlos por
completo “.
Dijo Tina después de dejar escapar un
suspiro de alivio.
Rex, quien había sido impaciente con la
velocidad que había tomado para llegar hasta aquí, murmuró a lo largo como si
se hubiera quitado algunos pesos y corrió como si estuviera en un fervor hacia
la habitación que estaba emitiendo luz.
“¡…Este es el lugar de descanso de la
legendaria Espada Sagrada que fue pasada por la Familia Real!”
El grupo se había acostumbrado a la
penumbra de la Mazmorra y reflexivamente entrecerraron sus ojos en respuesta a
la luz blanca que emitía de la habitación.
A medida que sus ojos poco a poco se
acostumbraron a la luz, todos ellos miraron a la extrañeza de la habitación.
Era una gran sala en forma de cúpula,
vacía, con paredes que emitían luz blanca, y que a pesar de estar dentro de la
mazmorra, el lugar tenía una sensación de divinidad.
En el centro de esta habitación había un
pedestal blanco que seguramente tenía la legendaria Espada Sagrada clavada en
ella. De pie delante del pedestal estaba la figura de una niña de
aproximadamente diez años de edad, en una capa andrajosa, retorciéndose y
hurgando alrededor mientras obstruía el campo visual del grupo.
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